I?aki Gabilondo: "El jugador al que m¨¢s he admirado es Di St¨¦fano"
I?aki Gabilondo (San Sebasti¨¢n, 1942) es socio de la Real Sociedad desde el d¨ªa despu¨¦s de su bautizo, y comenz¨® a ver f¨²tbol en la ¨¦poca de Di St¨¦fano.


?D¨®nde lo ver¨¢?
Dudo entre ir al campo o verlo en casa...
?Es usted un aficionado racional o irracional?
Racional hasta donde puede uno serlo en esto del f¨²tbol, y m¨¢s si te tira la Real. Para nosotros es como el aire que respiramos. Lo tengo interiorizado. Es una cuesti¨®n de identidad familiar, porque soy socio desde el d¨ªa siguiente a mi bautizo.
?Un partido as¨ª le hace cambiar sus rutinas de la semana?
Se ha convertido, en los ¨²ltimos a?os salvo el pasado, que ganamos, en un d¨ªa un poco doloroso para nosotros. Nos suele entrar una p¨¢jara inconmensurable en el Bernab¨¦u. Ah¨ª solemos ser el equipo m¨¢s tontito, blandito, monjil y el m¨¢s inexplicable. Y da un poco de rabia. Hace a?os, cuando las ligas ganadas, esper¨¢bamos este partido con mucha m¨¢s emoci¨®n. Ahora es como un dolor que debe pasar lo m¨¢s r¨¢pido posible.
?Jug¨® usted de peque?o?
?Claro! Jugu¨¦ los campeonatos espa?oles en la playa hasta los 17 a?os. Y quedamos subcampeones¡
?En la playa?
El Campeonato Playero de San Sebasti¨¢n tiene un mont¨®n de a?os. Se celebra los domingos que hay marea baja, en la playa de La Concha. Se montan 14 o 15 campos y juegan equipos de todas las edades y de todos los colegios. Casi todos los grandes de la Real han salido de all¨ª. El recorrido normal era ir del Playero al Juvenil, luego al Sanse y, por ¨²ltimo, a la Real.
?En qu¨¦ posici¨®n se desempe?aba usted?
Medio izquierdo, n¨²mero 6, zurdo. Pero me fui a estudiar a Pamplona y lo dej¨¦. Si no, seguramente hubiera jugado¡ Dec¨ªan que era muy bueno.
?Qui¨¦n era su ¨ªdolo?
Al que m¨¢s he admirado de todos los d¨ªas de mi vida es a Di St¨¦fano. No se puede comparar con ning¨²n otro. Era nuestra referencia. Y luego, Luisito Su¨¢rez.
?Qu¨¦ ten¨ªa de especial Di St¨¦fano?
Jugaba a otro deporte. Cambi¨® el f¨²tbol. Jugaba por todas las zonas del campo, de delantero centro, de medio¡ Antes, los arietes estaban ah¨ª delante, esperando a que se la echaran. Jugar con Di St¨¦fano era como hacerlo con uno m¨¢s. Era el mejor defensa, el mejor medio, el mejor delantero y el m¨¢ximo goleador. Un t¨ªo deslumbrante.
Entiendo...
Y para m¨¢s inri era un guerrero de estos de categor¨ªa. Un luchador incre¨ªble. Les odi¨¢bamos much¨ªsimo (al Madrid), quer¨ªamos ganarles siempre, ten¨ªamos ese gen antimadridista metido desde nacimiento, pero al mismo tiempo nos inspiraban una admiraci¨®n superlativa.
?Y Su¨¢rez?
Era un t¨ªo muy fino, el jovencito que nos hac¨ªa so?ar con ser ¨¦l, porque era m¨¢s asequible que Di St¨¦fano. Aquel Barcelona en el que jugaba ¨¦l con Villaverde, Eulogio Mart¨ªnez, Kocsis y toda esta cuadrilla, era maravilloso. Luisito era tan elegante, daba esos pases de 40 metros estupendos¡ ?Pero sabe lo que estoy pensando?
D¨ªgame.
Que mi primer gran ¨ªdolo antes de todo esto fue Zarra.
?Zarra!
Tengo una historia bonita con ¨¦l. Era el h¨¦roe de todos porque hab¨ªa metido el gol contra Inglaterra, en R¨ªo. Yo era un ni?o. Y un a?o mi padre, que nunca iba fuera de San Sebasti¨¢n a ver a la Real, me dijo: "Vamos a ir a ver al equipo a San Mam¨¦s". Me dijo que ese a?o ten¨ªa la sensaci¨®n de que la Real iba a quedar mejor que el Athletic en la tabla. Y as¨ª fue. Pero ese d¨ªa nos meti¨® 7-1, y cinco fueron de Zarra.
Vaya trago¡
Me los meti¨® todos a m¨ª, yo que era su adorador supremo y que estaba detr¨¢s de aquella porter¨ªa. Pero fue mi primer ¨ªdolo de chaval, s¨ª, y luego, m¨¢s racionalizado, Di St¨¦fano y Su¨¢rez.
?Y el primer jugador de la Real que le enamor¨® de verlo en Atocha?
