Oportunidad perdida
El Real Zaragoza no aprovech¨® la opci¨®n de auparse a la segunda plaza y los no habituales no dieron el salto que reclamaba V¨ªctor Fern¨¢ndez.
El Real Zaragoza ten¨ªa ante s¨ª la oportunidad de auparse a la segunda plaza en Fuenlabrada. Le bastaba con puntuar, pero cay¨® derrotado y dej¨® escapar una oportunidad de oro para llegar al primer cuarto de Liga instalado en los puestos de ascenso directo. Y la misma oportunidad perdieron los no habituales de poner contra las cuerdas a V¨ªctor Fern¨¢ndez en los pr¨®ximos partidos. Ninguno de ellos dio el salto definitivo que reclamaba el t¨¦cnico en la previa. Ya no es que no derribaran la puerta de la titularidad, sino que algunos ni siquiera se pararon a llamar a dicha puerta.
De hecho, ?lex Blanco y Papu estuvieron totalmente desaparecidos. Lejos de ser uno de esos futbolistas que intentan aprovechar su oportunidad como si les fuera la vida en ello, apenas entraron en contacto con el bal¨®n y cuando s¨ª que lo tuvieron en sus botas apenas encararon o intentaron cosas. Estuvieron m¨¢s pendientes de no fallar que de arriesgar y eso, siendo un atacante, es como pegarte un tiro en el pie.
Mejor lo hicieron Pombo, que provoc¨® el penalti, y Soro, que entr¨® desde el banquillo. Todos ellos, incluidos ?lex Blanco y Papu, seguir¨¢n teniendo alguna oportunidad m¨¢s, sobre todo hasta que no llegue un relevo para Dwamena, pero cada ocasi¨®n perdida va en perjuicio de los propios futbolistas y del Real Zaragoza, que necesita sumar m¨¢s efectivos a la causa para estar arriba toda la temporada. Por supuesto, el equipo aragon¨¦s tambi¨¦n contar¨¢ con m¨¢s oportunidades para auparse a la segunda plaza, empezando por este mismo fin de semana si consigue ganar al Mirand¨¦s.
Para ello ser¨¢ necesario no repetir la primera parte de Fuenlabrada, muy similar a la de Soria. El hecho de que los no habituales jugaran a no fallar no deja de ser un calco de lo que fue el equipo en general hasta el descanso. El Zaragoza se march¨® a los vestuarios sin tirar a puerta. Ni tuvo profundidad ni arriesg¨® con el bal¨®n en los pies. Y as¨ª se est¨¢ m¨¢s lejos de ganar que de perder, sobre todo cuando el rival aprovecha el bal¨®n parado y los aragoneses, que han perdido en los ¨²ltimos partidos los cent¨ªmetros de Dwamena y Vigaray, no lo hacen. La Segunda no est¨¢ para regalar una parte entera al contrario.