FRANCIA | LIGUE1
?Por qu¨¦ la Ligue 1 es cada vez m¨¢s desigual?
El PSG est¨¢ aumentando su ventaja con respecto a los grandes clubes de Francia y la diferencia parece inalcanzable.
?C¨®mo se le puede competir al PSG? Una de las preguntas m¨¢s dif¨ªciles de responder en la actualidad es intentar analizar las razones por las que los equipos franceses no encuentran la p¨®cima para hacerle frente al gigante parisino, dinero aparte. Ni la Ligue 1 del M¨®naco en 2017 ha sido suficiente para equilibrar las fuerzas en una de las competiciones m¨¢s desigualadas de Europa.
Mientras que el PSG cuenta esta temporada con uno de los equipos m¨¢s completos desde la llegada del jeque en 2011, los aspirantes a luchar por el t¨ªtulo se debilitan cada verano. El Lille, 2? clasificado la temporada pasada, vendi¨® a Nicolas P¨¦p¨¦, Thiago Mendes y Rafael Leao, tres de sus mejores jugadores y que sustentaban el sistema de Galtier. Por otra parte, el Lyon no ha sabido hacer frente a las salidas de Mendy, F¨¦kir o Ndombel¨¦ y el Marsella, que fue adquirido hace dos a?os por McCourt para intentar ser el aspirante a quitarle el trono al PSG, apenas ha fichado y sufri¨® las bajas de Lucas Ocampos, Luiz Gustavo o Balotelli.
Antes de que Al-Khela?fi adquiriera el conjunto parisino, la Ligue 1 era una de las competiciones m¨¢s iguales y competitivas del viejo continente. Cuatro campeones en cuatro a?os, diversidad de equipos con propuestas ofensivas y un plus de competitividad en Europa que se hac¨ªa evidente. Prueba de ello son las semifinales de Champions del Olympique de Lyon en 2010 o los cuartos de final del Olympique de Marsella en 2012 tras eliminar al Inter en octavos. El f¨²tbol franc¨¦s era respetado y los equipos se reforzaban no solo mirando al campeonato dom¨¦stico, sino tambi¨¦n hacia Europa.
Actualmente, los clubes franceses se han convertido en grandes vendedores y no tan buenos inversores. Si antes se fichaba para intentar ganar la Ligue 1, ahora se adquieren jugadores para como mucho aspirar a ser 2?. Es lo que ha llevado a equipos como el M¨®naco a pasar de ganar la Ligue 1 a pelear por el descenso en apenas un a?o, y al Lyon a estar actualmente inmerso en una crisis que le ha costado el puesto a su entrenador. Si atendemos a la clasificaci¨®n, el 2? clasificado es el Nantes, un equipo que aglutina porcentajes de posesi¨®n muy bajos y cuenta con una plantilla de escasa calidad individual. El PSG aventaja en nueve puntos al Lille, en 11 al Marsella, en 12 al Saint-?tienne y en 16 al Lyon. Con 11 jornadas disputadas, la diferencia que existe entre el PSG y los dem¨¢s es enorme.
En Europa, los resultados de los clubes franceses son una consecuencia directa de la poca competitividad que ofrecen en el campeonato local. El PSG es l¨ªder de su grupo de Champions, pero el Lyon apenas ha sumado cuatro puntos de nueve posibles, y el Lille uno de nueve. Por su parte, en la Europa League, el Rennes lleva un punto en tres partidos y el Saint-?tienne dos, ambos incapaces de doblegar a rivales te¨®ricamente inferiores como el Cluj o el Oleksandria en el ¨²ltimo partido disputado en la competici¨®n.
Es cierto que el PSG tiene un presupuesto inalcanzable para la mayor¨ªa de los equipos franceses, pero tambi¨¦n hay que atender a la gesti¨®n de clubes para explicar la desigualdad actual. Si Aulas ha perdido la influencia que ten¨ªa en el Lyon para traer a los mejores jugadores a la Ligue 1, equipos como Marsella, Rennes, Nantes, Saint-?tienne o Burdeos se han visto perjudicados por la llegada de nuevos propietarios que ven el club como un negocio y no como una obligaci¨®n de ¨¦xito. La falta de conocimiento de gesti¨®n de los clubes franceses acent¨²a a¨²n m¨¢s la poca resistencia que est¨¢n mostrando contra el PSG. La ¨²ltima esperanza es el Niza, comprado por INEOS en agosto y que ha prometido que en 3 o 4 a?os ser¨¢ un competidor de los parisinos. De momento, est¨¢n m¨¢s cerca del descenso que de puestos europeos.
El PSG va camino de conseguir su s¨¦ptima liga en los ¨²ltimos ocho a?os. Solo Montpellier (2012) y M¨®naco (2017) han sido capaces de poner en entredicho una dinast¨ªa que parece no tener fecha de caducidad y que ha reducido a grandes niveles el atractivo de la que era hace una d¨¦cada una de las competiciones con m¨¢s emoci¨®n de Europa.