REAL ZARAGOZA / HISTORIAS DE SEGUNDA (XXV)
El cuarto ascenso del Real Zaragoza (II)
Chaves sufri車 la lesi車n de rodilla que le retirar赤a con 26 a?os, Alierta no le acept車 la dimisi車n a Mundo y el equipo aragon谷s alcanz車 la Primera Divisi車n en la promoci車n, tras un triunfo inolvidable en Mendizorroza el 29 de junio de 1956.
La promoci車n de la temporada 1955-56 la disputaron el Oviedo y el Real Zaragoza, que repet赤an como segundo y tercer clasificados del Grupo I de Segunda Divisi車n, el Betis y la Espa?a Industrial de Barcelona, subcampe車n y tercero del Grupo II, y el Murcia y el Alav谷s, decimotercero y decimocuarto del campeonato de Primera Divisi車n. El torneo, con el premio final de dos plazas de ascenso o permanencia, dio comienzo el 6 de mayo y finaliz車 el 29 de junio de 1956.
El Zaragoza protagoniz車 un inicio decepcionante de la liguilla, con una derrota frente al Murcia en La Condomina (4-3) y un inesperado pinchazo en Torrero ante el Betis (1-1). Pero, con la reaparici車n de Chaves, el equipo se vino arriba en la tercera jornada y logr車 un triunfo providencial en Buenavista, un triunfo que le permiti車 engancharse a la pelea por el ascenso. El Oviedo era l赤der y parec赤a lanzado hacia la Primera Divisi車n, tras exhibir un formidable caudal goleador frente al Betis (4-5) y la Espa?a Industrial (5-0), pero el Zaragoza le ajust車 las cuentas una vez m芍s. Chaves decidi車 la victoria al inicio de la segunda parte con un gol excelente, despu谷s de burlar en carrera a tres contrarios y batir al portero Argila en su salida desesperada. El 0-1 calent車 los 芍nimos locales y el central Facio fue expulsado a media hora del final por una violent赤sima entrada sobre Chaves. Al terreno de juego cay車 entonces una lluvia de almohadillas y tambi谷n una botella de gaseosa que impact車 en el brazo derecho del 芍rbitro vizca赤no Rivero. ?ste se retir車 al vestuario para ser reconocido por el m谷dico del Oviedo y el encuentro estuvo interrumpido durante dieciocho minutos. El equipo de Mundo avasall車 a su rival en la reanudaci車n, pero desperdici車 hasta seis claras ocasiones de gol para haber agrandado su merecid赤simo triunfo.
Con la moral por las nubes por el resultado de Oviedo, un millar de seguidores acompa?aron al Zaragoza a Barcelona en la cuarta jornada para presenciar en un Las Corts repleto de emigrantes aragoneses el partido frente a la Espa?a Industrial, filial del Barcelona. Pero la desgracia se ceb車 esta vez con el equipo de Mundo nada m芍s encajar en una falta indirecta el gol que decidi車 su derrota: el defensa derecha Torres sufri車 una rotura fibrilar y, en una 谷poca sin cambios, qued車 &in迆til* como extremo izquierda, intercambiando su puesto con Villarrubia, y, casi seguido, el central Alustiza se retir車 al vestuario conmocionado por un fuerte golpe en la cabeza y no volvi車 a salir hasta la segunda parte. Pero lo peor fue que Chaves acab車 el partido resentido de su lesi車n en la rodilla izquierda y fue baja para la jornada final de la primera vuelta, en la que el Real Zaragoza no pudo pasar del empate frente al Alav谷s en Torrero, en una tarde espesa y que acab車 entre silbidos. Todo se le puso cuesta arriba al equipo aragon谷s, que lleg車 al ecuador de la promoci車n en la cuarta plaza, a cuatro puntos de los l赤deres Oviedo y Espa?a Industrial.
En la sexta fecha, el Zaragoza super車 al Murcia por 4-3, despu谷s de remontar por dos veces un marcador adverso, pero en otro d赤a fatal sum車 frente al Betis en Heli車polis (3-1) su tercera derrota de la liguilla. El ascenso se escapaba otra vez y el nerviosismo cundi車 entre la afici車n, que con ocasi車n de la visita del Oviedo, segundo clasificado, recibi車 el equipo aragon谷s con una sonora pitada a su salida al terreno de juego. Aunque como en tantas ocasiones, el Real Zaragoza hizo de la necesidad virtud y obsequi車 a su exigente parroquia con el mejor partido de la temporada y con una goleada (4-0) que le aup車 hasta la tercera posici車n, precisamente a dos puntos del Oviedo. La Espa?a Industrial, por su parte, empat車 en Murcia y alcanz車 matem芍ticamente la Primera Divisi車n.
