Pouso, t¨¦cnico del Mirand¨¦s milagro: "De ¨¦xito no se debe morir"

Juan Carlos Pouso Lejonagoitia, por todos conocido como Carlos Pouso (Lejona, Vizcaya, 1960), es un hombre de f¨²tbol, de esos que ha viajado por Espa?a para hacer frente a campos de barro y ha so?ado con ascensos imposibles. Un entrenador humilde, a todas luces, pero que un d¨ªa se cit¨® con la historia. ?l era aquel "energ¨²meno que pegaba gritos". Lo dice de su propia voz, casi haciendo m¨¢s ¨¦nfasis en eso que en llegar a las semifinales de la Copa del Rey con un equipo de Segunda Divisi¨®n B. Era el timonel de aquel hist¨®rico Mirand¨¦s, que comandaba Pablo Infante y que se qued¨® a las puertas de la gloria ante el Athletic Club de Bilbao.

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?C¨®mo le va?

Estoy en la secretar¨ªa t¨¦cnica del Pontevedra. He dejado el banquillo hace dos semanas. Llev¨¢bamos una mala racha de ocho partidos sin ganar y lo mejor era cambiar la cara y el discurso porque no estaban saliendo bien las cosas, a pesar de jugar bien no consegu¨ªamos resultados. Siempre piensas que t¨² puedes ser el culpable y debes ser honesto y aceptar que puede ser que te est¨¦s acostumbrando al mon¨®logo. Los resultados no suelen enga?ar.

No es la primera vez que deja el banquillo y pasa al despacho, ?qu¨¦ prefiere?

Soy hombre de campo, pero estoy acostumbrado a estar en equipos peque?os en los que me tocaba ser ambas cosas. Cuando he tenido directores deportivos, nunca me han hecho el equipo y yo solo lo he entrenado, sino que hemos ido de la mano. Cuando he sido yo solo, en el Logro?o por ejemplo los dos primeros a?os, es agotador. Son 700 d¨ªas sin descanso, es muy duro. Juegas Playoff y ya te tienes que poner a renovar gente despu¨¦s. No tienes d¨ªas libres, aunque te vayas una semana a la playa vas con los dos m¨®viles y no dejan de sonar. No se lo deseo ni a mi peor enemigo (r¨ªe). Prefiero o una cosa o otra, no las dos.

Da mucho trabajo¡­

La confecci¨®n de la plantilla, repartici¨®n de dinero, negociaci¨®n de contratos¡­ Adem¨¢s llevarlo al d¨ªa a d¨ªa, al banquillo, al seguimiento de los rivales¡­ Las dos cosas son imposibles y m¨¢s como soy yo, que me gusta implicarme mucho en las cosas.

Entre tanto trabajo, recalca que ha tenido poco tiempo libre¡­ ?Hay alg¨²n d¨ªa que no se acuerde de aquella gesta del Mirand¨¦s?

En los momentos malos, te acuerdas de los buenos, porque tienes que buscar cosas positivas. Pero afortunadamente he tenido momentos muy buenos tambi¨¦n en otros sitios. Despu¨¦s de aquello, me ha tocado vivir Playoffs que no salieron bien en Logro?o. De todo se aprende. Cuando llegan estas fechas y el Mirand¨¦s vuelve a estar en la cresta de la ola, la gente de prensa se acuerda m¨¢s de ti que en otros momentos. S¨ª lo rememoro, pero no soy de mirar mucho las im¨¢genes, de lo emocionante que fue aquello, del gol de Caneda, de los tantos de Pablo Infante contra el Villarreal¡­ Es algo que siempre est¨¢ ah¨ª, igual est¨¢s viendo v¨ªdeos del Carnaval de C¨¢diz y te sale de repente el gol de Pablo Infante. Ah¨ª tiras del hilo y vuelves a verlo. Pero no soy de mirar mucho ¨¢lbumes de fotos, me deprimo mucho, me veo muy joven (r¨ªe). Del pasado no se puede vivir, te sirve para tener un presente y en el presente te tienes que ganar el futuro.

