Llega un nuevo Cl¨¢sico al Camp Nou: Messi contra Benzema
El Bar?a, el Madrid y sus estrellas llegan en empate perfecto. Los azulgrana, con Rakitic y su tridente. Los blancos, con un 4-4-2 y Bale como presunto titular.
Pasion¨®metro en mano, no hay Cl¨¢sico de mayor intensidad que un Boca-River, seg¨²n consenso general. Pero en t¨¦rminos absolutos, el Bar?a-Madrid resulta incomparable. Incluso este, trasladado a un mi¨¦rcoles por el conflicto catal¨¢n, el gran entrometido del duelo. Las amenazas de bloqueo obligar¨¢n a medidas excepcionales y a un hecho ins¨®lito: los dos equipos se concentrar¨¢n en un hotel a menos de un kil¨®metro del Camp Nou y llegar¨¢n juntos al estadio. Una sola comitiva es m¨¢s sencilla de proteger. En el oficio de 4.000 agentes est¨¢ que hoy se hable ¨²nicamente de f¨²tbol.
El duelo tiene una apariencia descomunal. Se miden dos de los tres clubes con plantillas m¨¢s valoradas del mundo (1.190 la blanca, 1.180 la azulgrana, ambas por detr¨¢s de la del City), est¨¢ prevista su emisi¨®n en 181 de los 193 pa¨ªses reconocidos y se estima una audiencia de 650 millones de espectadores, m¨¢s de un 8% de la poblaci¨®n del planeta. Un partido global salpimentado por el empate a puntos y por el nacimiento tard¨ªo e inesperado de un competidor para Messi.
El franc¨¦s ha metido dos goles m¨¢s en el curso y los mismos en LaLiga, ha participado en m¨¢s ataques de gol, suma m¨¢s remates en la competici¨®n y hasta ha tropezado m¨¢s veces con el poste, una de las especialidades de Messi. El argentino, con menos minutos, le aventaja en una asistencia. ¡°Antes hab¨ªa un cohete (Bale) y un anotador (Cristiano) y luego estaba yo, la pieza para que funcionara todo¡±, le dijo a RMC el pasado verano. Ahora es la sant¨ªsima trinidad del Madrid.
Al otro lado, Messi ha comenzado a embalarse. Ha metido 12 goles en sus nueve partidos de Liga, dos hat-tricks incluidos. Y ofrece varios datos preocupantes para el Madrid: diez de sus 14 tantos los ha hecho en el Camp Nou y suma ya 26 contra los blancos. Messi ha invertido una tendencia hist¨®rica. Hasta su llegada, el Madrid casi doblaba en Ligas al Bar?a (30-16), ahora la ventaja blanca (33-26) ha retrocedido a la que disfrutaba en 1972.
4-3-3 frente a 4-4-2
A Valverde le quedan pocas dudas. Con Arthur fuera y Rakitic rehabilitado, montar¨¢ el tinglado habitual a espaldas del tridente, que a estas alturas de curso suma ya 33 goles. Zidane tiene m¨¢s bajas (Marcelo, Hazard, Asensio, Lucas V¨¢zquez...) y m¨¢s dudas. Le ha ido mejor en los ¨²ltimos tiempos con cuatro centrocampistas y, adem¨¢s, ah¨ª tiene m¨¢s donde elegir. Son seguros Casemiro y Valverde, primer dique de Messi, m¨¢s Kroos. Isco y Modric se juegan la cuarta plaza. Arriba, como compa?ero de Benzema, se hace casi inevitable Bale. Rodrygo ha mostrado la irregularidad propia de su edad y Vinicius no le entra a¨²n por el ojo al t¨¦cnico.
La radiograf¨ªa de uno y otro no desmiente la tabla. El Madrid defiende mejor (segundo equipo menos goleado), en contra de su tradici¨®n, y el Bar?a tiene m¨¢s p¨®lvora, a favor de ella. Los azulgrana son l¨ªderes en disputas ofensivas y los blancos, en defensivas (Casemiro es maillot de la combatividad del torneo). La posesi¨®n es cul¨¦ y tambi¨¦n la precisi¨®n en los pases. A cambio, los de Zidane disparan cuatro veces m¨¢s por partido. A Valverde le ha ido bien con el Madrid (cuatro victorias, dos empates y dos derrotas) y Zidane no ha perdido en el Camp Nou como t¨¦cnico. Y en el escenario se cuela el VAR, que escuece o alivia seg¨²n las semanas. Lo cl¨¢sico.