Resucitan Bale y el Madrid
El gal¨¦s y otros proscritos (Marcelo, Courtois...) tiraron de un equipo que super¨® al Celta con once y con diez. Modric fue expulsado tras una intervenci¨®n discutida del VAR.
De pronto, todo se puso de parte del Madrid. Incluso lo inesperado: Bale, Courtois, Marcelo, el gol y la suerte. Los cinco pilares sobre los que se sostuvo en Bala¨ªdos ante un buen Celta, abrillantado por Denis Su¨¢rez, que le hizo pasar un trago a Odriozola. Qued¨® un partido magn¨ªfico con el tabasco del VAR, que le quit¨® justamente un gol al Celta y que se entrometi¨® en una falta leve de Modric para mandarle al calabozo con m¨¢s de media hora por delante. El Madrid defendi¨®, antes y despu¨¦s, con m¨¢s dedicaci¨®n de lo habitual, con la sana intenci¨®n de construirse desde atr¨¢s, por donde empiezan los mejores proyectos, seg¨²n el manual.
Fue la del Madrid una alineaci¨®n impensable a principios de verano, sin fichajes (Hazard, el parche de platino, se ha roto para un mes), y con uno de los presuntamente derogados, Bale, en el once, y otro, James, en el banquillo. A fuerza de ofertas insatisfactorias, uno y otro han enlazado con la cola del pelot¨®n. Y viendo los descartes, el colombiano ya supera a Valverde, ese proyecto uruguayo que despert¨® en Zidane m¨¢s confianza que Llorente o Ceballos, y a Bale le da incluso para ser titular. Queda la sensaci¨®n de que, en contra de lo esperado, el Madrid no ha pasado por el quir¨®fano para quitarse la celulitis, pero su suerte ha cambiado.
Sin embargo, y en contra de la norma general en pretemporada, empez¨® ganando. Lo hizo mientras el Celta, empujado por una hinchada renacida, buscaba su sitio en el partido y en el mundo. Y lo hizo en jugada de Bale por la izquierda, su suerte natural, con arrancada, dos quiebros a Araujo y pase para que embocara Benzema, ese nueve de vocaci¨®n tard¨ªa. El gal¨¦s hab¨ªa empezado en la derecha, con Vinicius al otro lado, en un 4-3-3 cl¨¢sico, alejado de los ensayos con gaseosa de la pretemporada, pero el lance le llev¨® a la otra banda para despegar al Madrid en el marcador. El Celta reclam¨® una falta previa de Casemiro al 'Toro' Fern¨¢ndez que no lo pareci¨®. Eso ha sido Bale desde que lleg¨® al Madrid y eso ha sido lo que casi le saca del club: mucha ciencia y poca persistencia.
Pero no se juega bien de la noche a la ma?ana. Sin arrastrar los pies como en la pretemporada, el Madrid no utiliz¨® su gol como agarradero para someter al Celta. Bien al contrario, el equipo de Escrib¨¢ se recondujo desde Aspas, que no es s¨®lo su goleador sino la banda sonora del equipo y hasta del club. Le regal¨® medio gol a 'Toro' Fern¨¢ndez, el morlaco que reemplaza a Maxi y al que un leve toque de Varane sac¨® de plano. Tambi¨¦n pellizc¨® el Celta por los costados, con Brais M¨¦ndez y Denis Su¨¢rez, dos jugadores puntiagudos y con desborde, especialmente el exazulgrana, refuerzo may¨²sculo. Incluso con Kevin, un lateral al que Vinicius, que parece haber perdido los cascabeles, no quiso ver en campo propio, pero el Madrid defendi¨® con orden.
Es m¨¢s, aun sin la pelota, las mejores aproximaciones fueron suyas. Dos paradas de Rub¨¦n le evitaron un mal mayor al Celta: la primera, a remate cruzado de Modric; la segunda, en zurdazo brutal de Bale. El gal¨¦s, material reciclado, fue bandera del Madrid en la primera parte: veloz, poderoso, rematador y hasta sacrificado. Un salto mortal de descarte a fichaje.
Con todo, el Celta pudo irse con el empate al descanso. El VAR fue el salvavidas de Odriozola, que perdi¨® insensatamente dos veces la pelota ante Denis. En la segunda, el bal¨®n acab¨® en Aspas, al que hizo penalti, pero antes de que Estrada lo se?alara, Brais M¨¦ndez bati¨® a Courtois. De Burgos Bengoetxea, desde el VOR de Las Rozas, apreci¨® el fuera de juego del propio Aspas que se le escap¨® al asistente y alivi¨® al Madrid cuando Bala¨ªdos llevaba ya medio minuto celebr¨¢ndolo.
La segunda mitad agudiz¨® el calvario de Odriozola. El peor defensa del Madrid frente a la mejor arma del Celta, Denis Su¨¢rez. El hambre y las ganas de comer compartiendo banda. En dos pases del extremo pudo empatar el Celta. Courtois y Casemiro lo evitaron. Y entonces lleg¨® la expulsi¨®n surrealista de Modric. Intent¨® cortar un avance de Denis Su¨¢rez, no lo logr¨® y pis¨® leve e involuntariamente al vigu¨¦s. Desde Las Rozas mandaron a Estrada al monitor y el colegiado consum¨® el error. La cosa ya era una cr¨®nica de sucesos. A una parada milagrosa de Courtois sucedi¨® un gol alem¨¢n de Kroos, desde 20 metros, junto a la escuadra, ese producto que hace d¨¦cadas export¨® la Bundesliga. El Celta, que bordeaba el empate, se vio en la lona, pero a¨²n as¨ª apret¨® hasta el final ante un Madrid obligado a amurallarse, incluso desde el banquillo, con la entrada de Lucas V¨¢zquez, que lleg¨® para proteger y acab¨® goleando. Luego recort¨® Losada, pero el Madrid ya hab¨ªa declarado, de improviso, el estado de optimismo.