Dice que los de prensa nos acordamos siempre de aquello y es cierto, pero quiz¨¢s los lectores no. Expl¨ªquele c¨®mo jugaba aquel Mirand¨¦s.

Era un equipo muy alegre, muy s¨®lido defensivamente, muy solidario. Alternamos transiciones veloces con un juego, cuando el rival te cerraba, con pausa y paciencia en campo rival. Si el contrario se expon¨ªa a salir desde atr¨¢s, le apretamos arriba y rob¨¢bamos cerca del ¨¢rea. Cuando el equipo propon¨ªa un f¨²tbol m¨¢s directo, ten¨ªamos argumentos para ser ganadores en ese estilo. ?ramos muy listos para coger los rechaces y poder jugar nuestro f¨²tbol. ?ramos camale¨®nicos. De aquel Mirand¨¦s lo fundamental es que logramos el ascenso a Segunda Divisi¨®n por primera vez en nuestra historia. Era nuestro objetivo, porque el a?o anterior se nos fue por poco. Nos pas¨® en el ¨²ltimo partido, contra el Guadalajara. Fue curioso porque imag¨ªnate la decepci¨®n, pero nos dijeron que hab¨ªa que ir a la plaza porque hab¨ªa 3.000 personas esper¨¢ndonos. ?C¨®mo vamos a celebrar un fracaso? (r¨ªe) Era inaudito.

Ah¨ª edificamos la primera piedra de lo que despu¨¦s fuimos capaces de construir la temporada siguiente. Nos qued¨® un importante grupo de gente y ten¨ªamos entre ceja y ceja el ascenso, aunque no lo dec¨ªamos. El tema de la Copa lo tom¨¢bamos como un premio entre semana. Jug¨¢bamos contra equipos de Primera Divisi¨®n, que encima nos abr¨ªan su campo, a un humilde de Segunda B para jugar un amistoso contra ellos. As¨ª nos lo tom¨¢bamos, rotamos mucho a la gente, todos jugaban en las dos competiciones. Fue un a?o tremendamente bonito, hist¨®rico. Ahora el Mirand¨¦s es un club m¨¢s grande y mira lo que est¨¢ haciendo este a?o. Es digno de elogio. Tiene una unidad muy importante, una comuni¨®n entre todos sus estamentos: directivos, jugadores, afici¨®n, cuerpo t¨¦cnico¡­ Un equipo de Segunda que est¨¢ poniendo contra las cuerdas a un rival que juega tan bien como la Real Sociedad.

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Tirando de hemeroteca, alguna vez dijo que lo importante fue el ascenso. ?Qu¨¦ le contar¨¢ antes a sus nietos, la Copa o subir a Segunda?

No tengo nietos, todav¨ªa no, aunque por edad podr¨ªa tener (r¨ªe). Igual para la historia de ellos, por el ¨¢mbito en el que lo conseguimos, ante equipos de Primera, en estadios monumentales, les contar¨ªa lo de la Copa. Les dir¨ªa "yo estaba ah¨ª, el que est¨¢ pegando gritos como un energ¨²meno era vuestro abuelo". Para el ego personal, fue bonito mientras dur¨®, pero el ascenso nos marc¨® a todos. Era algo que ni so?¨¢bamos, porque nos hab¨ªamos salvado de milagro dos a?os antes. Despu¨¦s, hicimos una gran campa?a, lo intentamos, nos quedamos a las puertas ante el Guadalajara, pero los que nos quedamos un a?o m¨¢s, lo ten¨ªamos entre ceja y ceja. No lo hab¨ªamos so?ado, pero lo hab¨ªamos tenido tan cerca¡­ Que lo tuvimos grabado a fuego. La temporada siguiente tambi¨¦n fue muy bonita: salvamos la categor¨ªa con mucho orgullo. Fue el a?o de mi despedida.

