Maracanazo: Uruguay recibe la Copa del Mundo a escondidas
Un serial que repasa a las grandes sorpresas de la historia del f¨²tbol, desde el Maracanazo en el Mundial del 50 al Leicester que conquist¨® la Premier en 2016.
No existe en el mundo del f¨²tbol una palabra tan similar a 'sorpresa' como 'Maracanazo'.En la historia del f¨²tbol, equipos mucho peores que aquel Uruguay de 1950 han vencido a otros con m¨¢s trayectoria que el Brasil de aquel mismo a?o, sin embargo, las circunstancias y el ambiente que rodearon aquel ¨²ltimo partido del Mundial de Brasil de 1950 hicieron del t¨¦rmino un concepto para la posteridad.
Lejos de lo que muchos creen, aquello no fue una final como tal. La ¨²ltima fase de aquella Copa del Mundo se plante¨® como una liguilla entre los cuatro mejores equipos del torneo (Brasil, Uruguay, Espa?a y Suecia) pero el destino quiso que el t¨ªtulo se decidiera en aquel ¨²ltimo partido en el estadio de Maracan¨¢, el coraz¨®n del f¨²tbol brasile?o, entre la canarinha, gran favorita y anfitriona, y Uruguay. A Brasil le val¨ªa el empate para salir campe¨®n.
El favoritismo de Brasil era tan abrumador que hasta la FIFA subestim¨® a una selecci¨®n uruguaya llena de estrellas como Schiaffino, M¨ªguez y Ghiggia y que en su palmar¨¦s contaba con un Mundial y ocho Copas Am¨¦rica. Jules Rimet, presidente del m¨¢ximo organismo del f¨²tbol, baj¨® al vestuario de los brasile?os cuando el partido iba 1-1 para preparar el discurso de felicitaci¨®n para los anfitriones y hasta que no termin¨® el encuentro, no supo cu¨¢l hab¨ªa sido el resultado. "Cuando caminaba por los pasillos se interrumpi¨® el griter¨ªo infernal. A la salida del t¨²nel, un silencio desolador dominaba el estadio. Ni guardia de honor, ni himno nacional, ni discurso, ni entrega solemne. Me encontr¨¦ solo, con la copa en mis brazos y sin saber qu¨¦ hacer. En el tumulto termin¨¦ por descubrir al capit¨¢n uruguayo, Obdulio Varela, y casi a escondidas le entregu¨¦ la estatuilla de oro", relata Rimet en sus memorias.
Brasil, que por entonces vest¨ªa habitualmente de blanco, ten¨ªa una selecci¨®n plagada de estrellas de la ¨¦poca con Ademir y Zizinho a la cabeza, pero en los meses previos al Mundial, qued¨® clara que la diferencia entre la canarinha y Uruguay no era tan abismal. Se enfrentaron tres veces y los charr¨²as ganaron una. En el Maracanazo, Brasil se adelant¨® en el minuto 2 gracias a Fria?a y el estadio se convirti¨® en una fiesta. El tanto de Schiaffino acall¨® un poco el griter¨ªo pero el empate le val¨ªa a Brasil por lo que la alegr¨ªa continu¨® reinando en las gradas. Fue con el gol de Ghiggia (1-2) cuando todo el mundo enmudeci¨®. "S¨®lo tres personas silenciamos Maracan¨¢: el Papa, Frank Sinatra y yo", ha bromeado Ghiggia en m¨¢s de una ocasi¨®n con el paso de los a?os. Y no es para menos. Sin duda aquel fue uno de los goles m¨¢s importantes de la historia del f¨²tbol. Tal fue el impacto que Brasil cambi¨® la camiseta blanca por la verdeamarelha.