Torrero, con un lleno absoluto, vivi車 el domingo 24 de junio de 1956 uno de los partidos m芍s emocionantes de su historia. El filial del Barcelona, ya ascendido, vino a jugar primado hasta el cuello por el Oviedo -Ferrer y Aloy, jugadores azules, hab赤an jugado antes en el equipo industrial y ellos cerraron el trato-, y se emple車 ante el Zaragoza con una dureza y un entusiasmo sorprendentes. El Zaragoza se adelant車 a los tres minutos con un gol de Par谷s y pudo sentenciar en la primera parte en dos remates que un defensa sac車 bajo palos y en un disparo de Gil Rubio a la madera, pero la Espa?a Industrial tuvo una reacci車n en谷rgica tras el descanso y lleg車 a mandar por completo en la 迆ltima media hora ante un Zaragoza muy nervioso y desacertado. El 芍rbitro internacional Juanito Gardeaz芍bal permiti車 el juego sucio del equipo fabril y, lo que es m芍s grave, se desdijo de un penalti que hab赤a se?alado por un claro derribo a Baila. Ante las protestas de los jugadores catalanes se arrepinti車 de su decisi車n y orden車 un libre indirecto. S赤 se?al車 minutos despu谷s como pena m芍xima una mano de Torres. Pero Lasheras hizo la parada de su vida al detenerle el lanzamiento al interior Allende.
A tres minutos del final, el colegiado provoc車 un gran esc芍ndalo al expulsar injustamente a Rivas en un rifirrafe con un contrario, y el partido se detuvo cinco minutos por las protestas de los jugadores del Zaragoza y el lanzamiento de almohadillas al terreno de juego. En el minuto 90, el defensa industrial Pinto, sumado al ataque, cabece車 un c車rner al poste sembrando el p芍nico en Torrero, pero el marcador ya no se movi車 y el jubil車 se desat車 entre jugadores y aficionados con el pitido final. El ascenso depend赤a de una carambola, pero todav赤a era posible.
A la jornada final de la promoci車n se lleg車, como se ha apuntado, con el Espa?a Industrial ya ascendido y con el Oviedo (12 puntos) y el Real Zaragoza (10 puntos) en pugna por la segunda plaza. As赤 que las cuentas para el Zaragoza estaban muy claras: ten赤a que ganar al Alav谷s en Mendizorroza y esperar a que el Oviedo no puntuara en La Condomina. Esto era as赤 gracias a su mejor &goal-average* particular, una circunstancia que al final resultar赤a tan decisiva como en el ascenso de 1951.
El Murcia, tercero con nueve puntos, no ten赤a posibilidades matem芍ticas de ingresar en Primera, pero se agarraba todav赤a a la esperanza de que la Espa?a Industrial renunciara al final al ascenso. Ya lo hab赤a hecho en 1953. Y por eso estaba obligado a ganar al Oviedo y esperar a que el Alav谷s le ganase al Zaragoza. En ese cruce de intereses, el Oviedo y el Murcia no dudaron en primar al Alav谷s, que para complicarle m芍s las cosas al Zaragoza, no reg車 en toda la semana el c谷sped de Mendizorroza, o lo poco que quedaba de 谷l, y el terreno de juego parec赤a granito puro, y, adem芍s, infl車 m芍s de la cuenta los balones para que su dominio fuera m芍s complicado.
El viernes 29 de junio de 1956, festividad de San Pedro y San Pablo, un millar de aficionados se desplazaron a Vitoria para ser testigos del cuarto ascenso del Zaragoza a Primera Divisi車n. Fueron noventa minutos de calor y de angustia, una sensaci車n que se vivi車 tambi谷n en la capital aragonesa, porque el popular locutor Mat赤as Prats se encarg車 de retransmitir el partido para Radio Zaragoza. Pero el Zaragoza, con Baila como figura estelar, pudo con todo y dos goles consecutivos del extremo izquierda Par谷s (68* y 69*), el segundo en posible fuera de juego, hicieron realidad el sue?o. Hubo, eso s赤, que sufrir hasta el final, porque el Alav谷s acort車 distancias y estrell車 hasta tres balones en los postes de Lasheras en los 迆ltimos veinte minutos.
El presiente Alierta no vio el final del encuentro, porque desde el descanso estaba en un despacho de Mendizorroza en contacto telef車nico con La Condomina. No hab赤a una conexi車n directa y 谷sta se hac赤a por operadora desde Madrid, una operadora curiosamente de Bin谷far y que no dud車 en mezclarse en la conversaci車n definitiva para gritar entusiasmada el cuarto gol del Murcia, que acab車 ganado por 4-1. Por segundo a?o consecutivo el Oviedo tuvo un pie en Primera Divisi車n y por segunda vez lo ape車 el Zaragoza.
