Osasuna-Real Madrid: memorias de una rivalidad 'caliente'
Los encuentros que disputan Osasuna y Madrid en El Sadar son encuentros tensos, de fuerte competitividad y con ambientes caldeados. Aqu¨ª repasamos tres cap¨ªtulos de esos choques.
Se vuelve a disputar una nueva edici¨®n de un partido caliente: Osasuna-Real Madrid. Siempre que los blancos juegan en El Sadar lo hacen bajo un fuerte ambiente, cargado de tensi¨®n y de nervios. Esa tensi¨®n palpable hace que los jugadores blancos sufran en demas¨ªa a lo largo de los 90 minutos de encuentro. Esta rivalidad alcanz¨® gran (y mala) notoriedad a lo largo de la d¨¦cada de los 80. Aqu¨ª recogemos tres episodios acaecidos en esa ¨¦poca...
ROJA A SANTILLANA Y UN CERDO VESTIDO DE BLANCO?
Jornada 16 de la temporada 1982-83. El Madrid llegaba l¨ªder a Pamplona, mostrando un juego s¨®lido y solvente: nadie hab¨ªa conseguido ganar a los que entrenaba por aquel entonces Alfredo Di St¨¦fano. Y a El Sadar lleg¨® el Madrid con la idea de seguir su inmaculada trayectoria. Poco a poco se dar¨ªa cuenta de que no iba a poder ser posible. A la media hora de juego, en un lance (desafortunado para los madridistas, afortunado para los locales), el colegiado Dam¨ªn Rend¨®n, se?al¨® penalti por manos de Juan Jos¨¦: en un intento de frenar un centro de Echevarr¨ªa, el bal¨®n golpe¨® en el brazo del defensa gaditano, se?alando el correspondiente penalti, que R¨ªpodas se encargar¨ªa de transformar en el 1-0. Apenas diez minutos despu¨¦s, Santillana establecer¨ªa el empate. A falta de diez minutos Echeverr¨ªa desnivelar¨ªa el marcador, pero lo peor vino despu¨¦s: Santillana fue expulsado por reclamar una cartulina a un jugador rojillo por una falta sobre Juanito dentro del ¨¢rea que defend¨ªa Basauri. Mientras se iba, el delantero c¨¢ntabro, presuntamente, insult¨® al colegiado. Pese a que el madridista jurase y perjurase que no hab¨ªa dicho nada, le cayeron tres partidos de sanci¨®n. Pero no qued¨® ah¨ª la cosa: una moneda lanzada desde la grada golpe¨® a Santillana seg¨²n se retiraba al vestuario el delantero madridista. Adem¨¢s, y durante el encuentro se lanz¨® un cerdito vestido de blanco al terreno de juego. Tambi¨¦n fueron sancionados los madridistas Paco Bonet y Uli Stielike.
TUERCAZOS A GALLEGO Y VALDANO
En medio de un ambiente moldeado por un sorteo de competiciones europeas que hab¨ªa deparado un enfrentamiento Madrid-Juventus y a escasos tres d¨ªas de recibir los blancos al Barcelona en el Bernab¨¦u, Osasuna recib¨ªa a los madridistas, l¨ªderes en aquel momento, en El Sadar. Y como era habitual, el ambiente fue tremendo desde que los de Beenhakker salieron a calentar. Pese a que Miguel Indurain hizo el saque de honor (hab¨ªa ganado el Tour del Porvenir de la CEE), desde el primer minuto, miembros radicales del conjunto rojillo comenzaron a lanzar botellas, monedas, mecheros, naranjas, bengalas¡ a los lugares donde se situaban los jugadores blancos. Gallego (un tornillo le dio en el ojo provoc¨¢ndole un s¨ªndrome contusivo del polo anterior del ojo derecho) y Valdano (al argentino le dieron en la cabeza) fueron los que sufrieron las peores consecuencias en los diez primeros minutos de partido. El colegiado del encuentro, Jim¨¦nez Moreno, se mostr¨® impasible. Los locales ganaron por la m¨ªnima, gol de Bustingorri, apeando a los blancos del primer lugar de la tabla clasificatoria. Los blancos se quejaron tambi¨¦n de una acci¨®n de R¨ªpodas, que golpe¨® a Buyo cuando ¨¦ste se dispon¨ªa a sacar de puerta. El Sadar fue clausurado...
EL INFIERNO QUE VIVI? PACO BUYO
En la temporada 1988-89, en el encuentro que abr¨ªa la segunda vuelta, el colegiado del encuentro, Socorro Gonz¨¢lez tuvo que suspender el encuentro. En el primer encuentro de la temporada, madridistas y rojillos hab¨ªan empatado a dos tantos en el estadio Santiago Bernab¨¦u, mientras que en la vuelta, los rojillos se hab¨ªan adelantado con un gol de Pizo G¨®mez a los 34 minutos de la primera parte. En este caso el gran perjudicado fue Paco Buyo. El portero madridista padeci¨® todo un infierno. Nada m¨¢s saltar al campo a entrenar, desde la zona donde se situaban los seguidores m¨¢s radicales del conjunto navarro, la pitada fue tremenda, incluyendo pancartas con lemas como ¡°Buyo ejecuci¨®n¡± y ¡°Buyo, criminal y payaso¡±, as¨ª como un coro constante que le gritaba: ¡°Buyo, c¡, ir¨¢s al pared¨®n¡±. Asimismo, le arrojaban todo tipo de objetos contundentes: naranjas, tuercas, monedas, petardos¡ Uno de ellos alcanz¨® al cancerbero gallego. Tras ser avisado el delegado de campo y no hacer caso, el colegiado, Socorro Gonz¨¢lez, se?al¨® la suspensi¨®n del encuentro. Tres d¨ªas despu¨¦s, el 31 de enero, el Comit¨¦ de Competici¨®n decidi¨® cerrar el estadio navarro por tres encuentros, y que lo quedaba por jugarse se hiciera en La Romareda a puerta cerrada el 8 de marzo. Y fue all¨ª, en Zaragoza, donde se disputaron los 47 minutos restantes. Hugo S¨¢nchez igual¨® la contienda a falta de cinco minutos para el final¡