Ra¨²l Garc¨ªa encabeza un vendaval en San Mam¨¦s
El Athletic fue muy superior y sigue intratable. Marcaron Williams y Ra¨²l Garc¨ªa. El VAR le quit¨® un penalti y un gol a la Real. Aduriz pudo jugar su ¨²ltimo derbi en casa.
En Bilbao se ha tomado el a?o como el del triste adi¨®s de una leyenda. Aduriz se llama. El equipo quiere agrandarse para despedirle sobre una alfombra de gloria. Y el m¨¢s empe?ado en cumplir la misi¨®n es su compadre Ra¨²l Garc¨ªa, otro soldado al que no le queda mucha mecha.
En un derbi con mucho nervio y un ambiente de esos tan reconocibles en duelos entre vecinos, el guerrero navarro agarr¨® una bola en apariencia moribunda en la frontal. Levant¨® la cabeza y con la zurda, la que supuestamente es la mala, lanz¨® una vaselina como la de Messi en el Villamar¨ªn la temporada pasada. Moy¨¢ pudo hacer m¨¢s. Se baj¨® una media Ra¨²l y mostr¨® sus heridas de guerra: una aver¨ªa que le hac¨ªa sangrar. ?O ser¨ªa un tatuaje a vena abierta? Tiene enfilada a la Real: tras el Celta, el equipo al que m¨¢s ha sometido (6).
Era la culminaci¨®n de un arranque extenuante por parte de los leones, que borraron de todos los ¨¢ngulos a su rival. La presi¨®n arriba angusti¨® a los txuri-urdin, que en la primera parte penaron por todas las zonas del terreno de juego. Abri¨® la lata Williams, el que hab¨ªa calentado el derbi d¨ªas antes, tras una asistencia del ya habitual en estas lides Capa. Fue un error clamoroso de los donostiarras, especialmente de Aihen Mu?oz, mal perfilado tras un saque de banda.
Por medio, se quiso hacer presente el VAR. Un forcejeo entre C¨®rdoba y Zaldua cuando este se internaba en el ¨¢rea, fue castigado por Estrada Fern¨¢ndez con penalti. No existi¨® tal pero el videoarbitraje quiso ser salom¨®nico y ni s¨ª ni no, decret¨® falta fuera del ¨¢rea. En la segunda parte reapareci¨® con un gol anulado a Isak por un fuera de juego por cent¨ªmetros del sueco. La Real, ausente y nada profunda, parec¨ªa asustada ante el vendaval y m¨¢s que se amedrent¨® cuando cay¨® su l¨ªder Illarramendi. Cogi¨® su volante Merino y no estuvo c¨®modo en la conducci¨®n. Unai L¨®pez s¨ª manej¨® con frescura el medio campo y el Athletic hasta tiraba triangulaciones con tac¨®n. Conservaba el bal¨®n y presionaba alto y coordinado como lobos hambrientos.