Sin punter¨ªa no hay para¨ªso
Al margen de la actuaci¨®n del colegiado, que perdon¨® la expulsi¨®n a Pita a la media hora de juego, el Zaragoza realiz¨® 25 disparos; s¨®lo cuatro a puerta y ninguno acab¨® en gol.
En cualquier an¨¢lisis del partido del s¨¢bado hay que incluir la actuaci¨®n arbitral. En primer lugar es incomprensible que el mismo colegiado que hace menos de un mes tuviera que ser corregido por el VAR en La Romareda al no ver un clar¨ªsimo penalti sobre Luis Su¨¢rez arbitre por segunda vez al Real Zaragoza en s¨®lo siete jornadas. En segundo lugar es inexplicable que no expulsara a Pita en una acci¨®n manifiesta de gol, siendo el jugador del Lugo el ¨²ltimo hombre, desentendi¨¦ndose del bal¨®n para impedir el disparo de Dwamena. Y en tercer lugar es inaceptable esa actitud chulesca y esa permisividad con las continuas interrupciones del equipo gallego. Est¨¢ claro que a Areces Franco le viene grande La Romareda, y la Segunda Divisi¨®n en general, pero los aragoneses no s¨®lo no ganaron por el ¨¢rbitro.
El Zaragoza realiz¨® 25 disparos a lo largo de los noventa minutos. S¨®lo cuatro de ellos fueron a puerta y ninguno acab¨® en gol. Por ahora, se trata de un hecho aislado, ya que hasta el s¨¢bado los aragoneses sumaban diez tantos en cinco partidos y ven¨ªan de marcar tres goles en sus ¨²ltimos dos encuentros, pero lo cierto es que se qued¨® sin marcar por primera vez esta temporada a pesar de contar con tres ocasiones clar¨ªsimas en los primeros minutos del partido. Ni Dwamena, en dos ocasiones, ni Luis Su¨¢rez vieron puerta y pudieron poner por delante al Zaragoza. Sin punter¨ªa no hay para¨ªso y el Lugo no vio alterado su plan.
Y es que el conjunto gallego cambi¨® su estilo y pas¨® a jugar con una defensa de tres centrales en su visita a La Romareda. Incluso su entrenador, Eloy Jim¨¦nez, reconoci¨® que uno de los objetivos era frenar el ritmo del Zaragoza con tantas interrupciones. Lo lograron y los aragoneses deben aprender de ello porque no ser¨¢ el ¨²ltimo equipo que llegue al estadio zaragocista con esta idea. Tras una primera parte con varias ocasiones de gol, los aragoneses se atascaron en ataque y poco a poco se fueron ahogando en los 25 metros en los que quiso jugar el Lugo. Una y otra vez se estrellaron contra ese muro, insistiendo demasiadas veces por el centro y sin darse cuenta de que la ¨²nica v¨ªa de entrada era con las subidas por banda y por sorpresa de los laterales.
Pero el partido tambi¨¦n dej¨® varios apuntes positivos. El Zaragoza se mantuvo fiel a su estilo y busc¨® el triunfo hasta el final. Una fe altamente necesaria en una categor¨ªa tan igualada y en la que muchos partidos se deciden en los ¨²ltimos minutos. El equipo siempre se deja todo y esa entrega contagia a una afici¨®n que a su vez no deja de apoyar y aporta la energ¨ªa necesaria cuando las fuerzas est¨¢n al l¨ªmite. El ambiente que se respira en La Romareda es extraordinario, al igual que la solidez defensiva del Zaragoza. Concede muy pocas ocasiones y cuando las concede aparece Cristian ?lvarez. As¨ª se explica que los aragoneses hayan dejado su porter¨ªa a cero en cuatro de los seis partidos disputados ¡ªm¨¢s veces que en toda la primera vuelta del curso pasado¡ª, s¨®lo hayan recibido dos goles y sean el equipo menos goleado de la categor¨ªa.
El Zaragoza contin¨²a tercero y est¨¢ a tres puntos del liderato y a dos del ascenso directo con un partido menos. Adem¨¢s, es junto al Almer¨ªa el ¨²nico equipo invicto de la categor¨ªa. Quiz¨¢s por ello la peor noticia no fuera dejar escapar dos puntos de La Romareda, sino las lesiones de Vigaray y James Igbekeme. La ausencia de ambos en los pr¨®ximos partidos no tendr¨¢ tanta importancia en la medida de que el Zaragoza sea capaz de mantener la solidez defensiva de estos seis primeros partidos y recupere la punter¨ªa de las cinco primeras jornadas.