Odegaard: los m¨¦todos que le moldearon para ser una estella
Hans Erik Odegaard ha sido el hombre que ha hecho del jugador una figura. Su car¨¢cter le ha influido. La cesi¨®n de Odegaard al Vitesse y a la Real, claves en su explosi¨®n.
¡°Odegaard es casi como un robot; est¨¢ preparado para jugar en el Real Madrid¡±, proclam¨® este viernes Leonid Slutski, su ext¨¦cnico en el Vitesse holand¨¦s. El noruego se ha confirmado esta temporada, en su cesi¨®n en la Real Sociedad, como una de las grandes sensaciones de LaLiga y ese estallido ha convencido al club blanco de que tiene un hueco en la plantilla de la 2020-21. Eso s¨ª, como inform¨® AS el pasado 4 de abril, el jugador tendr¨¢ la ¨²ltima palabra. Seguir cedido (la Real firm¨® un pr¨¦stamo de un a?o pero pretende tenerle otro m¨¢s) o formar parte del pr¨®ximo proyecto madridista. De lo que no hay duda es de que Odegaard ya se ha instalado en la elite y est¨¢ ¡®al dente¡¯ despu¨¦s de un proceso de modelaje, cocci¨®n y maduraci¨®n que comenz¨® en su infancia.
Fue su padre, el exfutbolista Hans Erik Odegaard, el alfarero que comenz¨® a moldear a Martin desde muy ni?o. Consciente de que en casa ten¨ªa una joya (su zurda ya dejaba bocas abiertas), el cabeza de familia le educ¨® en el stajanovismo, en la ¨¦tica del trabajo. "Hay tres factores clave: entrenar mucho, entrenar bien y entrenar por el camino correcto. Y Martin ha hecho todo esto¡±, explic¨® Hans Erik en una entrevista el d¨ªa que Odegaard debut¨® con la selecci¨®n absoluta de Noruega, con s¨®lo 15 a?os. ?l fue su entrenador personal en los inicios de su carrera y su libreto era muy sencillo: trabajo y bal¨®n. Construy¨® un campo de hierba artificial junto a su casa para que su hijo entrenara cuanto quisiera (le llamaron Kjappen) y all¨ª no ahorraba ni esfuerzos ni toques. ¡°Nunca entren¨¢bamos sin bal¨®n. Pasamos much¨ªsimo tiempo trabajando en su toque, en c¨®mo salir de la presi¨®n, practicando lo que nosotros llamamos 'pases r¨¢pidos' para escapar de la presi¨®n", confes¨®.
Desde los ocho a?os, Han Erik comenz¨® a incidir en la orientaci¨®n y la visi¨®n de juego, de la que hoy Martin imparte magisterio. Para desarrollar esa visi¨®n, el progenitor de los Odegaard utilizaba a sus dos hijos. ?l se pon¨ªa delante del hoy jugador de la Real y el hermano mayor detr¨¢s. ¡°Su hermano mayor estaba a su derecha o izquierda y le pasaba el bal¨®n; y ¨¦l ten¨ªa que cambiar de direcci¨®n y salir hacia el lado opuesto. As¨ª se aprende a percibir el campo, porque una cosa es verlo y otra reaccionar a lo que t¨² ves", revel¨®. Odegaard tampoco se libr¨® de esa estampa que muchos hemos protagonizado pero que muy pocos han sacado r¨¦dito de ella: durante horas se pasaba disparando a una pared.
