Tin Bosch, el guardi¨¢n de Sarri¨¤ y de cientos de vidas
Este 13 de abril se cumplen 39 a?os sin el jugador, entrenador, cuidador del estadio y, sobre todo, salvador de socios del Espanyol en la Guerra Civil.
Su padrino quer¨ªa que se llamara Agust¨ªn, pero finalmente su nombre fue Crisanto. Aunque, como para contentar a todos con una suerte de diminutivo ambivalente, pas¨® a la historia como Tin. Tin Bosch. Este 13 de abril se cumplen 39 a?os de la defunci¨®n del que fuera futbolista, entrenador, guardi¨¢n y hasta salvador del Espanyol. Ah¨ª es nada.
Nacido en 1907, a los 20 a?os recal¨® en el Espanyol, previo paso por J¨²piter y Terrassa, para proclamarse inmediatamente campe¨®n de Catalunya y de la primera Copa de Espa?a conquistada por los pericos, en 1929, en cuya final ante el Madrid anot¨® el segundo y definitivo gol. Fue el primer jugador blanquiazul en disputar un Mundial con la Selecci¨®n espa?ola, en Italia-34, y tambi¨¦n se adjudic¨® (aunque lesionado) la Copa de 1940. En 1946, y durante tres meses, asumi¨® el banquillo, antes de hacerse cargo del c¨¦lebre Chalet de Sarri¨¤.
Pero, incluso por encima de todos estos hitos, sobre la memoria de Tin Bosch recae el m¨¦rito de haber salvado incontables vidas durante la Guerra Civil. Hab¨ªa intervenido el club el Frente Popular, creando un comit¨¦ en el que Bosch figuraba como delegado. En esas que se disputaba, el 20 de diciembre de 1936, la ¨²ltima jornada del Campeonato de Catalunya, un Barcelona-Espanyol en Les Corts en el que saltaron m¨¢s que chispas.
A pesar de que los pericos ya se hab¨ªan asegurado el t¨ªtulo, con el 5-1 en el marcador una tangana entre Ram¨®n Lecuona y Mart¨ªn Vantolr¨¤ desencaden¨® la invasi¨®n de campo de unos espectadores al grito de ¡°?fascistas, fascistas!¡± dirigido al jugador vasco del Espanyol y al resto del equipo. Con el jaleo montado, milicianos de las FAI (Federaci¨®n Anarquista Ib¨¦rica) irrumpieron sobre el terreno de juego para defender a los pericos. La patrulla disuadi¨® a los asaltantes.
Pero ser¨ªa precisamente un l¨ªder anarcosindicalista quien se presentar¨ªa al d¨ªa siguiente en Sarri¨¤. Era Dion¨ªs Eroles, proclamado jefe de los Servicios de Orden P¨²blico.
¡°Por lo visto era muy fiero, y me pidi¨® la lista de socios del club. Afortunadamente las hab¨ªa destruido, porque sus intenciones eran muy claras¡±, explicar¨ªa el propio Bosch, como quien relata un gesto cotidiano, cuando con esa destreza logr¨® salvar innumerables vidas que sumar a los directivos y 63 socios fallecidos durante la Guerra Civil, una decena parte de la masa social, y a un sinf¨ªn de desaparecidos.
Ya durante la contienda, viv¨ªa Bosch en el Chalet, situado tras el gol Sur del estadio, donde continu¨® establecido desde su retirada como cuidador del c¨¦sped y tambi¨¦n, junto a su familia, de los futbolistas solteros que all¨ª resid¨ªan.
Derruido en 1951, los Bosch pasaron a otro chalet situado en la grada noroeste de Tribuna, y Tin sigui¨® encargado del material hasta bien entrados los 70. Y dejando un legado que pervivi¨® hasta hace muy poco, en Montju?c y Cornell¨¤-El Prat, hasta que su hija, la m¨ªtica Mar¨ªa Bosch, falleci¨® en 2017.