Aitor salva al Levante y agrava la situaci¨®n de Pellegrino
Doble intervenci¨®n decisiva del meta en el descuento. Antes hab¨ªa parado el penalti que hubiera significado el empate. El Legan¨¦s mereci¨® mejor suerte.

Butarque una vez fue estadio. Ahora es un torbellino de pesimismo. Agujero negro de desaz¨®n que transforma cualquier atisbo de luz en penuria reprimida. Ley de la gravedad que sigue arrastrando al Legan¨¦s al pozo. Los pepineros siguen colistas con solo dos puntos despu¨¦s de perder contra el Levante un duelo en el que pudieron golear a los granotas. Pero en el f¨²tbol es juego de momentos. Los visitantes aprovecharon los suyos para estrenarse lejos de casa. El Lega, no, incluido un penalti que Aitor par¨® con 1-2 en el 78¡¯ cuando se intu¨ªa ¨¦pica tras l¨ªo. El 0-1 s¨ª lleg¨® de pena m¨¢xima discutible. Campa?a marc¨® el otro gol del partido. Pellegrino sigue sin peligrar, pero la paciencia se agota.
En el inicio, el Lega peg¨® un pu?etazo en el espej¨® y de su interior sac¨® su vivo retrato. El de toda la vida. Un equipo intenso, bregador y siempre vertical que se dej¨® notar desde el primer suspiro. Literal. Sac¨® de centro, Awaziem mand¨® un bal¨®n en largo que pein¨® Carrillo y en el rechace Roque forz¨® la amarilla para Vukvecic. Falta peligrosa en la frontal. No hab¨ªan pasado ni doce segundos. Tronaban tambores de guerra sobre la pradera de Butarque. Fue as¨ª durante todo un primer tiempo de avalancha local con epicentro en su dibujo acorde¨®n. A veces defensa de cinco. Otras de cuatro. Por momentos, un 3-4-3. Ruibal fue la novedad. Y funcion¨®.
Al toque y al galope, los de Pellegrino encerraron a un Levante reducido a una camiseta. La del 11. Morales como alfa y omega. Lo ¨²nico granota hasta el pol¨¦mico penalti (otro m¨¢s que indigna a Butarque) de Siovas a Roger (44¡¯). Carrillo tuvo dos claras. ?scar, la tercera con sabor a gol. Pero lleg¨® la jugada del l¨ªo. Roger encar¨® y, supuestamente, Siovas lo trastabill¨®. No parec¨ªa nada. Y de ser, parec¨ªa fuera. Munuera Montero lo puso dentro y el VAR no le desdijo. Roger marc¨® e incendi¨® al Lega. Ard¨ªa Butarque. Campa?a lo apag¨® con un tsunami de clase escondido en su derecha.
Apenas reanudado el choque, col¨® una falta inveros¨ªmil lanzando pegado a la banda. El 0-2 (48¡¯) fue demasiado para un Lega intenso en el orgullo y desesperado en el intento que tuvo hasta media docena de claras ocasiones, incluido el penalti que Braithwaite tir¨® mal y centrado. Aitor la sac¨®. Antes el dan¨¦s (76¡¯) hizo el gol de la esperanza, ¨¦sa que casi se dispara en el 94¡¯ cuando Recio y Soriano (portero) rozaron el empate en el ¨²ltimo c¨®rner. Pero estaba Aitor. Y el mal del ojo. En el agujero negro de Butarque, todo atisbo de luz se desvanece.