Aunque su relaci¨®n con el f¨²tbol le ven¨ªa en el ADN, su primer v¨ªnculo personal ajeno a la familia lo tuvo con el Drammen Strong, un equipo local. Con 11 a?os, en 2009, se uni¨® a las categor¨ªas inferiores del modesto Str?msgodset, donde su excelsa zurda comenz¨® a maravillar y a llamar la atenci¨®n de media Europa. Hans Erik Odegaard tuvo al chaval de ronda por el Viejo Continente, haciendo pruebas en las canteras del Bayern, Arsenal, Manchester United y Liverpool, visit¨® tambi¨¦n La Masia pero se qued¨® en Valdebebas despu¨¦s de que el Madrid pagara 3,4 millones incluyendo variables por ¨¦l. Era la sensaci¨®n de Europa, hab¨ªa debutado ya con la absoluta de Noruega, pero s¨®lo ten¨ªa 16 a?os¡
El Madrid le present¨® en enero de 2015 ante los medios de comunicaci¨®n, escoltado por Emilio Butrague?o, como la gran promesa del f¨²tbol europeo, aunque su salario era gal¨¢ctico: para eliminar al Bayern de la carrera por su fichaje, el Madrid le prometi¨® 3,5 millones brutos por temporada (dos millones netos), algo que caus¨® fricciones con sus nuevos compa?eros del Castilla y le carg¨® de presi¨®n. No cay¨® de pie. Jugaba con el Castilla, pero se entrenaba con el primer equipo, con el que debut¨® el 23 de mayo de 2015 ante el Getafe, sustituyendo nada menos que a Cristiano. Jug¨® media hora. Fue el ¨²ltimo partido de Ancelotti, que un a?o y medio despu¨¦s le puso voz a lo que pensaba en aquel momento: ¡°Cuando Florentino compra a un futbolista noruego simplemente hay que aceptarlo. Adem¨¢s, el presidente decidi¨® que jugar¨ªa tres partidos con el primer equipo como un golpe de relaciones p¨²blicas¡±. Dos meses despu¨¦s Ben¨ªtez le hizo jugar en la gira de pretemporada, m¨¢s por compromiso que por convicci¨®n. Le dio 45 minutos ante el Roma, en el primer bolo en el que adem¨¢s ten¨ªa a¨²n jugadores de vacaciones, ¨²nicamente para cumplir a ojos de Florentino. No volvi¨® a utilizarlo m¨¢s salvo en el amistoso en Oslo contra el Valerenga, organizado por la entidad madridista para hacer caja con el efecto Odegaard en Noruega. En aquella 2015-16 volvi¨® a mostrarse tibio, jug¨® 34 partidos con el Castilla, marc¨® un gol y dio siete asistencias. Pero Zidane, ya en el Madrid, se lo llev¨® a la gira de pretemporada de 2016 donde no pas¨® de ser un meritorio m¨¢s. En enero de 2017, club, jugador y padre acordaron que lo mejor para evitar un estancamiento ser¨ªa cederle y se march¨® al Heerenveen holand¨¦s, donde estuvo 18 meses en una monta?a rusa (tres goles y cinco asistencias en 43 partidos). Pas¨® de las dudas (lleg¨® a ser suplente) a meter algunos destellos en los res¨²menes televisivos.
Cesiones clave
Pero fue en su segunda cesi¨®n, al Vitesse, donde se comenz¨® a vislumbrar lo que puede dar Odegaard. El noruego exprimi¨® este pr¨¦stamo hasta la ¨²ltima gota. 11 goles, 12 asistencias en 39 partidos fue su hoja de servicios, pero m¨¢s all¨¢ de estad¨ªsticas all¨ª adquiri¨® una mayor madurez f¨ªsica y futbol¨ªstica, sumando a su capacidad asociativa una mayor velocidad y capacidad de regate. Aquel ni?o que fich¨® el Madrid hab¨ªa pegado el estir¨®n, pero en Chamart¨ªn eran conscientes de que no ten¨ªa hueco en una plantilla en la que est¨¢ Isco, Asensio, Modric, Kroos, Valverde¡ Por eso, se tom¨® tal vez la decisi¨®n que ser¨¢ clave en la carrera de Martin: cederle a la Real Sociedad, un club que le ha venido como un guante. Imanol le ha dado continuidad y el jugador ha encontrado la regularidad y, por primera vez, la condici¨®n de ¨ªdolo. En su primera temporada en Espa?a ha asombrado (siete goles, ocho asistencias en 28 encuentros) y ha convencido en el Bernab¨¦u no s¨®lo por su f¨²tbol sino tambi¨¦n por su car¨¢cter. Desde muy joven soport¨® una presi¨®n tremenda y eso le hizo madurar muy pronto. "Su capacidad de manejar los contratiempos es enorme. Mientras otros futbolistas requieren una semana entera o necesitan un nuevo partido para mejorar su autoestima, ¨¦l se recupera r¨¢pidamente", declar¨® su psic¨®logo Klaus Pettersen. Adem¨¢s, es un ¡®enfermo¡¯ del f¨²tbol. Lo ve todo. Lo consume todo. Vive por y para el f¨²tbol. Una filosof¨ªa que le grab¨® a fuego su padre, el hombre que comenz¨® a construir a este ¡®robot¡¯.