Pero no acaban aqu赤 las an谷cdotas de ese gran d赤a. En el Zaragoza no se dej車 nada a la improvisaci車n y el directivo Carlos Baselga dio orden que desde Barcelona se le enviase un telegrama al entrenador del Murcia con el siguiente texto: ※INDUSTRIAL NO ASCIENDE. ?NIMO ABRAZOS DOMINGO§. Domingo se supon赤a que era Domingo Balmanya, entrenador del Bar?a y amigo 赤ntimo de Jos谷 Ignacio Urbieta, entrenador del Murcia. La estrategia consisti車 en hacerle creer al Murcia que el Espa?a Industrial hab赤a decidido renunciar al ascenso, lo que abr赤a una puerta a la esperanza del equipo pimentonero si ganaba al Oviedo en La Condomina.
La Espa?a Industrial s赤 ascendi車. Reform車 sus estatutos, abandon車 oficialmente, pero no en la pr芍ctica, la dependencia del Barcelona y el 9 de septiembre de 1956 se constituy車 en un nuevo club bajo el nombre de Club Deportivo Condal.
Consumado el ascenso del Zaragoza, la alegr赤a y la emoci車n se desataron sobre el c谷sped de Mendizorroza, con el viejo &alifante* Ler赤n, ayudante de Mundo, llorando como un ni?o abrazado a los jugadores. Alierta, con la euforia del triunfo en sus ojos, dedic車 el triunfo a la afici車n, mientras Mundo tuvo palabras especiales para el capit芍n Chaves, que media hora antes de comenzar el partido apenas pod赤a andar y sali車 a jugar una vez m芍s infiltrado: ※Sin su lesi車n hubi谷ramos ascendido directamente, pero nos ha resuelto la liguilla de promoci車n. En sus condiciones, otro jugador no hubiera salido a jugar§.
Al d赤a siguiente, en medio de un recibimiento apote車sico, el ascenso se ofreci車 primero a la Virgen del Pilar y el Zaragoza en pleno acudi車 despu谷s a una recepci車n en el Ayuntamiento, donde Ces芍reo Alierta le arranc車 al alcalde Luis G車mez Laguna el anunci車 definitivo sobre la construcci車n de un nuevo campo de f迆tbol: s車lo tres meses despu谷s se pon赤a la primera piedra de La Romareda.
La plantilla del Zaragoza se reparti車 535.000 pesetas en primas, pero la temporada 1955-56 se cerr車 con nada menos que con un super芍vit de 1.158.649,15 pesetas, dejando ya la deuda neta en 2.041.000 pesetas.
Acabados los festejos y las celebraciones por el ascenso y antes de emprender las vacaciones, los jugadores firmaron una carta de apoyo a Mundo pidi谷ndole a Alierta que el contrato del entrenador fuera renovado, aunque el presidente, que en enero no le acept車 la dimisi車n al baracald谷s cuando 谷ste tuvo un momento de flaqueza, ya se hab赤a comprometido varias semanas antes con Jacinto Quincoces para la temporada 1956-57, en Primera o en Segunda, y no se ech車 atr芍s.
Pero Mundo no fue la 迆nica &v赤ctima* de aquel ascenso. El f迆tbol se acab車 para Avelino Chaves despu谷s de Mendizorroza. Fue su 迆ltimo partido. Su maltrecha articulaci車n no resisti車 m芍s, y fue operado de nuevo el 16 de agosto de 1956 en Barcelona por el prestigioso doctor Nav谷s para corregir la inestabilidad y los continuos derrames de su rodilla izquierda, procedi谷ndose a reconstruirle el ligamento lateral interno. Pero al mes se le produjo una infecci車n por intolerancia a los puntos de seda y hasta tres meses despu谷s no se cerr車 por completo la herida, que incluso le cre車 una f赤stula con salida de l赤quido sinovial. Se le someti車 m芍s tarde a un tratamiento de recuperaci車n funcional que no consigui車 m芍s de 90 grados de flexi車n en la articulaci車n sin ninguna mejor赤a.
El 8 de octubre de 1957, el doctor del Real Zaragoza, Enrique Pelegr赤n, redact車 un informe en el que garantiz車 que Chaves no podr赤a volver a jugar al f迆tbol. Recibi車 un partido de homenaje el 24 de noviembre de 1957 en La Romareda (Real Zaragoza-Meidericher de Duisburgo, 2-1), y el 30 de junio de 1958, despu谷s de dos a?os inactivo, concluy車 su contrato y abandon車 el f迆tbol. Colg車 las botas con 26 a?os un gran futbolista, pero empez車 a germinar un extraordinario secretario t谷cnico que rindi車 excelentes y conocidos servicios al Real Zaragoza durante m芍s de treinta a?os.