El Madrid deja pasar otro tren
El equipo blanco, de m¨¢s a menos, se estrell¨® contra un Betis muy defensivo. El VAR le anul¨® un gol a Hazard, que comenz¨® bien y luego se apag¨®.
De la tarde de difuntos para los grandes no pudo separarse el Madrid, que perdi¨® una ocasi¨®n estupenda para subirse al liderato. En contra de la costumbre, su camino fue de m¨¢s a menos hasta que se le hizo indescifrable la defensa con tres centrales del Betis. El VAR le quit¨® un gol y no le dio un penalti. Eso fue lo m¨¢s cerca que estuvo de ganar un partido frente a un rival al que la necesidad acul¨® en tablas.
El derrumbe del Bar?a en Orriols y la desventura del Atl¨¦tico en el Pizju¨¢n llenaron de combustible el tanque del Madrid. Del chute de optimismo importado se contagi¨® Zidane, que tir¨® por lo alto en su once, con el que a d¨ªa de hoy ir¨ªa, probablemente, a cualquiera de los vida o muerte que le aguardan de aqu¨ª al final. Tambi¨¦n vio venir la ola Rubi, que acudi¨® con la hormigonera: tres centrales m¨¢s Bartra como mediocentro para este partido post Halloween, fiesta de larga tradici¨®n en Norteam¨¦rica y epis¨®dica en el Betis de Lopera. Un dibujo del cat¨¢logo de Seti¨¦n, que pensaba a lo grande hasta la exageraci¨®n, pero con el equipo en las barricadas, respuesta cauta de quien llegaba al frente de la tabla de goles encajados en el curso. Y es que Rubi anda a¨²n intentando sacar al grupo del traje de otro, haciendo que jugadores horizontales y posesivos casen con su modelo vertical y con los largos periodos de ayuno de pelota.
Aun sin Valverde, que a¨²n es m¨¢s repuesto que pieza original, el Madrid inicial tuvo empuje, circulaci¨®n con cascabeles, ocasiones y a Hazard, definitivamente en cuarto creciente. Al belga, por morfolog¨ªa, le lleva un tiempo pasar de cero a cien, pero ofrece algunos progresos. Tambi¨¦n un mejor conocimiento del grupo. A los ocho minutos dej¨® la primera huella de lo que el Madrid crey¨® comprar. Se limpi¨® a Emerson con un autopase picado y cruz¨® a la red un derechazo que no acab¨® en el marcador porque en el arranque olvid¨® uno de sus talones en fuera de juego. Mendy fue un afluente con gozos y sombras por aquella banda. Le sobran caballos y le faltan templanza y control. Siempre quiso abrirse paso a machete.
Rehabilitaci¨®n verdiblanca
El Betis entr¨® en el partido en posici¨®n fetal, reducido en su ¨¢rea, salvado por Joel, que le par¨® un derechazo a Benzema y un cabezazo a Ramos. Sin embargo, fue perdiendo su aflicci¨®n al mismo ritmo que el Madrid perd¨ªa la punter¨ªa. Poco a poco fue columpi¨¢ndose en Canales y Fekir, dos mediapuntas de clase superior, dos jugadores capaces de sujetar al gurpo y de sacarle de un apuro como el que viv¨ªa en el Bernab¨¦u. Y el Madrid, que es un equipo de esfuerzos cortos, pareci¨® perder el apetito en cuanto fracas¨® el primer asalto. Incluso pas¨® alg¨²n apuro ante Fekir y qued¨® registrada una salida a la intemperie de Courtois que de haber acabado en gol habr¨ªa dado que hablar.
Eso s¨ª, al Madrid siempre le qued¨® Benzema. Un jugador de irregularidad manifiesta en sus nueve primeros a?os, la ciclotimia con botas, funciona ahora como un reloj. Estuvo en lo mejor del Madrid. A diferencia de Jovic, que espera al partido en el ¨¢rea, ¨¦l lo busca all¨¢ donde est¨¦. Anduvo cerca de gol en tres ocasiones antes del descanso y le regal¨® una oportunidad dorada a Ramos con un torer¨ªsimo pase de pecho al que el central dio salida con un tiro violento pero sin ninguna colocaci¨®n rechazado por Joel.
El Madrid regres¨® del descanso en posici¨®n horizontal. La pelota corri¨® poco y sus futbolistas olvidaron el juego al espacio. Sin desmarques, sin velocidad y sin profundidad se lo puso f¨¢cil a un Betis m¨¢s atento que brillante que espor¨¢dicamente adelant¨® mucho la presi¨®n para encontrar la emboscada. En uno de esos intentos fallidos pudo cazarle el Madrid a la contra. Nadie alcanz¨® en el esprint a Mendy, pero el lateral no encontr¨® porter¨ªa en el mano a mano con Joel.
Para agitar un encuentro que se dorm¨ªa entr¨® Vinicius, al que la derecha le parece una c¨¢rcel. Aquella lesi¨®n ante el Ajax de la pasada primavera le ha hecho retroceder extraordinariamente. Su f¨²tbol se ha vuelto m¨¢s atropellado y su facilidad para desbordar tiende a cero.
El Madrid hab¨ªa quemado casi todos los cartuchos, incluido el del VAR, que no llev¨® al punto de penalti una mano de Feddal casi a ras de suelo. La ¨²ltima medida fue desesperada. En un partido con muy pocas progresiones del Madrid por banda, Zidane meti¨® a Jovic por Benzema. Con todo, a¨²n pudo ganar el partido en dos remates de Vinicius desde dentro del ¨¢rea. Cada tarde sin gol contribuye al linchamiento del brasile?o. El final fue tremendo, con el teatro de operaciones en el ¨¢rea peque?a del Betis, el punto geogr¨¢fico en el que nunca estuvo el Madrid.