Lucas enfr¨ªa al Atleti
Un golazo del delantero del Alav¨¦s en el 82' iguala el tanto inicial de Morata y castiga a un Atleti que s¨®lo quiso en la segunda parte. Costa, desaparecido.
Apretaba fuerte los tres puntos Simeone en ese momento, cuando Lucas P¨¦rez agarr¨® ese bal¨®n. Lucas que corre, Lucas que controla, Lucas que se escabulle de Lodi y Sa¨²l (el ¨²ltimo apercibido, una amarilla era perderse el Pizju¨¢n), Lucas que posa los ojos en la escuadra derecha de la porter¨ªa de Oblak. All¨ª enviar¨¢ el bal¨®n. Con un zurdazo inapelable, inalcanzable. El goool de Mendizorroza le arrancaba dos puntos de la mano a Simeone. Otro d¨ªa m¨¢s. Era el 82¡¯. De empate en empate se hace muy dif¨ªcil perseguir Ligas.
Desde el principio el partido fue trabado. Con muchas disputadas, tarascadas y manotazos, sin llegadas a las ¨¢reas. Es capaz el Alav¨¦s de espesar en su campo la hierba hasta convertirla en un callej¨®n estrecho lleno de sem¨¢foros en rojo, sin resquicios. El dominio con el que salt¨® el Atleti dur¨® lo que el bal¨®n rosa a esta Liga: reservado a la nieve, ayer era el blanco el que iba y ven¨ªa.
Si Garitano saltaba sin cambios, los mismos once hombres de inicio en los ¨²ltimos tres partidos, el Atleti lo hizo cambiado. La pareja en la punta de nuevo rota, Costa titular junto a Correa. Lo mismo dio. Fue otro d¨ªa m¨¢s del de Lagarto persiguiendo sombras: la insistencia del Cholo en ponerle comienza a parecer un harakiri televisado. Morata esperar¨ªa sentado, como otros fijos, Koke y Thomas. Varios ¡®no habituales¡¯ llenaban la hierba. Por ejemplo Herrera, Arias, de repente Llorente, que en este estadio se hab¨ªa hecho mayor. Y casi se planta en las duchas s¨®lo quince minutos despu¨¦s, despu¨¦s de una entrada por detr¨¢s, al tal¨®n, sobre Lucas. Vio amarilla, pudo ser roja. Llegaba tarde, llegaba mal, sigui¨® perdido, mucho; sus d¨ªas en el Atleti est¨¢n lejos, muy lejos, de aquellos felices en Mendizorroza.
El partido rascaba como una lija y ah¨ª creci¨® el Alav¨¦s, que ten¨ªa el dominio y el juego directo. Simeone se desga?itaba al ver c¨®mo su equipo se iba atascando en todos esos sem¨¢foros cerrados dispuestos por Garitano. Ni un metro ganado, ni una jugada, un horror esa dupla Llorente y Herrera. El Atleti, asfixiado, perdido, sobreviv¨ªa por Felipe y Hermoso, que no dejaban de achicar agua en el ¨¢rea. Y c¨®rners. Y ocasiones.
Thomas juega, Morata marca
Cuando lleg¨® el descanso, Pacheco hubiera podido ser una foto. Ni una vez se hab¨ªa acercado el Atleti para comprobar si exist¨ªa, si era real. Simeone cambi¨® el rumbo en la caseta. Llorente, en efecto, se quedaba en las duchas, a la hierba Thomas. El partido ya era otro cuando los pies del ghan¨¦s pisaron el verde. Y eso que en la primera pelota que toc¨® le regal¨® un bal¨®n a Lucas que termin¨® afeitando el poste de Oblak. S¨®lo ser¨ªa el ¨²ltimo estertor de lo que hab¨ªa sido la primera parte rojiblanca. Pasado el susto, comenz¨® la partey. Ya hab¨ªa perdido demasiado tiempo el Atleti, 45 minutos otra vez, 45 minutos en los que Costa toc¨® m¨¢s veces a Laguardia que balones. Pero ahora estaba Thomas en la hierba y a sus lomos se subi¨® el equipo, insistiendo por la izquierda, fiado a las carreras de Lodi. Ya s¨®lo faltaban ocasiones.
A la hora, Simeone reun¨ªa en la hierba a Morata con Costa pero s¨®lo dur¨® diez minutos. En el momento en el que Costa se iba del partido, entraba Koke e iniciaba Oblak el juego, la pelota le llegaba a Correa. D¨¨j¨¢ vu del s¨¢bado, el Athletic. Entre todas las piernas, filtr¨® el argentino el bal¨®n a Morata para dejarle solo ante el portero. Gol. Todo el fort¨ªn de Garitano derruido en la primera pelota que tocaba. Pudo sentenciar el mismo Morata un minuto despu¨¦s pero remat¨® centrado, al portero. Maniobr¨® Thomas en el rechace, dispar¨® Correa, Pacheco de nuevo. Qu¨¦ dif¨ªcil es encontrarle un agujero.
Casi como a Oblak. Lo logr¨® Lucas s¨®lo cuando el Atleti dio su habitual paso atr¨¢s. Hab¨ªa evitado ya Arias el gol de Burke, en un lanzamiento de falta, pero ya nadie pudo detener a Lucas mientras pulverizaba el c¨®digo binario al que ya se abrazaba el Cholo. Dej¨¢ndole fr¨ªo, casi tanto como a la Liga que lleva.