El Madrid rompe a sudar
Un gol de Benzema premi¨® el esfuerzo defensivo del Madrid, que anul¨® el ataque del Sevilla. Soberbio encuentro de Benzema. Gol bien anulado a Chicharito.
Si el Madrid es capaz de vivir las cuatro estaciones en un partido, qu¨¦ decir de una temporada. En Sevilla ofreci¨® una versi¨®n ins¨®lita en el curso: esforzado, organizado, atento y bien protegido. Un equipo armado de atr¨¢s hacia adelante, fortificado por su defensa y por un Casemiro multidisciplinar. Con ellos y una entrega general super¨® el exigente tribunal de cuentas del Pizju¨¢n, repleto de ex y de peligros. Por primera vez en un partido oficial dej¨® su porter¨ªa a cero y no permiti¨® ni un remate a puerta de un rival de gran tama?o. El resto lo puso Benzema, que ya no levanta el dedo del gatillo.
Meti¨® Zidane a diez de los once (todos menos Militao, excluido por el regreso de Sergio Ramos, refuerzo mayor) violentamente torpedeados en el Parque de los Pr¨ªncipes el mi¨¦rcoles en un intento por probar que el error estuvo en la intenci¨®n y no en la organizaci¨®n, que las causas del siniestro hab¨ªa que buscarlas en la falta de combatividad y no en un plan que acab¨® dejando un equipo largu¨ªsimo y desmadejado. Esta vez se agrup¨® mejor y escap¨® de la emboscada permanente ordenada por Lopetegui sobre el primer pase. Ese era tambi¨¦n su plan en el Madrid, pero en un equipo de falta de constancia probada la eficacia dur¨® media docena de partidos. Aquello iba contra la bohemia de aquel equipo. Tambi¨¦n contra la de este, con m¨¢s ingenio que conectividad.
As¨ª que como los dos se esperaban en el mismo sitio, la falta de sorpresa se merend¨® las alegr¨ªas en las ¨¢reas. El Sevilla era el m¨¦todo y el Madrid, gato escaldado. Lopetegui meti¨® al Mudo V¨¢zquez para crearle un laberinto a Ramos y sus centrocampistas estrecharon el cerco sobre Casemiro, el hombre que evita que el Madrid vaya por el mundo con cintura de avispa. Pero tambi¨¦n el equipo de Zidane se hizo extremadamente antip¨¢tico en su primera presi¨®n, un complemento energ¨¦tico que no siempre toma. Apretaron incluso Benzema, Bale y James. Un robo de este provoc¨® el primer disparo a puerta de la primera parte. La pelota acab¨® en Hazard, tras ser mejorada por Benzema, y el zapatazo del belga, corto de ¨¢ngulo, lo sac¨® a c¨®rner Vaclik.
James y Vaclik
En aquella primera parte de hormigoneras s¨®lo emergi¨® luminosamente James dos veces. La relatada anteriormente y una, inmediatamente despu¨¦s, que dej¨® a Carvajal frente a Vaclik. La mejor ocasi¨®n del Madrid en las botas de un jugador que vive de otra cosa. El meta, con un pie, le quit¨® validez al remate cruzado del lateral. En la otra orilla tuvo menos oportunidades Banega, por donde respira el Sevilla en campo ajeno. Y es que al descanso se lleg¨® tras un forcejeo repleto de faltas y hu¨¦rfano de noticias.
La segunda mitad pareci¨® empeorar al Madrid y enaltecer al Sevilla, muy mejorado con ?liver Torres y con m¨¢s coraz¨®n para recuperar la pelota arriba. Qued¨® clara su condici¨®n de equipo que m¨¢s disputas gana en el campeonato, ¨ªndice que marca con claridad el compromiso de un grupo. Pero ese constante empe?o mor¨ªa en una defensa inusualmente impenetrable del Madrid, con Mendy cerrando el paso a Navas sin distracciones, los centrales trazando la l¨ªnea lejos de Courtois y Casemiro prestando los primeros auxilios en todo el campo. Y en medio de aquel ejercicio de esforzada resistencia, el Madrid lanz¨® su mordisco. Carvajal se plant¨® en la l¨ªnea de fondo y Benzema cabece¨® a la red su centro con el manual del nueve, despeg¨¢ndose de la espalda de su marcador y buscando el contrapi¨¦ ante Vaclik. El gato pretend¨ªa ser perro y ha acabado en tigre.
Lopetegui meti¨® una marcha m¨¢s con Chicharito, al que anularon justamente un gol, esperando la maldici¨®n del ex, y Zidane, una menos con Valverde para cambiar la conversaci¨®n en un centro del campo que dominaba el Sevilla. James se march¨® exhausto y contento mientras Hazard procuraba darle aire al equipo en un partido de gran espesor. Fue, en definitiva, un gran ejemplo del otro f¨²tbol, al que no es adicto el Madrid pero da puntos.