Moti o la grada del Ludogorets que recuerda un hito
As¨ª se bautiz¨® una zona del estadio del Ludogorets, que honra al defensa que par¨® dos penaltis en su primera clasificaci¨®n para la Champions.


Una de las gradas del Ludogorets Arena, donde su ubica la afici¨®n m¨¢s pasional del club b¨²lgaro, responde al nombre de Moti. Cosmin Moti, nacido en Rumania y de 34 a?os, es uno de los hist¨®ricos de la ¨¦poca moderna y exitosa, con 269 partidos jugados desde 2012 y 33 goles. Pero, al margen de sus cifras, el central guarda una historia ins¨®lita.
El 27 de agosto de 2014, el Ludogorets jugaba la vuelta de la ¨²ltima previa de Champions ante el Steaua de Bucarest (curiosamente, el rival de siempre de Moti, que jug¨® en el Dinamo). Era la primera vez que las ¨¢guilas (esta es la mascota del equipo) se jugaban entrar en la m¨¢xima competici¨®n europea. En el minuto 90, todo era desconsuelo. El equipo b¨²lgaro perd¨ªa 0-1 y quedaba apeado, pero Wanderson empat¨® y forz¨® la pr¨®rroga.
Cuando los penaltis eran irremediables y el tiempo expiraba, el meta del Ludogorets, Ivan Cvorovic, fue expulsado. El entrenador hab¨ªa agotado todos los cambios. Moti fue el portero en la tanda de penaltis. Anot¨® el primer lanzamiento y, con unos bailes antes de cada disparo rival, logr¨® detener dos y clasificar al Ludogorets para la Champions. Su entusiasmo le llev¨®, con el n¨²mero 91 a la espalda de Cvorovic, a celebrar el ¨¦xito con la grada. Una grada que lleva su nombre y que recuerda uno de los momentos m¨¢s felices del club.
Moti sigue estando en la plantilla del Ludogorets aunque esta temporada solamente ha disputado dos encuentros. Solo el descaro y la locura pueden asociarse a su haza?a, pero tambi¨¦n a su personalidad: el pasado abril tuvo que salir escoltado de un Levski-Ludogorets por marcar el gol de la victoria de su equipo y celebrarlo desafiante con los espectadores. En 2015 se acab¨® de remodelar esta grada que supone el pulm¨®n de la afici¨®n local.