AMISTOSO | ROMA 2 (5)- REAL MADRID 2 (4)
El Madrid es un mar de dudas
Zidane insisti¨® en el 3-5-2 y despu¨¦s cambi¨® al 4-4-2. Marcaron Marcelo y Casemiro. Perdi¨® el trofeo Mabel Green Cup en los penaltis (5-4): fall¨® Marcelo.
Pronto el misterio qued¨® desvelado. Lo del cambio de dibujo y la apuesta por el 3-5-2 no es flor de un d¨ªa. Zidane repiti¨® ante el Roma, al menos de inicio. Le ronda por la cabeza que esa sea su carta de presentaci¨®n en el debut de Liga del pr¨®ximo s¨¢bado 17 ante el Celta. Pero ni el partido ante el Salzburgo ni ¨¦ste han dejado pruebas fiables de que sea la mejor elecci¨®n. Muy probablemente, por ser un dibujo poco trabajado. Tiene tantas luces como sombras.
Entre los que pueden brillar m¨¢s con ¨¦l est¨¢, claramente, Marcelo. As¨ª puede instalar su juego en el caos, no guardar la posici¨®n e incluso terminar alguna jugada en la posici¨®n de delantero centro. Ocurri¨®. Y adem¨¢s marc¨® un golazo de bandera. Pero ni siquiera eso puede considerarse una virtud en este Madrid tan endeble. En la segunda parte cambi¨® Zidane al 4-4-2, con Vinicius y Hazard en las bandas y Benzema y Jovic en punta, y el equipo empez¨® por fin a carburar y a tener el control del juego que le falt¨® en la primera mitad.
La lista de los contras de jugar con tres centrales ocupa mucho m¨¢s papel que la de los pros. La improvisaci¨®n domina los movimientos de los jugadores. Los centrales est¨¢n desubicados y con frecuencia en clara inferioridad con su par cuando caen a banda. Se vio claramente en una jugada que dej¨® en evidencia a Militao en disputa con Zaniolo. Y, para colmo, si se esperaba que ese dibujo fuese con el que m¨¢s rinde Hazard tambi¨¦n qued¨® demostrado que, jugando tan avanzado en punta, el belga no entra casi en juego y, cuando lo hace, tiene muchas dificultades para aguantar las embestidas de los centrales estando de espaldas. Su mejor posici¨®n es la que siempre ha ocupado en el Chelsea, partiendo desde la izquierda, en la mediapunta.
Lo cierto es que los misterios de Zidane son insondables. De otra manera tampoco se entiende que haya apostado por Carvajal como titular en los dos ¨²ltimos partidos cuando en el primero oficial ante el Celta est¨¢ sancionado. Odriozola comparecer¨¢ con 147 minutos menos en sus piernas que sus compa?eros. Pero algo hay que reconocer al t¨¦cnico franc¨¦s. Que no da puntada sin hilo. Y hay que interpretar sus movimientos. El mensaje que ha mandado a los porteros, por ejemplo, es claro. Tambi¨¦n le ha dado los dos ¨²ltimos partidos del verano a Courtois. Sab¨ªa lo que dec¨ªa el belga cuando dijo aquello de "ahora est¨¢ claro qui¨¦n es el n¨²mero uno". Es ¨¦l. Keylor tendr¨¢ que conformarse con la Copa o con buscar equipo de aqu¨ª a final de mes.
La primera parte fue directamente una verbena sin control. Courtois se vio obligado a desbaratar hasta cinco ocasiones claras del Roma. ?nder incluso estrell¨® un bal¨®n en el larguero en la primera de ellas. Y, con todo, fue el Madrid el que golpe¨® primero en una jugada magistral de Modric, que encontr¨® el hueco entre los centrales para filtrar un pase a Marcelo. El brasile?o recort¨® y le peg¨® con la derecha como si no fuera zurdo.
El empate lleg¨® en una presi¨®n desordenada del Madrid que dej¨® a Zaniolo mano a mano con Casemiro. Le gan¨® por velocidad y encontr¨® el pase a Perotti. El argentino s¨®lo tuvo que empujarla. En los ¨²ltimos minutos del primer tiempo, con el partido roto, hubo tiempo para dos derechazos m¨¢s. El primero de Casemiro, plet¨®rico en sus primeras apariciones de la pretemporada. Cabece¨® arriba un centro de Marcelo en una jugada ensayada de c¨®rner. S¨®lo un minuto despu¨¦s era Dzeko quien daba una lecci¨®n de c¨®mo trabaja un delantero centro. Su compatriota Jovic lo vio de cerca. Pero ¨¦l fall¨® las dos claras que tuvo y sigue sin marcar despu¨¦s de 162 minutos.
La segunda parte le dio a Bale una oportunidad con la que no contaba. Zidane se lo hab¨ªa llevado contra pron¨®stico a Roma y el movimiento ol¨ªa m¨¢s a presunta humillaci¨®n que a intento de redenci¨®n. Hubo alg¨²n mal pensado que lo vio sustituyendo a Marcelo en el lateral. Algo as¨ª como un ¡°eso es lo que te espera si te quedas¡±. Y qui¨¦n sabe si no sucedi¨® porque Zidane se vio obligado a cambiar el sistema. Pero hay voluntad de cambio en el gal¨¦s. Se le vio hasta defender¡ y no marc¨® de milagro en dos ocasiones en los que sac¨® su zurda a pasear: una se fue a la red lateral y la otra silbando al poste.
Pero ni para eso sirvi¨® el partido que no a?ade si no m¨¢s dudas a este proyecto que parece inacabado y que, si empez¨® con un patr¨®n claro, est¨¢ muy lejos de parecerse a la idea originaria. Los penaltis (5-4) para dilucidar qui¨¦n se llevaba el simb¨®lico trofeo (un bons¨¢i) s¨®lo sirvieron para que Marcelo pusiera un peque?o borr¨®n a una gran noche para ¨¦l.