Le llover¨ªan las ofertas despu¨¦s de todo¡­

La verdad es que s¨ª tuve posibilidades esa temporada, pero ten¨ªa un a?o m¨¢s firmado. Si no hubi¨¦ramos subido y nos hubi¨¦ramos quedado en Segunda B, igual hubiera sentido un fracaso y nos hubi¨¦ramos perdonado el a?o de contrato que me quedaba. Pero al conseguir el ascenso, era un reto nuevo: mantener el equipo en Segunda. Durante la temporada, coment¨¦ que si consegu¨ªamos salvarnos era el momento de cambiar de aires, de que el Mirand¨¦s tambi¨¦n hiciera un proyecto diferente. Ve¨ªa que el club estaba condenado a luchar por la permanencia y era una responsabilidad enorme. Al final de temporada, decid¨ª marcharme y, adem¨¢s, estaba destrozado de una rodilla.

A pesar de que tuve alguna oferta, no de Segunda, sino de Segunda B, decid¨ª operarme porque no me llenaba nada de lo que ten¨ªa y mi salud me lo imped¨ªa. Estaba cojo perdido. Me oper¨¦, me recuper¨¦ bien, me oper¨¦ de la otra rodilla porque empezaba a tener la misma sintomatolog¨ªa y me dediqu¨¦ a ver f¨²tbol. Antes de acabar la temporada, ya ten¨ªa m¨¢s de una oferta y me decant¨¦ por la del Logro?¨¦s, donde he pasado cuatro a?os fant¨¢sticos. La ciudad es ¡®acojonante¡¯, el club es sensacional, la afici¨®n muy entusiasta¡­ Espero y deseo que este a?o logren el ascenso porque est¨¢n haciendo las cosas muy bien.

?No le lleg¨® a llamar ning¨²n equipo de Primera?

No, la verdad es que no. He tenido buenas ofertas, pero de Primera no. Tambi¨¦n, aparte de ser entrenador, ten¨ªa trabajo. Tuve la mala suerte de que mi empresa quebr¨® y hubo un momento en el que me qued¨¦ sin empleo y sin equipo. Yo hubiera sido feliz entrenando en Vizcaya y con mi trabajo. Fue un chasco, me tuve que dedicar al f¨²tbol casi por obligaci¨®n. Son circunstancias de la vida, pero no me arrepiento. El f¨²tbol es mi pasi¨®n, aunque no me daba pena ponerme un buzo desde las siete de la ma?ana hasta las tres de la tarde. Adem¨¢s, ten¨ªa un grupo de trabajo sensacional, que nunca me puso problemas para libranzas y vacaciones para viajar por el f¨²tbol.

Usted ha vivido muchas experiencias en clubes modestos, imagino que le gustar¨¢ el nuevo formato de Copa.

Me parece m¨¢s bonito. Es igual que en otros pa¨ªses y todav¨ªa tiene alguna cosa que matizar. Como el VAR, que si no dan las gradas, el c¨¦sped¡­ Habr¨¢ que corregir esos temas, pero es bonito. Sobre todo para el f¨²tbol de barro. A lo mejor los que han perdido contra un equipo de Tercera o Segunda B est¨¢n m¨¢s mosqueados, porque eso puede suponer un cisma en el vestuario, pero es bonito para el f¨²tbol, que todos tengan igualdad de oportunidades.

Si aquella Copa hubiera sido a partido ¨²nico, ?cree que su Mirand¨¦s hubiera llegado tan lejos?

Lo principal es que ¨¦ramos un bloque, aunque Pablo logr¨® un hito hist¨®rico: el de ser el m¨¢ximo goleador de la Copa del Rey. Entre otras muchas batallas, Pablo era determinante y por motivos de trabajo decidi¨® no moverse de Miranda. Podr¨ªa haber cambiado a equipos m¨¢s fuertes, le quer¨ªa todo el mundo. Es un t¨ªo formado, un economista y aqu¨ª era valorado y estaba cerca del trabajo. Tuvimos la suerte de disfrutarle, a ¨¦l y a C¨¦sar Caneda. A Arroyo, a M¨²jika, a Martins, a Ra¨²l¡­ A mucha gente con la que tuvimos suerte de coincidir en el momento exacto y en el lugar exacto.

