La confesi¨®n de Julio C¨¦sar, brasile?o en la liga bielorrusa: "No tengo miedo... ni elecci¨®n"
El jugador del Vitebsk, que gan¨® este domingo al Smolevichi ((0-1): "Mi familia est¨¢ preocupada. Pero la verdad es que Brasil es mucho m¨¢s peligroso".
Mientras todos los futbolistas latinoamericanos que militan en Europa descansan, un pu?ado de brasile?os sigue saltando al terreno de juego todos los fines de semana en la liga bielorrusa. Uno de ellos es Julio C¨¦sar, el central del Vitebsk, epicentro de la epidemia en Bielorrusia, la ¨²nica liga en marcha del continente. "No tengo elecci¨®n. Si hay que jugar, se juega", coment¨® a Efe en conversaci¨®n telef¨®nica.
Julio C¨¦sar ya ha disputado con su equipo los tres primeros partidos del campeonato bielorruso, que es seguido por decenas de millones de aficionados en todo el mundo debido al par¨®n del resto de torneos. Este domingo volvi¨® a jugar, se enfrent¨® al Smolevichi (0-1), que deb¨ªa jugar de visitante, pero que finalmente jug¨® de local en un campo neutral. El caso es que el encuentro deb¨ªa disputarse en V¨ªtebsk, ciudad que se encuentra muy cerca de la frontera con Rusia, pero el club pidi¨® que el encuentro se jugara en otro estadio alternativo. ?El motivo? El mal estado del terreno de juego y la nieve, un argumento que convenci¨® a pocos, teniendo en cuenta que fuentes independientes hablan de m¨¢s de un millar de contagios en la regi¨®n, cuando el Gobierno central reconoce menos de 400 en todo el pa¨ªs.
La Federaci¨®n Internacional de Futbolistas profesionales se ha quejado amargamente y esta semana se le han sumado las agrupaciones de aficionados de varios clubes bielorrusos, que han decidido boicotear los partidos de sus equipos, pero el presidente de la Federaci¨®n de F¨²tbol Bielorrusa dej¨® bien claro que hab¨ªa que seguir jugando. "Confiamos completamente en nuestro sistema sanitario. Comprendemos que en algunos pa¨ªses la situaci¨®n es muy grave...pero, en realidad, la situaci¨®n en Bielorrusia no es tan cr¨ªtica como para suspender el torneo", declar¨® Sergu¨¦i Zhardetski, presidente de FFB. Admiti¨® que la repentina popularidad del f¨²tbol bielorruso es positiva, ya que algunos pa¨ªses han comprado los derecho televisivos del campeonato.
Por todo ello, el defensa brasile?o no s¨®lo tiene que fajarse con los defensas, sino tambi¨¦n con ese enemigo invisible, el COVID-19: "No tengo miedo, pero hay que ser prudente".
Julio C¨¦sar reconoce que la situaci¨®n ha cambiado en los ¨²ltimos d¨ªas: "Hay mucha gente con mascarillas y cada vez menos personas en la calle". De hcho, en la ciudad han aparecido pintadas con cifras de muertos por coronavirus que superan la veintena, aunque las autoridades s¨®lo han reconocido 8 muertos y 500 contagios en todo el pa¨ªs.
El brasile?o prefiere no opinar sobre si es correcto jugar al f¨²tbol cuando miles de personas est¨¢n muriendo de coronavirus en los pa¨ªses vecinos, aunque insiste en que la salud es lo primero y el f¨²tbol despu¨¦s. "Mi familia est¨¢ preocupada. Pero la verdad es que Brasil es mucho m¨¢s peligroso que Bielorrusia. All¨ª hay muchos m¨¢s casos".
Por orden del club, apenas sale de casa m¨¢s que para entrenar. Por suerte, el campo de entrenamiento est¨¢ cerca de su casa. "Nos piden que nos quedemos en casa y nos han proporcionado mascarillas. En los partidos tampoco nos damos la mano, pero jugamos sin mascarillas", asegura.
Julio C¨¦sar comparte equipo con otros dos brasile?os: el veterano centrocampista Wanderson, que jug¨® antes en Suecia, y Diego Santos, que procede del Lajeadense. Adem¨¢s, en el Torpedo milita otro brasile?o, Gabriel Ramos, que recal¨® en Bielorrusia tras jugar en el Dinamo Batumi, otro equipo de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. "Algunos futbolistas no quieren jugar", confiesa, sin dar nombres.
En cuanto a los aficionados, como la asistencia media a los partidos es de un millar de aficionados, la FFB intenta que los asistentes a los estadios mantengan una distancia de seguridad.