Diego Diz, sus padres con coronavirus y ¨¦l atrapado en Georgia
El espa?ol Diego Diz, un trotamundos que jug¨® en la liga islandesa y ahora milita en la georgiana, ha vivido estos d¨ªas el lado oscuro de la emigraci¨®n futbol¨ªstica.
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"Imag¨ªnate lo mal que lo pas¨¦. Yo aqu¨ª s¨®lo y ellos ingresados en el hospital con coronavirus. No era capaz de dormir. S¨®lo pod¨ªa hablar con ellos por v¨ªdeollamada", asegur¨® a Efe el futbolista criado en la cantera del Celta de Vigo. Diz, de 28 a?os, sigue inquieto, aunque sus padres ya fueron dados de alta y se encuentran en casa. "Mi padre est¨¢ bien, pero mi madre a¨²n est¨¢ pachucha", asegura sobre Ricardo y Clara, que sufrieron de neumon¨ªa. Debido a la cancelaci¨®n de los aviones, su pareja no pudo viajar a Tiflis, por lo que ha vivido la enfermedad de sus padres en solitario en Georgia, donde se han detectado 198 casos de coronavirus. Tuvo la oportunidad de abandonar Tiflis rumbo a Espa?a, pero la desaprovech¨® con la vista puesta en que la reanudaci¨®n de la liga georgiana pod¨ªa pillarle en Espa?a y sin poder salir.
"Nos dec¨ªan que si volv¨ªamos de Espa?a nos ingresar¨ªan en un edificio del Gobierno durante 15 d¨ªas", explic¨®. Todo lo contrario que el portero del Dinamo Tiflis, el tambi¨¦n espa?ol Jos¨¦ Perales. "Estuve en contacto con ¨¦l. Le acompa?¨¦ al aeropuerto. ?l lo tuvo claro y se fue a Espa?a", reconoce. Lo ¨²nico positivo es que vivir la pandemia del coronavirus en Georgia es mejor que en Espa?a, ya que el pa¨ªs cauc¨¢sico tom¨® desde el principio medidas muy estrictas para contener la COVID-19. "Aqu¨ª s¨ª hay gente en las calles. Salgo a correr y voy a la compra. Eso s¨ª, no veo la pelota ni en cromos", asegura. En Tiflis rige un toque de queda desde las nueve de la noche a las seis de la ma?ana.
Islandia, primer destino
Tras abandonar el Celta, su equipo de toda la vida, jug¨® en el hist¨®rico R¨¢pido de Bouzas, pero tras descender a Segunda B decidi¨® cambiar de aires. "Quer¨ªa probar cosas nuevas. Jugar en Islandia era una oportunidad muy buena. El nivel de vida es alt¨ªsimo en la isla, por lo que los sueldos son tambi¨¦n muy altos", asegura Diz, que coincidi¨® all¨ª con otros dos espa?oles. Pero cuando el equipo en el que militaba (Grindavik) descendi¨®, entonces, fiel a su aventurera sangre gallega, volvi¨® a dar un giro copernicano a su carrera. "Despu¨¦s de Islandia, pens¨¦ que podr¨ªa jugar en cualquier sitio. No quer¨ªa jugar en la segunda divisi¨®n islandesa, as¨ª que mi agente me ofreci¨® Georgia", relata. Reconoce que, comparado con Islandia, "es lo m¨¢s opuesto que hay en el mundo". "En cuanto a la cultura, es totalmente diferente, pero me ha sorprendido. Est¨¢ mucho m¨¢s desarrollado de lo que pensaba, especialmente Tiflis, que es como una ciudad europea", explica.
Llegada a Georgia
El mediapunta vigu¨¦s, que juega en el Samtredia, destaca que, mientras el f¨²tbol island¨¦s es m¨¢s f¨ªsico y directo, el georgiano es m¨¢s t¨¦cnico. "Todos quieren jugar por abajo. Mucho de los futbolistas tienen t¨¦cnica. Adem¨¢s, hay mucha m¨¢s afici¨®n que en Islandia. Aqu¨ª hasta con los taxistas hablas de f¨²tbol", asegura. De cara al futuro, tiene intenci¨®n de seguir con su actual equipo, con el que s¨®lo tuvo la oportunidad de disputar dos partidos de la liga georgiana, y despu¨¦s Dios dir¨¢. "Creo que ser¨¦ un trotamundos. En Islandia mejor¨¦ mucho mi ingl¨¦s. Estoy animado a seguir. A¨²n tengo 28 a?os y, al fin y al cabo, soy gallego. Tuve familia en Argentina", se?ala. El club, que gan¨® la liga local en 2016, est¨¢ muy contento con su rendimiento y le considera un "muy buen futbolista", seg¨²n explicaron a Efe fuentes del Samtredia. Adem¨¢s de ganar la liga en 2016, en este club comenz¨® su carrera Kakha Kaladze, el mejor jugador de la historia de Georgia y que gan¨® dos Ligas de Campeones con el Mil¨¢n. Como celtista de cuna, Diz es cr¨ªtico con la decisi¨®n del delantero ruso Fi¨®dor Sm¨®lov de abandonar Vigo con destino a Rusia en plena cuarentena. "Cuanto menos es un peligro para ¨¦l y para su familia", dijo. Ingeniero de formaci¨®n, Diz est¨¢ en contacto con varios futbolistas espa?oles desperdigados por la zona, desde Islandia a Finlandia, deseosos como ¨¦l de volver a saltar al campo.