EUROCOPA 2020 | RUMAN?A 1-ESPA?A 2
Espa?a, del recital al barullo
Gran primera mitad, con goles de Ramos (penalti) y Alc¨¢cer. Andone recort¨® distancias y Llorente fue expulsado en el 79'. Kepa fue el h¨¦roe al final.
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Del recital al barullo. Esa es m¨¢s o menos la partitura que nos dej¨® el Ruman¨ªa-Espa?a, un partido que apuntaba a goleada en su primera media hora y que muri¨® con La Roja durmiendo el bal¨®n para volar a Asturias con los tres puntos en el bolsillo. Nos acercan a la Eurocopa, s¨ª, pero la orquesta desafin¨® al final. Suerte que Kepa salv¨® los muebles con un parad¨®n en el 91'. De Bucarest nos volvemos adem¨¢s de la victoria con un portero de diez. Un porterazo.
El estilo no se negocia. Y as¨ª ocurre que, seleccionador tras seleccionador, Espa?a apuesta por el buen f¨²tbol y el embrujo con el bal¨®n. Bastaron cinco minutos para darse cuenta de ello ayer en Bucarest, donde La Roja gan¨® por primera vez en su historia. Dos cara a cara de Alc¨¢cer con Tatarusanu, bien resueltos por el meta rumano, fueron el pr¨®logo a un partido que sirvi¨® para cerrar medio pase a la Eurocopa. El pleno de victorias y el inminente duelo con Islas Feroe nos permite adivinar el torneo casi a la vuelta de la esquina.
Moreno dibuj¨® un 4-4-2 en la pizarra. Sirve para dar pistas de por d¨®nde ir¨¢ el f¨²tbol del t¨¦cnico barcelon¨¦s, que poco a poco abandonar¨¢ el cuaderno de Luis Enrique para mostrarnos el suyo propio. Robert ten¨ªa claro que los dos laterales, Navas y Jordi Alba, deb¨ªan incorporarse al ataque para quebrar el orden defensivo de Ruman¨ªa, que descansaba en la experiencia de Vlad Chiriches. El central del Sassuolo se siente c¨®modo con un nueve al uso enfrente, pero le falta el aire si debe seguir al delantero rival cada vez que cae a la banda. Y por eso Alc¨¢cer y Rodrigo no dejaron de jugar al despiste, al ahora voy pero me quedo, para hacer que esa l¨ªnea de cinco, casi de futbol¨ªn, permitiera filtrar los balones.
Pero poco pudo hacer Ruman¨ªa frente a ese ataque a borbotones de Espa?a. Lo fue con las citadas ocasiones de Alc¨¢cer en los primeros cinco minutos, tambi¨¦n con un cabezazo de Ramos en un c¨®rner o un zurdazo de Jordi Alba que volvi¨® a rechazar Tatarusanu, que salv¨® a la selecci¨®n rumana de la goleada.
Eso s¨ª, fue un penalti que casi nadie vio (pisot¨®n de Deac a Ceballos) el que sirvi¨® para poner el partido pendiente abajo. Lo se?al¨® Aytekin, el del Bar?a-PSG, y lo transform¨® Ramos en un nuevo enga?o al meta rival que sumar a su larga carrera de rey desde los once metros. El mismo Ramos que al galope se cuela en todos los libros de historia de nuestro f¨²tbol. Con el tanto de ayer ya alcanza los 21 de M¨ªchel con La Roja y con su nueva internacionalidad ya toca a la puerta de Casillas, el hombre r¨¦cord de la selecci¨®n con 167 partidos. A uno solo est¨¢ ahora el de Camas.
El gol anim¨® a Ruman¨ªa a estirarse. Hab¨ªa que desmelenarse como no hab¨ªa querido hacerlo de inicio Contra, que form¨® con cinco en la zaga y prefiri¨® no alinear a una de las joyas del f¨²tbol de all¨ª: Ianis Hagi, hijo del m¨ªtico Gica y fruto de esa Sub-21 que tan buen papel hizo en la Eurocopa del pasado junio.
En la Roja ya no se abuchea a Piqu¨¦ (de viaje empresario/ten¨ªstico a Nueva York para promocionar su Davis y disfrutar de Nadal...), ahora le toca a Ramos aguantar los silbidos de la grada. La del Arena Nationala carg¨® contra ¨¦l tras marcar y ver una incomprensible amarilla en la celebraci¨®n que s¨®lo Aytekin sabr¨¢ explicar. Luego le pidi¨® disculpas.
Contra reaccion¨® y las incorporaciones de Hagi (por Stanciu) y Andone (por Keseru) agitaron la coctelera. El ahora delantero del Galatasaray y ex del Depor se col¨® entre los centrales y su cabezazo en el 59' firm¨® el 1-2 que despert¨® las gargantas del estadio. Tiempo de ruido, de presi¨®n rumana en la salida de bal¨®n y de una contra fren¨¦tica que acab¨® con roja a Diego Llorente tras zancadillear a Puscas. El partido arranc¨® con Espa?a en plan orquesta y acab¨® con cada uno tocando por su cuenta. El redoble final pudo llegar con un gol de Puscas que Kepa evit¨® con un parad¨®n en el 91¡¯. Hay que ir buscando nuevos santos como aquel Iker que regalaba milagros por las esquinas.