As¨ª juegan Polonia y Suecia, Lewandowski y el juego directo, amenazas para no confiarse nada

POLONIA

Polonia se topa en el camino de Espa?a tras alcanzar la Eurocopa en una fase de clasificaci¨®n notable ante rivales de un perfil m¨¢s bajo como Austria, Macedonia del Norte, Eslovenia, Israel y la cenicienta Letonia. Se ha acostumbrado a participar en los ¨²ltimos eventos importantes y es una selecci¨®n un tanto inc¨®moda. El alma goleadora de Lewandowski se revela como su gran amenaza. El delantero del Bayern lleva una temporada de ¨¦xitos individuales continuados que alimentan las esperanzas polacas.

El seleccionador Jerzy Brzeczek tom¨® las riendas del banquillo tras el Mundial y su andadura no comenz¨® con buen pie al no ganar ninguno de los partidos que jug¨® ante Italia, Portugal y Rep¨²blica Checa en la Liga de las Naciones. Es un t¨¦cnico de escasa experiencia, limitada a su frontera nacional, pero ahora parece haber encontrado un bloque definido y un dibujo m¨¢s fijo con el 1-4-2-3-1. Adem¨¢s de Lewandowski, despuntan nombres como el portero Szczesny, los central Glik y Bednarek, los centrocampistas Krychowiak y Zielinski y las alternativas arriba de Piatek y Milik. Las concesiones defensivas en partidos de cartel son un lastre evidente que acusa en momentos decisivos. Polonia est¨¢ un escal¨®n por debajo de la ¨¦lite europea, pero de la que no se debe fiar uno.

Las bandas. Promedia m¨¢s de 60 ataques por partido a trav¨¦s de los costados. Los extremos ¡ªSzymanski y Grosikci¡ª act¨²an a pierna cambiada.

La variante. Brzeczek puede explotar tambi¨¦n la opci¨®n de una doble punta con Lewandowski y Piatek (o Milik). Es un recurso a?adido.

La duda. No termina de ser competitiva en los grandes torneos. En el Mundial qued¨® eliminada en un grupo asequible con Colombia, Jap¨®n y Senegal.

El nivel. No tiene una plantilla larga y cualquier contratiempo en el once titular alterar¨¢ su respuesta en el torneo al no disponer de reemplazantes serios.

SUECIA

Espa?a se reencuentra con Suecia en la Eurocopa. Rival tambi¨¦n en la fase de clasificaci¨®n, mostr¨® sus cartas en los dos enfrentamientos. Por el Bernab¨¦u pas¨® sin pena ni gloria en un gran partido de la Selecci¨®n y en Solna estuvo a punto de salir victoriosa de no ser por el gol postrero de Rodrigo. El conservadurismo como plan es una m¨¢xima en su ideario al que agrega un juego directo y una intensidad extraordinarias. La pel¨ªcula del ¨²ltimo Mundial, donde lleg¨® a ser cuartofinalista, no invita a mirar a Suecia con demasiada suficiencia.

La f¨®rmula de Janne Andersson es muy b¨¢sica, pero al mismo tiempo efectiva. Con un 1-4-4-2 casi inamovible, apela a los balones en largo y centros al ¨¢rea como m¨¦todo de ataque. Espa?a nunca control¨® en su visita al pa¨ªs escandinavo las descargas y opciones de remate de Berg y Quaison. Presumen de lanzadores de buen pie como Forsberg y Larsson y de un jugador con criterio como Olsson en el medio. El realista Isak tambi¨¦n asoma como revulsivo. La porter¨ªa sigue protegida por Olsen, que estuvo excepcional en Rusia, aunque no se consolid¨® en el Roma. Con Lindel?f y el veterano Granqvist como centrales Suecia busca hacerse fuerte en su ¨¢rea propia y escapar con env¨ªos a sus referencias. Su propuesta tiene cierto aire rudimentario, pero sabe explotarla al m¨¢ximo de sus posibilidades.

El juego a¨¦reo. No solo Berg o Quaison exhiben su potencial en este registro. El central Granqvist se incorpora en todas las acciones de estrategia.

El bloque bajo. No le importa fortificarse cerca de su ¨¢rea. Es una forma de vida que le ha dado ¨¦xito muchas veces.

Defectos

El repliegue. El retroceso de sus centrocampistas se ensucia por cierta lentitud. Los centrales tambi¨¦n sufren a su espalda.

La escena. Tiene problemas en contextos donde el rival mueva con viveza el bal¨®n por el corte. Espa?a necesita del dinamismo y del intercambio posicional que luci¨® en el Bernab¨¦u.

Estrella: Forsberg (28 a?os)