El caos circulatorio cambia los planes del Getafe en Krasnodar
El Getafe se encuentra una ciudad llena de coches en su primer viaje europeo. Los azulones necesitan descanso para afrontar el choque de esta noche.
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Si los expertos en la cumbre sobre el cambio clim¨¢tico se hubiesen reunido en Krasnodar hubieran llegado a un acuerdo: Firmar la defunci¨®n del planeta. Es imposible juntar tantos coche en tan poco espacio. La expedici¨®n del Getafe tard¨® m¨¢s de dos horas en cubrir un trayecto previsto en veinte minutos, el del aeropuerto hasta su Hotel (alguno lo aprovech¨® para quemar los mandos de su consola). No les dio apenas tiempo a relajarse y tuvieron que salir pitando para entrenar. Eso los futbolistas, el autob¨²s que llevaba a directivos, familiares y periodistas debi¨® directamente renunciar al itinerario previsto y acudir primero al estadio sin pasar por casa.
El tr¨¢fico de una gran urbe concentrado en una ciudad que no alcanza el mill¨®n de habitantes y que obliga a cambiar los planes del d¨ªa de partido. Los futbolistas hoy necesitan descanso por encima de todo despu¨¦s de un vuelo de cuatro horas y media y un atasco monumental. En cuanto a los directivos, la decisi¨®n es que el autocar que les llevar¨¢ hoy el Krasnodar Stadium partir¨¢ tres horas y media antes para cubrir un distancia de seis kil¨®metros. A las 14:30 ser¨¢ la comida de directivas a la que acudir¨¢ como siempre ?ngel Torres.
Hasta llegar a la ciudad el viaje hab¨ªa sido muy tranquilo. Alg¨²n problemilla con la comida o alg¨²n peque?o retraso en el control de pasaportes o con el equipaje facturado. Nada ajeno a cualquier otro viaje perfectamente organizado. Algunos futbolistas descansando, otros pic¨¢ndose con la consola y el comandante Portillo a los mandos. Todo era tranquilidad y buen rollo hasta que el tr¨¢fico de la tarde de Krasnodar engull¨® a unos autobuses llenos de azulones.