Naufragio del Atleti en Ipurua
Batacazo de los de Simeone ante un Eibar intenso. Burgos abri車 el marcador en el 9' en una jugada de estrategia y Exp車sito lo cerr車 en el 89'.
Recibi車 el Eibar al Atl谷tico en Ipurua estrenando pareja de centrales, Burgos-Bigas, y un prop車sito claro: evitar que la lluvia que ca赤a constante del cielo se ti?era de rojiblanca en el c谷sped. Sin el barro que se formaba en batallas pasadas y ante el Atl谷tico m芍s ofensivo que ayer le pod赤a salir al Cholo (Correa, Vitolo; Morata, Jo?o), parec赤a el equipo de Mendilibar un maestro de esgrima r芍pido y eficaz, buscando dar la estocada desde la primera jugada. Era suyo todo. La intenci車n, el dominio, las ocasiones, la hierba h赤brida. Su florete, la presi車n alt赤sima. Y el Atl谷tico, mientras, dormido, como en los inicios de otros tantos partidos, y todo grietas en aquello en lo que una vez fue indestructible: el bal車n parado. Ni Oblak ni el VAR pudieron evitar lo inevitable. S車lo lo retrasaron. Unos minutos.
Porque la primera vez que el Eibar se acerc車 al portero esloveno lo hizo Pedro Le車n lanzando una falta como una granada sobre su porter赤a. La desactiv車 Oblak con su mano milagro. Como el cabezazo posterior de Enrich a la salida de un c車rner, titular 谷l y no Charles. Cinco minutos despu谷s estaban todos los hombres de Mendilibar otra vez ante Oblak, olisqueando la sangre. Orellana acababa de sacarle un c車rner a Arias. Lo prolong車 Enrich, lo cabece車 a la red Burgos, que iba con m芍scara. La celebraci車n de Mendilibar la detuvo un bander赤n al aire. Fuera de juego. Hasta que Gil Manzano se llev車 un dedo al o赤do: era el VAR. El gol val赤a. Todo el Eibar corr赤a a la banda para fundirse en un abrazo mientras el Atleti tiritaraba desnudo bajo el agua.
Porque todos los planes del Cholo se estampaban en la pizarra de Mendilibar y su defensa y presi車n altas, su verticalidad e intensidad. El Eibar ganador de cada duelo, disputa y segunda jugada. El Atleti enred芍ndose como un ovillo en sus pases por dentro, con el pelotazo como 迆nico recurso. Y echando de menos terriblemente al Correa de los 迆ltimos partidos. La primera vez que el argentino apareci車 en el partido fue en el minuto 25 para rematar sin fuerza un centro de Vitolo en la primera vez que los rojiblancos le encontraban la espalda al Eibar. Poco antes, Dmitrovic sacaba una buena mano ante Jo?o. Despu谷s, Cote cegar赤a a Morata en una ocasi車n: deb赤a tirar y decidi車 pasar. Era el 35* cuando el Atleti al fin despert車 y se encontr車 en medio de este partido.
Buscaron los rojiblancos su ropa bajo la lluvia igualando la intensidad del Eibar en los duelos y las disputas, el ritmo. El descanso lleg車 despu谷s de que Jo?o intentara superar a Dmitrovic con una vaselina a metro y medio y Vitolo tropezara en el 芍rea y Correa, que inici車 su ocasi車n al dejar pasar el bal車n, con la rodilla del portero en el rechace.
A esperar sali車 el Eibar tras el reposo, mientras el primer bal車n disputado lo ganaba Sa迆l. Declaraci車n de intenciones. El partido iba a jugarse ahora combinando por bajo y cerca de Dmitrovic. El Atl谷tico encontraba a Vitolo y buscaba a Jo?o, m芍s activo y sin el gesto ab迆lico de 迆ltimamente. La pelota la llevaba de lado a lado un Correa que, al dar un paso hacia dentro, dejaba la banda derecha libre para que Arias amenazara con sus carreras. El Eibar, neutralizado, esperaba tranquilo. Porque los minutos pasaban en Ipurua sin que el gol rojiblanco llegara. Morata cabeceaba suave en la l赤nea de gol un centro de Sa迆l. Y Simeone a su espalda ten赤a a Ad芍n, Lodi, Llorente y Hermoso con tres chavales.
Era el 71* cuando Sa迆l recorr赤a el camino inverso de otros partidos: abandonaba el lateral, acababa de entrar Lodi. Mendilibar respond赤a quit芍ndole el forro a su juguete nuevo: Crist車foro. Como Simeone de eso no tiene, busc車 la remontada en los minutos finales fiado a la cantera. ※No tengo otra cosa§, parec赤a gritar al palco, el equipo est谷ril, la plantilla tan corta, el mercado a迆n abierto. Entr車 Camello, debut車 Clemente, intent車 Oblak evitar de nuevo lo inevitable ante Exp車sito. Que el Eibar se hab赤a soltado otra vez ante un Atleti roto por sus propios cambios. Lo hizo el portero una vez, lo de la mano milagro, pero la siguiente ya no. Era el 89* cuando el Eibar se fund赤a de nuevo en un abrazo para celebrar ese disparo de Exp車sito desde la frontal. Le hab赤a arrancado de nuevo la ropa al Atleti en la noche de Ipurua, en pleno enero. Y con los mismos problemas de siempre.