Correa, el ¨¢ngel rojiblanco
Sali¨® en el 56' y cambi¨® al Atleti: marc¨® un gol y asisti¨® a Morata, que marc¨® de tac¨®n. Bartra hizo el gol b¨¦tico. Los de Simeone volvieron a ganar fuera en Liga tres meses despu¨¦s.
Primero lleg¨® el gol, hace dos jornadas. Ayer, el premio gordo. Volver a ganar fuera de casa. No lo hac¨ªa el Atl¨¦tico desde septiembre. Y lo hizo en el Villamar¨ªn ante un Betis a ratos brillante pero sin pegada. Con Morata convertido en un personaje de Dickens, del fr¨ªo oscuro a la redenci¨®n con sus fantasmas, y un regalo: ?ngel Correa. En la tarde luminosa, la orden del Cholo pod¨ªa palparse con claridad: ahogar el inicio del Betis, que hab¨ªa hecho goles antes de los primeros quince minutos en sus ¨²ltimos cuatro partidos. En el 6¡¯ la vida en campo contrario de los rojiblancos ya ten¨ªa su recompensa: gol de Morata. La dicha dur¨® un suspiro. Silbato del ¨¢rbitro: estaba en fuera de juego. No hizo falta ni VAR para comprobarlo. Ah¨ª vive. Partido a partido. Comenzaba el tiempo del Betis.
Un Betis que comenz¨® a crecer alrededor de Bartra. Un paso atr¨¢s, tercer central y solidez. Uno adelante, pivote y dupla con Guardado para liberar a Canales y Fekir. Uno es talento, el otro era un tormento. Parec¨ªa viento, indetectable. Los rojiblancos, incapaces de intuir por d¨®nde aparecer¨ªa, estaba en todas partes, en los espacios y apoyos, su 8 siempre hacia Oblak. En el minuto 15 el dominio inicial del Atleti parec¨ªa de otro partido, tan lejos quedaba, abnegado ahora por el temporal Fekir. Temblaba la madera de la porter¨ªa de Oblak por un balonazo al travesa?o que Feddal enviaba de cabeza.
El Atl¨¦tico era una pesadilla antes de Navidad. Sin tensi¨®n, sin soluciones, sin mando, sin Koke. Porque el capit¨¢n se hab¨ªa quedado en Madrid, una elongaci¨®n, y el partido era la foto de por qu¨¦ siempre juega. Porque cuando no lo hace el equipo se descompone, incapaz de tener el bal¨®n y moverlo con inteligencia o un plan. Ay, capit¨¢n, mi capit¨¢n. Pero Koke no estaba y el Cholo parec¨ªa haber lanzado a sus hombres como si fuesen dados sobre la hierba, donde cayeran. Y Thomas ten¨ªa el d¨ªa impreciso, y Sa¨²l en el centro no funciona, y el mejor que saca el bal¨®n, Herrera, estaba en la banda. Lemar directamente parec¨ªa un futbolista del Betis con la camiseta contraria. Todo un desprop¨®sito. Como el tiro de Morata que se estrell¨® en el poste tras correr 40 metros, solo. Pero cuando lleg¨® ante Joel, mano a mano, todos los fantasmas de su cabeza estaban en su pierna. Dispar¨® desde el borde del ¨¢rea, precipitado y al centro. El portero, que incluso se hab¨ªa escurrido, sac¨® el guante y desvi¨®. Lo mejor que pudo pasarle al Atleti fue que llegara el descanso.
Correa todo lo cambia
El paso por la caseta no cambi¨® demasiado el partido. El Betis con el bal¨®n y el dominio. El Atleti, desnudo a la intemperie. Hasta que Simeone mir¨® atr¨¢s y se sac¨® del banquillo la carta Correa. Se iba Lemar, otro tren que pasa y no coge, y mientras los hombres del Cholo se ordenaban de forma m¨¢s natural (Sa¨²l a la banda y Herrera al pivote), Correa presionaba para birlarle el bal¨®n a ?lex Moreno y el partido al Betis. Quiebro de cintura ante Joel, portero sentado y pelota a la red. Cien segundos llevaba en la hierba. Aprende, Lemar.
El Betis cay¨® en la ansiedad, Fekir difuminado, como simple tormenta de verano, el Atl¨¦tico ordenado y p¨¦treo, amurallado en su campo. Rubi, con tantos metros por delante, volvi¨® a inclinar el campo con la entrada de Lainez. Acarici¨® el empate con un bal¨®n desde fuera del ¨¢rea de Bartra y otro a la madera de Canales. Pero Correa segu¨ªa en la hierba y Correa encontrar¨ªa a Morata para que convirtiera la pesadilla de antes en su propio Cuento de Navidad: remat¨® de tac¨®n y Joel la toc¨® pero no par¨®. As¨ª es como siempre le sale mejor: cuando Morata no piensa mantiene sus fantasmas a raya. El gol de Bartra lleg¨® en el descuento y subi¨® cuatro minutos m¨¢s tarde: lo que tard¨® en revisar el ¨¢rbitro en el VAR una mano de ?lex Moreno. Subi¨® al marcador pero s¨®lo fue pedrea para Rubi. El Gordo lo llevaba el Cholo: ese chico menudo y flaquito, con el f¨²tbol y la voz de los tangos, ?ngel Correa. Le devuelve a la Champions. Y as¨ª acabar¨¢ este 2019.