Odegaard tumba al Atleti
Marc車 el primer gol, con la 'ayuda' de Savic, e intervino en la jugada del segundo que anot車 Monreal. Oblak, el mejor del Atleti, se march車 aturdido tras un pelotazo. Moy芍, soberbio.
El rugido se detuvo de pronto en el nuevo Anoeta. Un hombre hab赤a quedado tendido en la hierba tras el segundo gol de la Real. Era Jan Oblak. Al rematar, Monreal le hab赤a dado sin querer con el pie en la mand赤bula y estaba semiinconsciente. Nueve minutos despu谷s, aunque no quer赤a, se resist赤a, Oblak abandonaba el campo, su equipo grogui, el l赤der hecho trizas por Odegaard en el Reale Arena: no pudo la Real Sociedad subirle mejor el tel車n.
Se hab赤a presentado al mundo una hora antes el nuevo Anoeta con rugido de banderas, con los fondos cerrados, diez mil sillas m芍s y una ac迆stica ensordecedora. No acongoj車 al Atleti, sin embargo, un Atleti que sali車 con Vitolo al fin titular, en la banda derecha, Jo?o F谷lix pareja de Costa y la idea de tener el bal車n. Pero desde el principio le falt車 claridad en los 迆ltimos metros. La Real aguantaba, consistente y con un plan: primero eso, solidez, despu谷s desgaste, m芍s tarde Odegaard.
Jo?o F谷lix emit赤a chispazos, un quiebro de cintura por aqu赤, un pase por all芍, pero sin terminar de encender la l芍mpara. Sin huecos, sin espacios, sin ocasiones iban pasando los minutos hasta que la Real se decidi車 a lanzar su primer mordisco. Ejecut車 Isak, titular por delante de Willian Jos谷, que le encontr車 un agujero al Atleti entre las piernas de Savic para enviarle un bal車n a Oyarzabal, solo en boca de gol. Pero es Oblak un portero que siempre est芍 cuando se le espera: sali車 y desbarat車 la ocasi車n con el pie. Otro parad車n a sus guantes. Y un gong en el aire. La Real cambiaba de tercio. Segunda parte del plan. Hab赤a conseguido ya volcar el campo.
Cuatro c車rner, un cabezazo de Llorente, otro uy de Oyarzabal, un asedio. Los rojiblancos no respond赤an, con Koke y Sa迆l desbordados ante los movimientos de Odegaard, sin chispazos de Jo?o y Lemar de nuevo un fantasma, m芍s et谷reo que real. La alineaci車n m芍s ofensiva del Cholo se iba al descanso sin acercarse si quiera a saludar de verdad a Moy芍 pero el traje intacto. La Real hab赤a apretado s赤, pero sin ahogar. Si el Cholo pensaba que este partido ya lo hab赤a visto otras muchas veces antes ayer se equivoc車. De pleno.
Mal los cambios, enorme Moy芍
La Real regres車 del descanso lanzando otro mordisco: un trallazo de Zaldua que buscaba la escuadra. Simeone lo hab赤a hecho soplando a Lemar de su equipo para meter m迆sculo en el centro. Al verde Llorente. Si pretend赤a as赤 frenar a Odegaard, que ya estaba de recital, provoc車 justo lo contrario: el noruego se solt車 a迆n m芍s, hasta hacerse una tortura. Llorente jug車 a lo Lemar, otro fantasma. Hubo un acercamiento de Costa, un acercamiento de Jo?o F谷lix pero sin hacer ni cosquillas. Simeone quitaba al portugu谷s en el 57*. Lo que ante el Eibar le funcion車 ayer no: el chico estaba mal, pero a los buenos siempre hay que dejarles en el campo, por si aca. Correa entr車 como si no: sigui車 perdido en su alboroto para nada.
Y, mientras, Odegaard crec赤a y crec赤a en su particular masterclass de f迆tbol. Suyo ten赤a que ser el gol, de ley era. Mikel Merino le entreg車 el bal車n en la frontal, control車, amag車 y chut車. La pelota golpe車 en Savic antes de colarse en la porter赤a de Oblak. Tres minutos despu谷s, Odegaard lanzaba una falta que Isak peinaba con su 1,91 y Monreal enviaba a la red: Oblak hab赤a fallado antes de quedar tendido por el golpe recibido en la jugada. Sali車 Ad芍n pero el portero que se llev車 los focos fue un viejo conocido rojiblanco: el portero que durante seis meses sent車 a Jan, Moy芍. Cuando el Atleti quiso reaccionar, tirando de coraje y de Vitolo, se top車 con sus guantes, en una doble parada. Primero una mano extraordinaria ante el canario, despu谷s ante un cabezazo de Gim谷nez. El mallorqu赤n es otro de esos porteros que tambi谷n siempre est芍n cuando se les espera. Bien lo sabe Simeone.
Un Simeone que, a tres d赤as de la Juve, vio a su equipo naufragar en Donosti. S車lo Vitolo se mov赤a, corr赤a, buscaba algo, lo que fuera, pero solo. Costa no ten赤a el d赤a de La Bestia y Llorente no es Rodrigo, ayer no funcionaron los cambios. El l赤der se iba a迆n l赤der (a la espera de lo que haga el Sevilla) pero ya con m芍cula. Lo celebraba el nuevo Anoeta, otra vez con rugido de banderas, pero ahora a迆n m芍s atronadoras.