El recibimiento del domingo ser¨¢ un adi¨®s a Miguel
El domingo la afici¨®n no s¨®lo recibir¨¢ al Celta, sino que tambi¨¦n despedir¨¢ a Miguel, un celtista de quince a?os que falleci¨® el pasado s¨¢bado.
Suele suceder siempre en las malas situaciones deportivas del Celta que la afici¨®n se cita para recibir al equipo a su llegada al estadio con la idea de llenar de moral el dep¨®sito de los jugadores. Este domingo volver¨¢ a suceder, aunque el trasfondo es mucho m¨¢s emotivo. Porque el domingo la afici¨®n no s¨®lo recibir¨¢ al Celta, sino que tambi¨¦n despedir¨¢ a Miguel, un fiel celtista de quince a?os que falleci¨® s¨²bitamente el pasado s¨¢bado. Su muerte ha consternado al celtismo, llenando las redes de l¨¢grimas compartidas, abrazos infinitos a su familia y una conjura colectiva: todos unidos para que Miguel celebre la victoria desde el cielo.
Miguel era incondicional en Barreiro y en Bala¨ªdos, inseparable de su preciada bandera celeste, el ejemplo m¨¢s latente del amor a unos colores. Seguro que este domingo la explanada de Fragoso estar¨¢ repleta de Migueles, de celtistas arropados de sentimiento para recibir a su equipo, el equipo de Miguel, y despedir a uno de los suyos, aunque todos sabemos que Miguel nunca se ir¨¢, siempre permanecer¨¢ en el recuerdo del celtismo. Barreiro y Bala¨ªdos han perdido una garganta amiga, un aliento interminable, pero han ganado una estrella en el cielo. Miguel, ahora tienes mucho m¨¢s poder, empl¨¦alo bien y a¨²pa a tu Celta. Hasta siempre, celtista.