Qarabag: mucho m¨¢s que un equipo de f¨²tbol, toda una patria

Muchos de los espectadores que se den cita este jueves en las gradas del estadio Tofiq Bahramov de Bak¨² ser¨¢n desplazados, hijos o nietos de desplazados por la guerra de Kagorno-Karabaj, acontecimiento fundamental en sus vidas y tambi¨¦n en la del rival del Sevilla para este inicio de Europa League 2019-2020. Hace 26 a?os que el Qarabag juega 250 kil¨®metros al este de la tierra que lo vio nacer como club de f¨²tbol. Agdam, la Hiroshima del C¨¢ucaso, es hoy una ciudad fantasma desde cuyas colinas se pueden divisar las ruinas del estadio Imarat. All¨ª jug¨® el Qarabag desde su fundaci¨®n en 1951 hasta que una cruenta escalada b¨¦lica entre Azerbaiy¨¢n y Armenia lo oblig¨® a exiliarse junto a otras 40.000 personas, muchas de ellas residentes ahora en la capital azer¨ª.

Francotiradores de uno y otro lado vigilan estos d¨ªas un lugar que vivi¨® sus ¨²ltimos d¨ªas de gloria, virtual y literal, cuando el Qarabag gan¨® su primera Liga azer¨ª, la de 1993, en medio todav¨ªa de las balas y el fuego de mortero que aterrorizaban las calles de la ciudad. El conflicto hab¨ªa comenzado en 1988 y termin¨® seis a?os despu¨¦s como terminan casi todas las guerras, con muchos m¨¢s vencidos que vencedores. Una mayor¨ªa armenia independizada s¨®lo 'de facto' se qued¨® con esta lengua de tierra entre monta?as y los habitantes que consiguieron abandonar el lugar, muchos de ellos azer¨ªes, marcharon camino del Mar Caspio.

Tambi¨¦n lo hizo el Qarabag, obligado a reinventar su historia, pero de qu¨¦ manera. Tras unos primeros a?os marcados por una l¨®gica falta de recursos, la llegada del t¨¦cnico Gurban Gurbanov en 2008 acab¨® de reconstruir al 'club de los refugiados', como se le conoce por motivos evidentes. Ahora ya es el gran, absoluto dominador de Azerbaiy¨¢n, con seis Ligas en las ¨²ltimas seis temporadas, y el primero (y ¨²nico) azer¨ª capaz de alcanzar la fase de grupos de la Champions League, en la 2017-2018. El domingo derrot¨® con facilidad (2-0) a su gran rival, el Neftchi de Bak¨², al que de un tiempo a esta parte supera en grandeza, t¨ªtulos y casi afici¨®n.

Mientras hace acopio de nuevos simpatizantes atra¨ªdos por sus proezas nacionales e internacionales, entre estas ¨²ltimas la de dejar al Atl¨¦tico de Madrid fuera de los octavos de final de la m¨¢xima competici¨®n continental hace dos temporadas, el Qarabag sigue fletando autobuses gratuitos en Bak¨² y los alrededores para que los desplazados de Agdam y sus descendientes, aquellos que le acompa?aron en su traves¨ªa hacia la gloria, puedan acudir al estadio cada partido. Para todos ellos, m¨¢s que un equipo de f¨²tbol, seguir al Qarabag se convierte en un moment¨¢neo retorno al hogar arrebatado, en la vuelta a una peque?a patria.