Als¨²a. Era el exquisito, un jugador muy t¨¦cnico que destacaba en ese f¨²tbol de la Real que entonces era rudo y fuerte. Hubo un exquisito anterior, Rafael Mendiluce. Ambos zurdos y finos¡ Como L¨®pez Ufarte luego, aunque en esa ¨¦poca ya hab¨ªa hombres de buen pie. Pero antes, en San Sebasti¨¢n, eso no era habitual.
Volviendo al Madrid, ?con qu¨¦ otros jugadores disfrut¨® adem¨¢s de con Di St¨¦fano?
Con Gento, Puskas¡ Pero a m¨ª, esos jugadores que han salido de la misma cala?a que Di St¨¦fano, por aguerridos, como Pirri, me impresionaron mucho. ?El Madrid bravo! Mire, el p¨²blico que iba al Bernab¨¦u no conoc¨ªa toda la verdad de su Madrid.
?A qu¨¦ se refiere?
En el Bernab¨¦u jugaba muy bonito, pero hubieran admirado todav¨ªa m¨¢s al equipo de haber visto c¨®mo era capaz de zafarse en campo contrario, con barro, con todos los rivales agarrados del travesa?o despejando balones como leones... y con el p¨²blico encima.
La ¨¦pica del juego.
Y cuando luego el Madrid empez¨® a blandear nos sorprendi¨®. ?Pero qu¨¦ es esto de andar por ah¨ª llorando con el ¨¢rbitro, y que si me han re?ido o me han quitado no s¨¦ qu¨¦? Yo, cada vez que veo al Madrid llorar, me acuerdo de Di St¨¦fano y no lo entiendo. ?Si este era un equipo que hasta los m¨¢s finos ten¨ªan que ser legionarios! Di St¨¦fano no sab¨ªa perder, sencillamente.
?Y Puskas y Gento?
Espectaculares. Puskas era un gordito que ten¨ªa un sprint escalofriante, que no te lo pod¨ªas ni imaginar. Muy corto, ?eh!, pero en esos pocos metros se iba como una moto. Y chutaba con el tiro m¨¢s seco que yo haya visto, sin armar casi la pierna. ?Pum! E iba a la porter¨ªa siempre. En la vida ha tirado fuera ese t¨ªo. Y Gento, era un avi¨®n¡
?Recuerda la primera vez que fue al viejo Atocha?
Buf, empec¨¦ a ir con cuatro a?os. Recuerdo, sobre todo, c¨®mo era el campo. El vestuario era una especie de cobertizo de madera detr¨¢s de una de las porter¨ªas, en una esquina, como en el c¨®rner. Y recuerdo cosas como la primera vez que salieron del centro del campo por el t¨²nel, el primer encuentro con luz artificial, el primer bal¨®n blanco¡
?Y qu¨¦ ambiente hab¨ªa?
Atocha ol¨ªa a fruta agria porque el mercado de fruta estaba detr¨¢s de una de las gradas. Detr¨¢s de otra porter¨ªa estaba el Bar Mugica. Y recuerdo los anuncios sonando en los altavoces. Uno m¨ªtico era de Abascal, una tienda de gabardinas. "Abascaaaal, Abascaaal¡ Abascal 1- Elcano 4". Y Elcano 4 era la direcci¨®n de la tienda.
?Segu¨ªan todos los domingos la misma rutina?
Hombre, de peque?o nos llevaba mi padre, porque ten¨ªamos como seis carnets en la familia. Los partidos eran a las tres y media, e ¨ªbamos antes para coger sitio en el fondo y ver a los jugadores m¨¢s cerca. Luego, en la juventud, ya empezaba uno a ir con amigos, y despu¨¦s del f¨²tbol sol¨ªamos ir a Los ?ngeles, que era un colegio en el que echaban pel¨ªculas muy baratas, a 2,60.
?C¨®mo viv¨ªa su padre el f¨²tbol?
Era silencioso, muy silencioso. Era un hombre de pocas palabras. Curiosamente, nosotros nos hemos vengado de ¨¦l porque hemos salido muy habladores. ?l no expresaba mucho sus emociones. Y un buen d¨ªa dej¨® de ir al estadio. Y nunca supimos por qu¨¦. Le sigui¨® interesando mucho la Real, pero no iba¡ Algo debi¨® de ver, alguien que dijera una barbaridad. Porque a mi padre le gustaban muy poco las broncas.
?Y los partidos que no eran en casa?
Eso era en la radio. Se segu¨ªa la jornada a trav¨¦s de una hoja que se repart¨ªa, que se llamaba Goleada. Era un folio en el que estaban los resultados y unos cuantos anuncios de bares de la ciudad.
?En qu¨¦ medida la radio es f¨²tbol y el f¨²tbol es radio?
En casi toda. Yo soy un ni?o feliz porque he vivido toda mi vida donde quer¨ªa vivir de ni?o. Cuando era un chaval no hab¨ªa televisi¨®n. La tele aparece en mi vida cuando voy a la Universidad. La radio era el electrodom¨¦stico alrededor del cual viv¨ªan nuestros sue?os y nuestras fantas¨ªas. Y el f¨²tbol con Mat¨ªas Prats y Mari?as¡ Las descripciones de los partidos eran muy visuales. "Avanza por la l¨ªnea lateral hasta llegar al centro del campo¡". Ve¨ªas los partidos sin verlos. Nos com¨ªamos los partidos por la radio.
