El Espanyol ya derrot¨® a los Wanderers por un m¨¢gico 5-0
Hace 95 a?os de la haza?a, en Sarri¨¤, ante un rival tan supuestamente superior que paraba cuando marcaba el noveno gol. Pero no era de Wolverhampton, sino de Middlesex.
EI libro de 1933 'The Mighty Kick: Romance, History and Humour of Football' ya apuntaba con rotundidad que los Wanderers "fueron los primeros ingleses en jugar en la mayor¨ªa de grandes ciudades europeas, aunque su tarea excepcional consisti¨® en visitar los peque?os pueblos, donde su nombre apenas era conocido". Un hito viniendo del pa¨ªs en que se invent¨® el f¨²tbol.?
Eran tan superiores a la mayor¨ªa de sus rivales que, en sus inicios, establecieron la norma de parar si anotaban nueve goles; en caso de que alguien marcara el d¨¦cimo, pagaba "las bebidas y el entretenimiento de la noche". Y, aun as¨ª, perdieron contra el Espanyol. Y por un 5-0 que este jueves valdr¨ªa a los pericos para obrar el milagro de acceder a los octavos de final de la Europa League. Un precedente esperanzador de no ser porque aquellos Wanderers no eran de Wolverhampton, sino de Middlesex, a solo 200 kil¨®metros.?
Fundado en 1905 en una localidad que se situaba al noroeste de Londres y que d¨¦cadas despu¨¦s ya fue absorbida por la gran urbe, se trataba de un equipo de exhibici¨®n, de car¨¢cter 'amateur' en una ¨¦poca, no en vano, donde no abundaba la profesionalidad sino el oficio, la experiencia y el deporte simplemente por amor.?
Prueba de ello es lo que sucedi¨® el 17 de abril de 1914. 11 a?os antes de medirse con el Espanyol, los Wanderers visitaban al Barcelona, en una serie de cuatro amistosos en 14 d¨ªas. En el tercero de ellos, el conjunto cul¨¦ andaba corto de efectivos porque tres de sus jugadores, que eran estudiantes, no recibieron el permiso de sus profesores. As¨ª que se reforz¨® el Bar?a con tres jugadores del Espanyol: Santiago Massana, Emili Sampere y Pere Gibert. A este ¨²ltimo lo intentaron fichar tras el partido, pero respondi¨® as¨ª: "No. en el Espanyol comenc¨¦ y en el Espanyol acabar¨¦".?
Disc¨ªpulo del 'Grapas', como era c¨¦lebre Gibert, Ricardo Zamora fue precisamente uno de los destacados en ese doble enfrentamiento entre los pericos y los Wanderers que se vivi¨® los d¨ªas 23 y 24 de mayo de 1925 en Sarri¨¤. Ven¨ªa el Espanyol de un a?o horroroso a nivel de juego, pero en el primero de los compromisos ya se impuso por un solitario 1-0, que anot¨® a tres minutos del final Mart¨ª Ventolr¨¤, en una de sus apariciones iniciales con el club perico, y aprovechando un rechace del portero Roberts.?
A las cinco de la tarde del d¨ªa siguiente, y con precios populares de una y dos pesetas, exactamente las mismas alineaciones se reencontraban. Pero esta vez el Espanyol le ten¨ªa tomada la matr¨ªcula al Wanderers, hasta convertir la igualdad del primer d¨ªa en un desborde absoluto. Y en un contundente 5-0 que abri¨® de nuevo Ventolr¨¤, a centro de Crescente Olariaga, que engord¨® con un 'hat-trick' (uno de ellos, de penalti) Jos¨¦ Luis Zabala y que culmin¨® Teodoro Mauri, en una jugada colectiva con Pere Colls y el citado Olariaga. Un 5-0 de otra ¨¦poca ante un equipo errante, los otros Wanderers.