El Liverpool acaricia la Premier
Los de Klopp volvieron a imponer su ley y dejan la Premier vista para sentencia. Van Dijk y Salah castigaron al United y celebraron los mil d¨ªas de los reds sin perder en Anfield.
El Liverpool tiene techo, o eso nos obligamos a creer, pero hasta que lo encuentre parece que va a seguir dejando registros para el recuerdo. Fant¨¢stica primera parte de los de Klopp en el ¡®Cl¨¢sico¡¯ de la Premier League, suficiente para haber sentenciado de forma abultada el partido contra un United venido a menos, aunque finalmente tuvo que ser Salah quien cerrase el encuentro en la ¨²ltima jugada. Los de Solskjaer, que no pueden ni so?ar con acercarse al nivel de plantilla de los reds, mejoraron en el tramo final, pero las carencias impidieron la posibilidad de empate. Con este resultado, y con un partido menos que el Manchester City, los de Klopp ya sacan 16 puntos al segundo clasificado. Casi nada.
Lleg¨® el d¨ªa 1.000 desde la ¨²ltima derrota en Anfield¡ y el Liverpool se empe?¨® en mantener la costumbre. No iba a ser el Manchester United, que lleva sin ganarle all¨ª desde hace cuatro a?os, quien rompiese una racha que parece tan s¨®lida como este equipo. Los de Solskjaer fueron, con una diferencia abismal, un equipo peque?o en manos de un verdadero grande de Europa, una comparaci¨®n que seguro que no ha sentado nada bien a los verdaderos aficionados red devils.
El ¡®Cl¨¢sico¡¯ de Inglaterra dio el pistoletazo de salida en el minuto 14 con un cabezazo de van Dijk en un c¨®rner que sirvi¨® para demostrar una vez m¨¢s el poder¨ªo a¨¦reo del holand¨¦s, pero que tambi¨¦n dej¨® una reflexi¨®n: ?Qui¨¦n es el responsable de poner al joven Williams, de 19 a?os y 1,71 de altura, a cubrir hombre a hombre a uno de los centrales m¨¢s poderosos del planeta? Solskjaer, con sus ojos saltones, prefiri¨® mirar para otro lado.
La pol¨¦mica llegar¨ªa apenas unos minutos despu¨¦s, cuando el propio capit¨¢n de la selecci¨®n oranje contact¨® con De Gea cuando este intentaba hacerse con un bal¨®n a¨¦reo. El esf¨¦rico, que se le escurri¨® entre las manos, termin¨® en Firmino poco despu¨¦s, que se sac¨® un latigazo y marc¨® el segundo. El espa?ol, airado, se gan¨® una tarjeta amarilla por sus protestas, pero el VAR le dio la raz¨®n y el gol fue anulado. Aun as¨ª, siguen quedando muchas dudas de que eso fuese falta. Poco despu¨¦s, y esta vez sin discusi¨®n alguna, el linier arrebat¨® un golazo a Wijnaldum por posici¨®n antirreglamentaria.
El torbellino de f¨²tbol de los de Klopp solo era comparable, por contraposici¨®n, con la apat¨ªa de los de Solskjaer, que se la jug¨® con una defensa de cinco y dej¨® en el banquillo a Mata, que hab¨ªa sido el mejor de los dos ¨²ltimos encuentros, y a Greenwood, que pod¨ªa aportarle un poco de mordiente en la punta de ataque. Sin Rashford, este United es un equipo absolutamente plano.
Aun as¨ª, en la segunda mitad el equipo mejor¨®, sobre todo a ra¨ªz de la entrada de los dos hombres a los que se estaba echando de menos, pero tampoco lleg¨® a crear verdadero peligro m¨¢s all¨¢ de una ocasi¨®n clara desperdiciada por Martial y el marcador no se volvi¨® a mover hasta el contraataque de Salah que sirvi¨® para echar el cierre. El Manchester United se queda, as¨ª, quinto, aunque empatado a puntos con el Wolves y a apenas uno del Sheffield United.