Un fantasma llamado Valencia
El Valencia ha perdido identidad en el c¨¦sped y personalidad en oficinas. Se ha vuelto un club que habita en el silencio y un proyecto en el que sus futbolistas han dejado de creer.
La imagen de las gradas vac¨ªas fue por culpa del coronavirus, aunque resume lo que est¨¢ siendo el Valencia desde hace meses. Mestalla estuvo desangelado, pero m¨¢s lo est¨¢ el equipo y el club. La imagen que ha ofrecido el Valencia en su eliminatoria contra el Atalanta ha sido triste, por momentos lamentable. Pero analizando c¨®mo ven¨ªa el equipo, c¨®mo estaba ¨²ltimamente, a pocos le puede sorprender su eliminaci¨®n, y lo peor es que no parece haber tocado a¨²n fondo. Ni el equipo ni el desgobierno.
Ocho goles en 180 minutos evidencian la superioridad de los italianos y la p¨¦sima lectura de c¨®mo jugarle a este adversario que ha tenido el Valencia. El Atalanta supo explotar al m¨¢ximo sus virtudes y el Valencia fue incapaz de hurgar en sus defectos, que los tiene. Pero no fue cuesti¨®n de actitud ni tan siquiera fue causa el hecho de jugarse el partido a puerta cerrada.
Las lagunas deportivas
La eliminatoria ha demostrado la falta de respuestas que tienen los futbolistas, que sienten tambi¨¦n impotencia por las bajas que le acompa?an al equipo desde hace meses y por errores como los de Diakhaby, un futbolista que se est¨¢ perdiendo entre fallos y l¨¢grimas, pero que tiene que seguir ¡®enchufado¡¯ porque no hay m¨¢s. Quiz¨¢s a Diakhaby le hac¨ªa mejor de lo que es Marcelino, un t¨¦cnico que siempre ha destacado por sacar rendimiento a sus jugadores, lo que seguramente sea la manera m¨¢s rentable para cualquier due?o en t¨¦rminos deportivos y econ¨®micos.
La Champions, por desgracia, solo ha hecho que ponerle al Valencia en su sitio y constatar la descomposici¨®n del proyecto que Lim liquid¨® en septiembre. El equipo ha encajado 27 goles en los 15 partidos que lleva disputados desde que comenzara 2020. El Valencia se fue de vacaciones en Navidad y a la vuelta dej¨® de ser el que era.
Celades supo mantener hasta diciembre la inercia de un equipo que ven¨ªa de ser campe¨®n. En Liga iba de menos a m¨¢s y en Champions lograba lo que hac¨ªa siete a?os que no suced¨ªa: meterse en octavos. Pero ah¨ª, entre turrones, se acab¨®. Hoy el Valencia est¨¢ eliminado de la Copa del Rey por el Granada, de la Champions por goleada, como lo fue de la Supercopa por el Real Madrid, y en Liga est¨¢ fuera de los puestos europeos.
Las lagunas sociales
El Valencia es hoy un club que se ha quedado sin voz. La crisis del coronavirus ha puesto la guinda a la pol¨ªtica que rige el d¨ªa a d¨ªa del club desde la llegada de un nuevo director de estrategia comunicativa. El silencio es su banda sonora. C¨¦sar S¨¢nchez ni tan siquiera ha sido presentado como Director de F¨²tbol, cargo que ocupa desde enero, y el presidente Anil Murthy solo habla en entrevistas a medios extranjeros.
Las entrevistas a revistas inglesas y peri¨®dicos italianos se conceden, en teor¨ªa, para potenciar la imagen exterior (una se hizo en Italia para un especial que solo sali¨® en B¨¦rgamo) y sin embargo sus palabras descontroladas por quien deber¨ªa asesorarle lo que provocan son incendios en la casa. ¡°Queremos entrenadores funcionarios¡±, dijo en una de ellas el presidente. Esa frase dilapid¨® la credibilidad de Celades, y el ¡°Es lo que hay¡± (Twitter oficial del Valencia el d¨ªa despu¨¦s a la derrota a Barcelona cuatro d¨ªas despu¨¦s del despido de Marcelino) le acompa?ar¨¢ a Murthy como su gesto de mandar callar a la grada.
Las lagunas internas
El ¨²nico que levanta la voz cuando puede es el capit¨¢n Dani Parejo, que encima est¨¢ se?alado por la c¨²pula precisamente por su sinceridad y tambi¨¦n por ser un alma libre, al que se pens¨® incluso en sancionar por avisar pocos d¨ªas antes que ir¨ªa de invitado a La Resistencia (Movistar). El vestuario hace tiempo que dej¨® de creer en el rumbo que ha tomado el proyecto tras la salida de Mateu Alemany. Murthy no es recibido precisamente con abrazos en el vestuario y un ejemplo de c¨®mo funciona de puertas hacia dentro el club es que a muchos futbolistas no le presentaron formalmente a C¨¦sar hasta pasado un mes despu¨¦s de su nombramiento.
El tema, resultados al margen, que ha terminado de minar la confianza de los jugadores en el proyecto ha sido el (no) fichaje de un central. Al Valencia se le termina el pr¨®ximo s¨¢bado el plazo para incorporar a un sustituto de Ezequiel Garay y por m¨¢s que C¨¦sar haya intentado encontrarlo, de momento no lo tiene. Garay se lesion¨® el 1 de febrero y desde ese d¨ªa cinco derrotas, dos empates y solo una victoria.
Los jugadores asum¨ªan que no iba a ser f¨¢cil encontrar un central. La normativa pone limitaciones por estar fuera de mercado, pero lo que s¨ª les ha molestado es el poco inter¨¦s ¡®econ¨®mico¡¯ del club en hacer un esfuerzo para encontrarlo. El Valencia ha pedido la cesi¨®n de varios centrales, los ¨²ltimos Feddal y Duarte, pero la postura ha sido en todo momento solo invertir en la ficha y ning¨²n club ha dado su brazo a torcer. Y Ferran Torres sin renovar.