?Prefiere el f¨²tbol de antes al de hoy?
El de hoy es m¨¢s atl¨¦tico y r¨¢pido, pero el problema es que los partidos se parecen mucho unos a otros. Ves un Atalanta-Sampdoria y es como una Ponferradina-Lugo. Todos empiezan tibios, medidos¡ El 90% del juego es previsible y los jugadores maravillosos hacen dos jugadas buenas en un partido. Antes, se pod¨ªan hacer 50 de esas. El f¨²tbol era m¨¢s desordenado, lento y peor, pero los partidos se parec¨ªan menos unos a otros.
?Y hab¨ªa un f¨²tbol del Norte y otro del Sur?
Y uno de campos embarrados y otro de alfombras.
?S¨ª?
Hombre, aparte de lo que pudiera llover, cuando ven¨ªa el Madrid, Atocha lo embarr¨¢bamos. Y mucho. Hasta arriba. Y eso se hac¨ªa en muchos campos del Norte. Y ve¨ªas a los jugadores rebozados en barro. Y eso condiciona la manera de actuar, se jugaba fuerte, en largo, se iba m¨¢s derecho a porter¨ªa¡ Y era distinto a lo que hab¨ªa al d¨ªa siguiente, en campo seco.
?Comparte la pol¨ªtica del Athletic de nutrirse s¨®lo con jugadores vascos?
Me parece estupendo, a la Real tambi¨¦n le hubiera gustado, pero no podemos. El Athletic se nutre de jugadores vascos y de vecinos, que tambi¨¦n hay que decirlo, Logro?o y tal. Y a la Real le hubiera encantado, pero la cantera vasca no da para tanto. El Athletic es m¨¢s poderoso que nosotros y recoge todo, y tenga en cuenta que est¨¢n ellos, la Real, el Eibar, Osasuna¡ Nosotros tenemos mucha gente de la cantera, pero no es suficiente. El Athletic es un poco m¨¢s imperial y recluta de todos lados.
?No cree que tiene m¨¦rito?
Lo tiene, claro, pero no hay pa todos. En la ¨¦poca en que la Real gan¨® aquellas Ligas hab¨ªa derecho de retenci¨®n. Por eso el equipo se pudo mantener. Cuando se les dio la libertad que era leg¨ªtima, se fueron a la vez L¨®pez Ufarte, Txiqui Beguiristain¡ cuatro o cinco juntos. Y la Real no se vio con fuerza para acometer el futuro con futbolistas s¨®lo de la cantera.
?C¨®mo recuerda aquellas Ligas ganadas?
Cuando la Real gan¨® la primera yo era director de informativos de TVE. Estaba muy contento y orden¨¦ que se hiciera un programa especial de media hora dedicada a la Real. Y en ese plan que nos ponemos los futboleros, habiendo tanto madridista en la redacci¨®n, hubo quien manifest¨® su desacuerdo. Algunos se picaron bastante.
?Por qu¨¦?
Porque sacamos aquella famosa imagen de jugadores del Madrid agarr¨¢ndose la cabeza en el c¨¦sped de Zorrilla tras el gol de Zamora. Stielike abatido¡ Y esa foto congelada la sacamos. ?Eso es morboso! Me dec¨ªan. Pero era una foto que reflejaba bien el dramatismo del momento¡ ?Y qu¨¦ caramba, yo era el jefe! (risas).
?Cu¨¢l era el secreto de aquel equipo?
La culminaci¨®n de la pol¨ªtica de cantera de la Real. Eran jugadores que ven¨ªan actuando juntos desde ni?os, y ten¨ªan un f¨²tbol brillante y automatizado. Eran buen¨ªsimos: Arconada, el central Kortabarr¨ªa, Zamora, L¨®pez Ufarte, el delantero centro Satr¨²stegui, que era impresionante.
?Qu¨¦ opina del Real Madrid de estos d¨ªas?
No quiero yo hablar mal del Madrid, pero me da un poquito de risa cuando veo al Madrid o al Bar?a llorar quej¨¢ndose de cosas. Los que hemos visto el f¨²tbol en San Sebasti¨¢n, A Coru?a, C¨¢diz o Logro?o, asistimos bastante estupefactos al espect¨¢culo que ofrec¨¦is a veces vosotros en los peri¨®dicos contando las cicatrices de las heridas dram¨¢ticas que padecen el Madrid o el Barcelona, injustamente perseguidos por los ¨¢rbitros. Si vosotros supierais el espect¨¢culo que ofrece eso a un t¨ªo de A Coru?a o Pamplona... Es que es un poco pat¨¦tico. Es como imaginar a dos ricachones del barrio de Salamanca quej¨¢ndose: "Mis gambas estaban peor que las tuyas, mi langosta¡". (Risas). Resulta un poco grotesco.