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Igual si esto hubiera pasado a d¨ªa de hoy tendr¨ªan una serie en Netflix¡­

No lo s¨¦ (r¨ªe). Pero est¨¢bamos muy centrados en lo nuestro, disfrutamos poco de lo que est¨¢bamos haciendo. La vida pasa y hay otras circunstancias que te llevan a otro lugar. Fue muy bonito. El Madrid gan¨® cinco Copas, ahora tres Champions y que digan que no tiene m¨¦rito¡­ M¨¦rito no tiene ir a pescar a un pozo en el que te sueltan las truchas y no pescar ninguna. Quien diga que no es m¨¦rito no entiende de f¨²tbol o es enemigo. Nosotros lo mismo, seguimos manteniendo relaci¨®n, alg¨²n jugador me llama¡­ De ¨¦xito no se debe morir nunca. Morir de un ataque de importancia es una mala muerte, yo no voy a caer en eso.

?Cu¨¢ntas opciones le da al Mirand¨¦s de meterse en la final de Copa?

Si pudiera apostar, apostar¨ªa (r¨ªe). Conf¨ªo, s¨¦ que va a ser dif¨ªcil porque ya no le va a sorprender tanto. Va a depender mucho de los 20 primeros minutos, si el Mirand¨¦s es capaz de generar peligro y no defender todo el rato, le dar¨¢ vidilla. Tampoco pasa nada si le hacen un gol, porque pueden hacer dos perfectamente. En Anduva, con su gente, con sus particularidades. Van a salir con una inyecci¨®n de adrenalina. La motivaci¨®n de un Mirand¨¦s va a ser siempre superior a un equipo de gran nivel. Le pas¨® lo mismo al Mirand¨¦s con el Coruxo. Ese d¨ªa no se fue a la calle por el canto de un duro. Al final, el pez chico se convierte en una ballena. Peligroso para peces grandes, se hace enorme.

Complete la frase. Aquella Copa del Rey fue¡­

Fue maravillosa. Un sue?o. Un sue?o feliz y bonito. Habl¨¢bamos mucho del sue?o de Alain. ?l no lo dec¨ªa, pero cuando ¨ªbamos eliminando a equipos de Segunda B, un d¨ªa solt¨® que hab¨ªa so?ado que ¨ªbamos a llegar a la final de Copa. Yo le dije: "Deja la cerveza que te est¨¢ empezando a hacer da?o. ?C¨®mo vamos a llegar nosotros a la final de Copa? Est¨¢s loco". Los jugadores se descojonaban cada vez que pas¨¢bamos una eliminatoria. El d¨ªa del Villarreal, en el banquillo, les hab¨ªa prometido a todos como premio que esa eliminatoria la iban a jugar todos. Garmendia y Ra¨²l Garc¨ªa, que eran los laterales titulares, no jugaron en la ida y, por cambio de sistema, ellos me encajaron menos a pesar de ser titulares habituales. Jugamos con un 3-4-3 y ah¨ª prefer¨ª jugar con gente m¨¢s poderosa ofensivamente. Jugaron Iribas y Ernesto Amantegui, lo recuerdo perfectamente.

Estaban en el banquillo, con el m¨®vil y les pregunt¨¦ que si estaban enfadados, que jugaban siempre, que qu¨¦ jeta. Me respondieron que no, pero que les hab¨ªa prometido que esa eliminatoria la ¨ªbamos a jugar todos y que los dos mismos tontos se quedaban fuera en la ida y la vuelta. Les respond¨ª: "No me toqu¨¦is los cojones, que esta no la vais a jugar, pero la siguiente ronda s¨ª". Me miraron y dijeron lo mismo que yo le hab¨ªa dicho a Alain: "Este ha vuelto a beber. Ha retomado la cerveza". Yo estaba convencido de que ese partido lo ¨ªbamos a ganar. Sali¨® bien, a veces esos planes no salen, nos reservamos a gente buena para la segunda parte y fueron los que hicieron los goles. Luego cumpl¨ª mi palabra y jugaron en la siguiente eliminatoria.