El Atl¨¦tico entra en coma
Los rojiblancos empataron ante un Legan¨¦s que llegaba colista y domin¨® gran parte del partido. Cu¨¦llar expulsado por perder tiempo en un final que llenaron los nervios.
Fueron los ¨²ltimos minutos del partido irrespirables. Con una tensi¨®n alt¨ªsima, llena de pitos, silbidos y un Atl¨¦tico desquiciado e incapaz de ganarle a un equipo que lleg¨® como colista de LaLiga. Esta transici¨®n est¨¢ resultando un trago partido a partido. Encara todos el Atl¨¦tico como si todos los problemas del mundo estuvieran sobre sus hombres y hombros. A veces, en el f¨²tbol, ocurren cosas as¨ª. Cosas como que tu lateral derecho titular se lesiona (Trippier, pubalgia) y tu suplente tambi¨¦n (Arias, tres semanas KO), as¨ª que debes mirar hacia el fondo de tu banquillo y soplarle el polvo a un fichaje de 2016, Vrsaljko, que pon¨ªa unos centros precisos, medios goles, pero que no funcion¨®, y se fue a Mil¨¢n, Inter, y se rompi¨® la rodilla, y regres¨® para recuperarse, s¨®lo eso, pero que en una ma?ana fr¨ªa de enero ah¨ª est¨¢ de nuevo, escuchando desde la hierba el Thundertrucks del Metropolitano para volver a jugar once meses despu¨¦s de la ¨²ltima vez y veinte de la rojiblanca. Por no tener, en la emisi¨®n de la tele no ten¨ªan ni su foto.
Es lo que tiene este Atleti y sus lesiones, este Atleti y sus plantillas tan cortas, que uno que no cuenta nada es de pronto titular en una ma?ana llena de obligaciones. Porque el Atleti las arrastraba todas tras Eibar, Le¨®n. Y el pasado llamando a la puerta. El Vasco Aguirre, el primero que logr¨® escapar a las Intertotos y los grises en los a?os previos al Cholo. Le ha dado garra a un Legan¨¦s que ayer nunca pareci¨® colista. Su plan, perfecto: todo defensas.
Sali¨® con nueve, una l¨ªnea de cinco y otra por delante de cuatro, Braithwaite solo en punta, como llanero solitario. Del Legan¨¦s fue el primer c¨®rner del partido. Regalo rojiblanco tras una falta de entendimiento entre Felipe y Oblak. Los primeros diez minutos tendr¨ªan todos los ingredientes de la pel¨ªcula de terror que vendr¨ªa. Intenso el Legan¨¦s, ten¨ªa el control, la confianza, los pases por dentro y las oportunidades. Kevin desde la frontal, chut de Braithwaite. Pero a la porter¨ªa rojiblanca hab¨ªa regresado Oblak y sus milagros son lo ¨²nico que nunca est¨¢ de tr¨¢nsito en el Atleti. Y menos mal. Por delante, su equipo no hac¨ªa m¨¢s que chocarse contra la muralla pepinera, incapaz de enlazar dos pases.
La grada, mientras, debat¨ªa. Si hab¨ªa t¨ªmidos pitos, m¨¢s alto, mucho m¨¢s alto, se escuchaba el grito de guerra de los ¨²ltimos a?os. Ole, ole, ole. Sobre la hierba el Atl¨¦tico ten¨ªa su primera ocasi¨®n, un centro de Lodi que pein¨® Awaziem y Correa, solo, envi¨® por encima del larguero. El hombre de negro nunca ha sentido tan estrecho el traje. Todo lo que ve¨ªa era un desprop¨®sito. P¨¦rdidas de Thomas, p¨¦rdidas de Sa¨²l y todo imprecisiones ante un Legan¨¦s que iba, ven¨ªa y mandaba al antojo de Roque Mesa. Todo pudo cambiar cuando Morata y Correa se escaparon en una contra, el muro ca¨ªdo, pero el ¨²ltimo ladrillo del Vasco, Cu¨¦llar, despej¨® la volea mientras el Lega volv¨ªa a ocupar todos los metros. El descanso lleg¨® con Correa cojo tras una entrada de Bustinza y Vitolo calentando fuerte en la banda.
El sacrificado del Cholo fue Llorente, su jugador menos malo ayer en el centro, s¨®lo una p¨¦rdida en 45 minutos. Nada m¨¢s pisar la hierba Vitolo, Jo?o le filtr¨® un bal¨®n de gol que estropearon entre el canario y Correa, estorb¨¢ndose. Era el portugu¨¦s un vergel en un desierto. Pero nadie aprovecha sus pases. Segu¨ªa dominando el Legan¨¦s ante un Atl¨¦tico como la M-30 en un d¨ªa de lluvia, atasco infinito. Oblak enviaba a c¨®rner un disparo lejano de Recio mientras Cholo hac¨ªa tetris con sus jugadores. Del 4-3-3 al 4-4-2 con Sa¨²l y Thomas en el doble pivote o un 4-2-3-1 con Sa¨²l segundo delantero. Tanto mareo para nada, Braithwaite segu¨ªa amenazando cada vez que pisaba el ¨¢rea ante un Atl¨¦tico empe?ado en lanzar centros laterales hacia ning¨²n lugar, perdido en la b¨²squeda de s¨ª mismo. Le faltar¨¢ gol, s¨ª, pero sobre todo l¨ªderes, el coraje de hombres como Gabi o God¨ªn. Los futbolistas de ahora van al choque como pidiendo perd¨®n. Ay Koke. Cu¨¢nto falta cuando no est¨¢.?
A la desesperada se lanz¨® el Atl¨¦tico sobre los minutos finales. Con delanteros lo hizo Aguirre, Carrillo sumado a Ruibal y Braithwaite. Desapareci¨®. Y eso que el segundo cambio del Cholo hab¨ªa sido Herrera, que todo lo empeor¨®. Era Vitolo ya el mejor otro d¨ªa m¨¢s, el ¨²nico con intenci¨®n, desborde y casi un Goya. Porque se dej¨® caer ante Recio con una gran actuaci¨®n que a Mateu no enga?¨®. Un Mateu que tampoco vio penalti en una ca¨ªda de Felipe con Rosales. Enloqueci¨® el brasile?o, el partido. El desquicie llen¨® el final.
El Atl¨¦tico lanzando c¨®rners rid¨ªculos, los decibelios alt¨ªsimos, Cu¨¦llar expulsado por buscar otro Goya, fingir la agresi¨®n de un recogepelotas, y perdiendo tiempo de camino a los vestuarios, que con el punto el Lega dejaba de ser colista. Cuatro minutos tard¨®. S¨®lo uno m¨¢s durar¨ªa el partido, con Silva obligado portero y los rojiblancos sin aprovecharlo. Una opereta dantesca para cerrar otra, en lo que se ha convertido este equipo. De mal en peor.