Cuando duden del f¨²tbol, vean al Liverpool de Klopp
El Liverpool, que estaba dando un recital, vio c¨®mo le empataban un 3-0 y le perdonaban la vida. Honores con derrota para el Salzburgo.
Cuando dude del f¨²tbol, vea al Liverpool. Se le quitan las dudas. De hecho, vi¨¦ndoles se vuelve a esa ¨¦poca casi perdida donde el f¨²tbol eran noventa minutos de eventos, hora y media de inocencia, d¨®nde no exist¨ªan los ¨¢rbitros, las controversias, las conspiraciones. Es mentira, claro; siempre las ha habido, pero s¨ª es cierto que hubo un tiempo en que todo eso era secundario al juego.
El Liverpool nos devuelve al encuentro del colegio: todos corren (s¨®lo que con orden), se pasa el bal¨®n a velocidad de v¨¦rtigo, no hay especulaci¨®n y a menudo la falta de control da para partidos divertidos. A los ocho minutos ya ganaba al RB Salzburgo que pretende ser una versi¨®n parecida al su rival ingl¨¦s. Luego lleg¨® el tanto de Robertson, jugada que empez¨® ¨¦l y acab¨® tras pasar el bal¨®n por ambas bandas. Salah marc¨® el tercero, pero el 3-1 antes del descanso permit¨ªa que la segunda parte dejara en el aire alguna inc¨®gnita¡ resuelta con dos zarpazos de los austriacos ¡®a lo Liverpool¡¯. El empate a tres fue de Haaland, su cuarto en la competici¨®n. El Liverpool sufri¨® un baj¨®n producto de su exceso de confianza pero cuando puso una marcha m¨¢s se llev¨® los tres puntos con otro tanto de Salah.