La isla de Gallego
El Espanyol, aciago en Cornell¨¤, sigue intratable fuera tras su hist¨®rico triunfo con el CSKA y ante la visita al Mallorca. Es una cuesti¨®n psicol¨®gica o de que el juego se simplifica.


Son ya 11 los partidos oficiales (en los amistosos, en cualquier caso, tampoco hubo derrotas) que acumula el Espanyol sin perder a domicilio. M¨¢s de seis meses desde que cayera el pasado 30 de marzo por ¨²ltima vez. Van seis victorias y cinco empates entre LaLiga, las previas de la Europa League y ahora la fase de grupos, con el hist¨®rico debut en el Arena CSKA de Mosc¨² (0-2), que se iniciaron a¨²n con Joan Francesc Ferrer ¡®Rubi¡¯ pero que se subrayan m¨¢s con David Gallego en el banquillo.
La importancia de este dato desde que el actual t¨¦cnico tom¨® las riendas del primer equipo se cimenta en el contraste con lo sucedido en Cornell¨¤-El Prat, otrora el fort¨ªn perico, convertido ahora en un escenario fatal que cuenta por derrotas los cuatro encuentros ligueros y por un empate insatisfactorio el debut en la liguilla de la Europa League, contra el Ferencvaros (1-1). Es ya una realidad, susceptible de materia psicol¨®gica, que el Espanyol multiplica su rendimiento, al menos en resultados, lejos de casa.
¡°Yo no tengo que huir de nada¡±, sentenciaba Gallego el mi¨¦rcoles, en Mosc¨², cuando se le preguntaba por este particular. Pero un d¨ªa m¨¢s tarde volv¨ªa a evidenciar que el equipo se libera de ataduras poniendo tierra de por medio. O acaso que su planteamiento se simplifica m¨¢s a domicilio y por ello funciona. Casualidad o no, los mejores tramos del Espanyol este curso han coincidido con las dos salidas en que m¨¢s deliberadamente jug¨® a la contra, y sobre todo a entregar balones al espacio: en Bala¨ªdos (solo en el 95¡¯ logr¨® el Celta el inesperado 1-1) y, por supuesto, en Rusia.
La visita de este domingo al Mallorca puede servir para abundar en esa sensaci¨®n de confort en esa isla, casi burbuja, que es no Palma sino cualquier partido lejos de Cornell¨¤.