La aventura tayika de Manuel Bleda
El delantero valenciano del Kitchee rememora en AS su etapa en el Istiklol de Tayikist¨¢n, uno de los pocos pa¨ªses cuya liga resiste ante el coronavirus.
Bielorrusia y Tayikist¨¢n -con permiso de Nicaragua y Burundi- se han convertido en el ¨²ltimo reducto de esperanza para los aficionados al f¨²tbol de todo el mundo. All¨ª, nada m¨¢s y nada menos que en dos de los pocos pa¨ªses cuyo deporte desaf¨ªa al COVID-19, jug¨® Manuel Bleda (Sagunto, 1990) entre 2014 y 2016. El delantero valenciano, ahora en el Kitchee de Hong Kong, recuerda su paso por Belshina e Istiklol. Una aventura llena de casualidades que le llev¨® a grabar su nombre en la historia del club m¨¢s importante de Tayikist¨¢n. Todo pudo cambiar, eso s¨ª, un a?o antes, cuando su marcha al Torpedo Belaz acab¨® interrumpi¨¦ndose por motivos econ¨®micos: "Firm¨¦ e hice un mes de pretemporada en Antalya, pero cuando estaba en Espa?a ultimando la mudanza me dijeron que no pod¨ªan pagar mis derechos de formaci¨®n y me propusieron esperar un a?o".
Bleda, decepcionado tras ver c¨®mo fracasaba su primer intento por jugar en el extranjero, acab¨® en el Alzira de Dani Pons, "un entrenador que siempre ha sacado lo mejor de m¨ª". El delantero valenciano vivi¨® all¨ª una de las mejores temporadas que recuerda. Y en marzo volvieron a sonar cantos de sirena desde Bielorrusia: "Me volvieron a llamar, pero ya no era el Torpedo". Fue el Belshina, contra el que hab¨ªa disputado un amistoso meses antes, el equipo que se lanz¨® de lleno a por Bleda: "Me cost¨® porque el Alzira se hab¨ªa convertido en mi familia. La gente dec¨ªa que ad¨®nde iba, que si estaba loco, pero yo lo ten¨ªa clar¨ªsimo y me march¨¦". Y all¨ª, en Babruisk, una ciudad de 230.000 habitantes situada a 340 kil¨®metros de la frontera con Rusia, pas¨® seis meses "llenos de buenos momentos": "El entrenador me acogi¨® como a un hijo porque era el ¨²nico del club de habla no rusa. Lo ¨²nico malo es que no cobraba", precisa Manuel Bleda: "De vez en cuando daban algo, el 15 o el 20%. Viv¨ªamos en un hotel y apenas ten¨ªamos gastos, pero es dif¨ªcil aguantar mucho tiempo as¨ª. Tuve que salir, pero cuando me march¨¦ ya hab¨ªamos salvado la categor¨ªa, que era el objetivo principal del club".
A Tayikist¨¢n por casualidad
De Babruisk a Tayikist¨¢n para jugar en el FC Istiklol. 3.600 kil¨®metros que Manuel Bleda recorri¨® por casualidad: "Mubin Ergashev, entrenador que compaginaba la selecci¨®n tayika con el Istiklol, viaj¨® a Bielorrusia para conocer el estadio del BATE antes de jugar all¨ª un amistoso. Nos toc¨® visitarles y me vio jugar. Lo hice bien y al salir me estaba esperando. Me dio su tarjeta y nos reunimos al d¨ªa siguiente. Las condiciones eran muy buenas y yo ven¨ªa de cinco meses sin cobrar, as¨ª que nos pusimos de acuerdo", recuerda Manuel Bleda desde Hong Kong: "Fui muy feliz all¨ª. Ganamos todos los t¨ªtulos locales que hab¨ªa en juego y alcanzamos la final de la AFC Cup -competici¨®n equivalente a la Europa League en Asia-". Istiklol cay¨® frente a Johor FC, lo que no resta m¨¦rito al papel que desempe?¨® en la que fue su primera participaci¨®n en el campeonato continental.
"Istiklol es un club muy poderoso. El due?o es el sobrino del presidente del pa¨ªs y pr¨¢cticamente todos los jugadores de la selecci¨®n han jugado alguna vez all¨ª. Cuando estuve se notaba que jugaba para un club grande", rememora Bleda, quien define al jugador tayiko como "bueno t¨¦cnicamente pero t¨¢cticamente escaso". "El presidente del pa¨ªs est¨¢ invirtiendo mucho dinero en la mejora de las infraestructuras y estoy seguro de que poco a poco ir¨¢n aumentando su prestigio en Asia. Ya han crecido mucho ¨²ltimamente, aunque sigue habiendo mucha distancia entre los primeros clasificados y el resto", a?ade el delantero valenciano.
Durante su estancia en Dushanbe, la capital y ciudad m¨¢s grande de Tayikist¨¢n, Manuel Bleda dej¨® su nombre grabado en la historia del Istiklol. Lo hizo tras firmar el gol 500 en la historia del club tayiko en las competiciones locales, algo de lo que no se percat¨® hasta el final del encuentro frente a Khujand FC: "No ten¨ªa ni idea. Me di cuenta cuando, con el partido ya acabado, todos empezaron a felicitarme. Tambi¨¦n el presidente, que baj¨® al vestuario". En la que fue su primera aventura en Asia, el espa?ol se habitu¨® a jugar con temperaturas extremas y obtener ventaja de la altura: "Jug¨¢bamos a 3.000 metros, algo a lo que pod¨ªamos sacarle mucho partido. Los campos se llenaban de principio a fin y sigo teniendo contacto con algunos de los jugadores con los que coincid¨ª. Guardo muy buenos recuerdos y me gustar¨ªa poder ir a visitarles alg¨²n d¨ªa".
Un autob¨²s como vestuario
Manuel Bleda guarda muy buenos recuerdos de su aventura en Tayikist¨¢n, pero nada como el d¨ªa en el que su equipo, Istiklol, tuvo que usar el autob¨²s como vestuario: "Jug¨¢bamos la Copa contra un equipo peque?o y cuando llegamos al campo nos dimos cuenta de que no hab¨ªa nada m¨¢s. Ni gradas, ni ba?os... Lo gracioso vino cuando el utillero subi¨® al bus con las maletas y dijo que nos ten¨ªamos que cambiar all¨ª. De repente empez¨® a aparecer gente. ?Est¨¢bamos en pelotas y todo el mundo mirando! Hac¨ªa fr¨ªo y llov¨ªa much¨ªsimo, pero fue muy gracioso. Tampoco hab¨ªa duchas, y tuvimos que volver a casa sudados. Eran tres horas... Menos mal que el club pag¨® un hotel para que pudi¨¦ramos asearnos a medio camino".