CRYSTAL PALACE 0 - MANCHESTER CITY 2
Guardiola sonr¨ªe de nuevo
Dos goles de Gabriel Jes¨²s y Silva en dos minutos sentenciaron el partido en la primera parte. El City se coloca a cinco puntos del Liverpool, que tiene un partido menos.
En lo extradeportivo, no est¨¢ siendo una semana sencilla para Guardiola. En el terreno de juego, donde ya estaba siendo cuestionado tras una ¨²nica derrota, las cosas empiezan a volver a su cauce. Su Manchester City, que sigue adoleciendo de las carencias atr¨¢s que trajo la lesi¨®n de Laporte, consigui¨® ganar al Crystal Palace, una de las revelaciones del a?o, gracias a dos goles en apenas dos minutos de Gabriel Jes¨²s y David Silva. Los citizens, que siguen segundos, esperan ahora un tropiezo del Liverpool en Old Trafford que les permita reengancharse a la lucha por la Premier.
El partido fue un reflejo perfecto de los dos extremos por los que puede pasar este equipo. El dominio, la circulaci¨®n r¨¢pida de bal¨®n, la sincronizaci¨®n casi mec¨¢nica de cada una de sus piezas¡ el sello Pep en estado puro se pudo ver en los dos minutos que le hicieron falta a los mancunianos para sentenciar el encuentro. Abri¨® la lata Gabriel Jes¨²s en el 39 con un cabezazo tras un centro a la espalda de la zaga que se convirti¨®, adem¨¢s, en el n¨²mero 50 en su cuenta personal desde que lleg¨® a Inglaterra, pero la aut¨¦ntica maravilla lleg¨® apenas 93 segundos despu¨¦s.
Una jugada coral al contraataque, s¨ª, Guardiola al contraataque, perfectamente solventada en apenas 10 segundos por hasta cuatro jugadores del City que termin¨® con Sterling bombe¨¢ndola por encima de la zaga y David Silva empal¨¢ndola sin dejar que tocase el suelo. Una obra de arte que no pudieron repetir en la segunda mitad, donde se pudo ver la versi¨®n m¨¢s imprecisa de Sterling.
En el otro lado de la balanza, los eagles, que es cierto dispusieron de pocas oportunidades, dieron demasiada sensaci¨®n de peligro cada vez que pusieron a prueba la defensa formada hoy por Cancelo, Fernandinho, Rodri y Mendy a pesar de estar Stones en el banquillo. Por suerte para ellos, como en los minutos finales del partido, estuvo Ederson, que sac¨® una mano maravillosa ante un cabezazo de Benteke que termin¨® estrell¨¢ndose en la madera.