Expediente X en el Bernab¨¦u
El Madrid se dej¨® dos puntos ante un Athletic extraordinariamente defensivo tras estrellar tres balones en los palos. Tercer empate consecutivo de los blancos.
El Madrid sale de su semana cl¨¢sica con un expediente X por resolver. Tres partidos ante tres de los cuatro equipos que le siguen en t¨ªtulos resueltos en empate, ese limbo que al Bernab¨¦u le parece un infierno. El Athletic puso plomo al ataque del Madrid. Mont¨® una excelente defensa sin otra pretensi¨®n que el empate y donde no estuvo un impecable Unai Sim¨®n aparecieron, por tres veces, los palos. El Madrid fue incapaz de abrirse paso por las bandas, se vio atrapado en el centro y no apret¨® en la acometida final para intentar ganar por bravura.
Definitivamente, el Madrid pasar¨¢ la temporada cambiando de coreograf¨ªa en funci¨®n del adversario y del escenario. Pinta que ante rivales astifinos se abrigar¨¢ con cuatro centrocampistas y que al resto le tutear¨¢ con el 4-3-3 cl¨¢sico de Zidane. As¨ª, en Barcelona sali¨® recatado y ante el Athletic, escotado, con Rodrygo y Vinicius, dos millennials, de estribor a babor, como monaguillos de Benzema. Rodrygo es jugador de escuela y Vinicius, de calle. Gol por un lado, inventiva por otro. El plan es subir el nivel bajando la edad media, el sue?o de cualquier entrenador y de la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social. La irregularidad, como la inocencia, ir¨¢n perdi¨¦ndola con los a?os, pero tienen buen color.
Garitano s¨ª puso del rev¨¦s al Athletic: tres centrales, dos laterales kilom¨¦tricos, dos mediocentros dique, dos mediapuntas y Williams, el guepardo de LaLiga, que ven¨ªa jugando en la derecha desde la lesi¨®n de Muniain, de nuevo en punta. El saque de centro ya acab¨® en un pelotazo largo cerca del ¨¢rea del Madrid. El Athletic es un equipo de pocos pre¨¢mbulos y enorme presi¨®n sobre la primera salida de pelota. Un gran grupo sin la pelota y bastante atropellado con ella. Todo lo que se le ocurre es al espacio y ah¨ª no mide bien.
Mientras le dur¨® el combustible fue un incordio para el Madrid, dominador pero atascado por dentro y por fuera, especialmente por la banda de Rodrygo. Los 18 a?os hacen de ¨¦l un futbolista retra¨ªdo, sin demasiado atrevimiento, poco retador. Le cost¨® arrancar pero dibuj¨® dos buenos centros de rosca que la cabeza de Benzema no rentabiliz¨®. Luci¨® m¨¢s Vinicius, futbolista menos convencional y, por tanto, m¨¢s dif¨ªcilmente defendible. Se maneja mejor ante zagas frondosas, aunque casi cada una de sus jugadas viene con pero.
Modric asumi¨® pronto y bien la direcci¨®n general de un partido trabado, impreciso, con demasiados apagones en los ¨²ltimos metros. El croata fue la mejor cabeza de un partido amarrado. Con todo, el Madrid disfrut¨® de tres ocasiones clar¨ªsimas antes del descanso. La primera se le fue a Vinicius, esta vez no por falta de templanza. Benzema le abri¨® un corredor en el ¨¢rea, sent¨® de un recorte a su marcador y Unai Sim¨®n balonmaniz¨® su parada milagrosa con un pie. Poco despu¨¦s fue Kroos quien serpente¨® hasta el ¨¢rea peque?a mientras le evitaban ins¨®litamente hasta tres defensores del Athletic. Su disparo sin oposici¨®n estuvo a punto de volarle la cabeza al meta. Peg¨® en su hombro y despu¨¦s en el larguero. A la tercera no lleg¨® el meta, driblado por Benzema, cuyo disparo con poco ¨¢ngulo lo sac¨® de tac¨®n Unai N¨²?ez. El Athletic estuvo cerca del gol en un derechazo de Williams salvado por Courtois tras un error de Valverde, que es m¨¢s interior que pivote y le resulta dif¨ªcil disimularlo. En esos fogones no tiene par Casemiro. Tambi¨¦n le anularon un gol a Kodro, por fuera de juego de cuarto y mitad de pantorrilla, muy cerca del intermedio.
Cambios sin cambio
Al Madrid le cost¨® reactivarse en la segunda mitad. Al Athletic le iba bien ese ritmo de bolero del encuentro s¨®lo interrumpido por un cabezazo al larguero de rompe y rasga de Nacho, que tuvo que sustituir a Militao, al que un manotazo de Kodro en un ojo mand¨® a la lona.
A Zidane le pareci¨® poca p¨®lvora, la misma que tampoco apareci¨® en el Camp Nou, y fue rearmando al equipo con Bale y con Jovic, un doble ca?¨®n con una buena capa de ¨®xido. Del partido salieron Rodrygo y Vinicius, este tocado, en otra tarde tan prometedora como incompleta. Pero antes, el ex de Flamengo hab¨ªa hecho una llamada a la acci¨®n a la grada del Bernab¨¦u persiguiendo a Yuri durante cincuenta metros para cortar la salida de pelota. Sin brasile?os, el Madrid perdi¨® las bandas. En partidos as¨ª es cuando m¨¢s a?ora a Marcelo, el gran activista en la banda izquierda.
El Athletic se sent¨ªa cada vez m¨¢s c¨®modo y menos agobiado. El Madrid, por contra, fue deshaci¨¦ndose conforme las piernas de Modric se ven¨ªan abajo. Los reci¨¦n llegados no actualizaron ese dominio inconstante de la primera mitad, aunque Jovic tambi¨¦n tuvo su raci¨®n de palo en un cabezazo. El serbio a¨²n no es soluci¨®n ni de emergencia. En su remate se le fue al Madrid la ¨²ltima esperanza y ahora vuelve a verle la espalda al Bar?a.