Un comunismo futbolero
El Estrella Roja gan¨® la Copa de Europa antes del comienzo de la disoluci¨®n yugoslava. Ninguna de las actuales selecciones de lo que era la URSS ha alcanzado el nivel sovi¨¦tico.


El deporte sovi¨¦tico no se entiende sin hablar de los Juegos Ol¨ªmpicos. Participaron en nueve ediciones y logaron 1.010 medallas, 395 de ellas de oro. El deporte era una de las bases del Estado y serv¨ªa como muestra de la fuerza sovi¨¦tica al mundo. S¨ª bien es cierto que a nivel de clubes no consiguieron grandes resultados, las letras CCCP en el pecho de sus camisetas rojas asustaban. Ganaron la primera Eurocopa de la historia y llegaron a tres finales m¨¢s (semifinalistas en el Mundial de 1966).
Pero la ca¨ªda de la URSS acab¨® con esta potencia. Lejos de entrar a valorar la vida en uno u otro r¨¦gimen y el camino hasta ellos, es algo objetivo que los resultados eran much¨ªsimo mejores bajo la URSS. Desde 1991 el equipo ruso s¨®lo ha participado en cuatro ediciones del Mundial y Ucrania en uno, 2006, con Shevchenko y Oleg Blokhin en el banquillo.
RDA. Mientras el Bayern ganaba Copas de Europa y la selecci¨®n de la RFA Mundiales y Eurocopas, la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, copiando el modelo deportivo de la URSS, ten¨ªa que conformarse con una medalla de oro en Montreal 76.
Erich Mielke, jefe de la Stasi, quer¨ªa tener un equipo potente del Estado. Lo encontr¨® con el Dinamo de Berl¨ªn, la uni¨®n de la idea del Dinamo, un club deportivo con diferentes secciones, y Berl¨ªn, la gran capital. El Dinamo Dresde era el gran club de la Alemania Oriental hasta que acab¨® con la paciencia de Mielke. En la ¨²ltima jornada de la temporada 1977-78, la que otorg¨® al Dinamo Dresde su tercer t¨ªtulo seguido, Erich Mielke entr¨® al vestuario de los campeones y les explic¨® que a partir de entonces su equipo ganar¨ªa las ligas. ?rbitros, expulsiones, lesiones inesperadas¡ todo se puso a favor del Dinamo de Berl¨ªn y ganaron los diez siguientes campeonatos. Muchos intentaban escapar con la excusa del f¨²tbol. No s¨®lo jugadores, el estadio del Dinamo de Berl¨ªn solo permit¨ªa llenarse a la mitad.
En 1989 cay¨® el Muro de Berl¨ªn y, en el plano futbol¨ªstico, lo hizo hacia el lado oriental, aplastando a sus clubes. La Oberliga tard¨® dos a?os en terminarse, los dos que necesit¨® para que el f¨²tbol alem¨¢n se reorganizase. Los equipos del este estaban tan atrasados con respecto a los del oeste que pocos duraron en la Bundesliga. Ahora el Dinamo Dresde es colista en Segunda y en Primera solo se encuentran el Hertha y el Uni¨®n Berl¨ªn, que ascendi¨® esta temporada por primera vez en su historia (el RB Leipzig tambi¨¦n es de esa zona, pero no exist¨ªa en tiempos de la RDA).

F¨²tbol y droga en los 80
Yugoslavia. La selecci¨®n plavi fue finalista de la primera Eurocopa (1960) y semifinalista de la 1976, que acogi¨®, y del Mundial de 1962. El Estrella Roja, por su parte, gan¨® la Copa de Europa en 1991, veintisiete d¨ªas antes de la declaraci¨®n de independencia de Eslovenia que desat¨® la guerra de Yugoslavia.
Prosinecki se march¨® al Real Madrid y Savicevic o Mihajlovic solo duraron un a?o m¨¢s. Al igual que Mijatovic y Suker. Los grandes equipos de Serbia o Croacia, pa¨ªses de un talento descomunal, dominan a nivel local pero son juguetes en manos de los grandes transatl¨¢nticos cada vez que se los encuentran en la Champions. La mayor¨ªa han tenido serios problemas econ¨®micos y son algunas tantas v¨ªctimas de la Ley Bosman.