Respeto y prudencia en la Real con el modesto Becerril
En el club donostiarra viajar¨¢n con la lecci¨®n aprendida por anteriores eliminaciones sonadas ante rivales de inferior categor¨ªa.
La Real Sociedad ha acogido con mucha prudencia y respeto el resultado del sorteo de la primera eliminatoria de la Copa del Rey. Le ha tocado en suerte jugar en casa del modesto Club Deportivo Becerril, un equipo del grupo VIII de Tercera divisi¨®n de una localidad que no llega a las 800 habitantes. La teor¨ªa dice que los donostiarras deber¨ªan pasar a la siguiente ronda copera superando el partido que deber¨¢n jugar en el campo de f¨²tbol Mariano Haro el 18 de diciembre. Pero en la entidad donostiarra no se f¨ªan, y viajar¨¢n a la localidad castellano-leonesa con la mosca detr¨¢s de la oreja, conscientes de que ya han sufrido en el pasado eliminatorias muy dolorosas y vergonzosas contra otros rivales de inferior categor¨ªa.
Esa sensaci¨®n de prudencia contrasta con la alegr¨ªa desbordante de los jugadores del Becerril al conocer el emparejamiento contra la Real Sociedad. Han seguido todos juntos el sorteo y han estallado de felicidad cuando ha salido el nombre de la entidad txuri-urdin, porque la Real es un club que genera mucha simpat¨ªa por esa tierra, y este peque?o pueblo de casi 800 habitantes recibir¨¢ la visita de un club hist¨®rico de f¨²tbol nacional, uno de los pocos que ha sido capaz de ganar la Liga. La localidad castellano-manchega se volcar¨¢ con sus jugadores el 18 de diciembre generando un clima festivo en el que la Real deber¨¢ luchar para evitar revivir momentos de infausto recuerdo del pasado.
Porque ahora que ha salido el cruce contra el Becerril, vuelve a escena las eliminatorias contra el Zamora, el Hospitalet, Beasain, el Numancia o m¨¢s recientemente contra el Lleida. En todas esas eliminatorias contra equipos que estaban en ese momento en Segunda B o Tercera. La historia de la Real est¨¢ repleta de sonoros fracases en Copa del Rey, de eliminaciones decepcionantes contra equipos que estaban en categor¨ªas m¨¢s modestas que las del club realista. Esto evidentemente da alas al Becerril y le permite so?ar con continuar con esa tradici¨®n de dudoso honor en la historia reciente de la Copa para los realistas. Aunque en San Sebasti¨¢n entienden que esta eliminatoria puede ser una buena posibilidad de redenci¨®n por lo ocurrido en el pasado, y para ello quieren recordar el ejemplo de la ¨²ltima Real campeona de Copa, en 1987, cuando super¨® con apuros la primera eliminatoria contra el modesto Montijo en su campo.