Cholismo contra Sarrismo en el Friends Arena de Estocolmo
Atl¨¦tico y Juventus se vuelven a ver las caras meses despu¨¦s, pero muchas cosas han cambiado en ambos. Un duelo siempre apasionante entre dos maneras de entender el juego.
El pasado 12 de marzo, en Tur¨ªn, el Atl¨¦tico pon¨ªa punto y final a un ciclo. No porque lo que venga despu¨¦s sea peor o mejor, sino porque fue la conclusi¨®n de una era marcada por futbolistas que ya no est¨¢n. La Juve, con el triplete de Cristiano, termin¨® con la ilusi¨®n de la vieja guardia del Cholo en una noche aciaga, donde ni el equipo ni el t¨¦cnico comparecieron. Un final crudo para un grupo de combatientes que guiados por Simeone levantaron al Atl¨¦tico del fondo y lo empujaron a luchar por todo. Pero aquel Atleti de God¨ªn, de Juanfran, de Filipe o antes tambi¨¦n de Gabi y de Tiago se termin¨® y qu¨¦ mejor manera de comenzar a construir el nuevo que devolviendo la bofetada al ¨²ltimo verdugo. El partido de hoy es amistoso, pero nunca es tarde para saldar cuentas.
Y eso que las versiones de Atl¨¦tico y de Juventus son bastante distantes de aquellas de marzo. En el equipo madrile?o, obviamente, la salida de Griezmann le cambia la cara. Adem¨¢s del fin de la vieja guardia. Hace unos d¨ªas Koke dibujaba a trazos gruesos en una entrevista en El Pa¨ªs el camino que va a tomar el Cholismo. ¡°El t¨¦cnico quiere ser m¨¢s ofensivo y tener un poco m¨¢s el bal¨®n¡±, dec¨ªa argumentando, entre otras cosas, que hab¨ªa que ¡°acertar con los laterales¡±, para poder dar profundidad y solidez al juego en campo contrario. Simeone prepara la reinvenci¨®n. Tiene que cambiar un once o m¨¢s bien hacer que el nuevo se acerque a lo que fue el anterior, tuneando ciertos par¨¢metros. Porque hay material. Trippier y Lodi, inexorablemente, empujan a pensar m¨¢s en el campo rival que en el propio. Apostar por Hermoso lo es tambi¨¦n por refinar la salida desde atr¨¢s y Joao F¨¦lix debe completar esa b¨²squeda del juego entre l¨ªneas que Simeone lleva buscando tiempo casi como el Grial. Lo dicho, el Cholismo se reinventa y en el camino se topa con su n¨¦mesis.
Hace a?os ambos, m¨¢s bien Sarri por s¨ª solo, tuvieron una escaramuza. Tras la gesta colchonera en el Allianz de 2016, el t¨¦cnico napolitano se despach¨® contra el Atl¨¦tico: ¡°Si mi equipo s¨®lo defendiese, como el de Simeone, me ir¨ªa. Cada uno piensa en el f¨²tbol con su mentalidad, si mi equipo hiciera un partido todo de defensa y contragolpe me ir¨ªa para casa en el minuto 30. No me divertir¨ªa, y sin diversi¨®n podr¨ªa quedarme a trabajar en un banco¡±. La afirmaci¨®n le vali¨® no pocas cr¨ªticas y matiz¨® sus palabras: ¡°Lo que quise decir es que se puede ganar de muchas maneras, pero no soy la persona adecuada para hacerlo con el tipo de juego del Atl¨¦tico, ya que no se corresponde con mis creencias. Pero ellos est¨¢n haciendo cosas extraordinarias y tengo una gran estima por su entrenador. Tengo un gran cari?o por Simeone y s¨¦ que jugar contra su Atl¨¦tico de Madrid es muy complicado¡±. Sarri se dio cuenta de que equivoc¨® el tiro con su exabrupto. Para defender su filosof¨ªa atac¨® a la opuesta y tuvo que recular. Como ha tenido que hacer para terminar en el banquillo de la Juve. Porque el Sarrismo parec¨ªa patrimonio de N¨¢poles. Es m¨¢s, casi eran sin¨®nimos. Su manera de concebir el juego era tal que ha entrado ya en la enciclopedia. Si en 2013 el Cholismo opt¨® a entrar en la RAE, el Sarrismo ingres¨® como neologismo en la Treccani, la enciclopedia italiana. As¨ª, se define como ¡°la concepci¨®n del juego del f¨²tbol propugnada por el entrenador Maurizio Sarri, fundada sobre la velocidad y la propensi¨®n ofensiva; por extensi¨®n, la interpretaci¨®n de la personalidad de Sarri como expresi¨®n del alma popular de la ciudad de N¨¢poles¡±.
De Allegri a Sarri.
Sarri y N¨¢poles eran uno solo, tanto que eran ampliamente celebrados en la ciudad partenopea sus ataques a la Juventus. De ¡°La mayor parte de los hinchas de la Juve son buenas personas, s¨®lo tienen el defecto de animar a la Juve¡± a ¡°para que nos pitaran un penalti a favor deber¨ªamos tener la camiseta a rayas¡¡± Pero el matrimonio se rompi¨®. El no menos volc¨¢nico De Laurentis prescindi¨® del t¨¦cnico que busc¨® ampliar su leyenda en la Premier. Tras un a?o decidi¨® aceptar la oferta del otrora gran enemigo para volver a Italia. Una traici¨®n en toda regla, vista desde N¨¢poles. La Juve puso tambi¨¦n fin a un lustro triunfal. El d¨²ctil Allegri (que se march¨® con la cuenta pendiente de la Champions, pero con once t¨ªtulos) dio paso al inflexible Sarri. Con el t¨¦cnico han llegado sus famosos drones para monitonizar los movimientos defensivos. De la alternancia de Allegri, que era capaz de manejarse con varios m¨®dulos con 3, 4 o 5 defensas, al cuarteto invariable de Sarri y siempre en zona. En sus primeros d¨ªas, cuentan, la prioridad del trabajo con el bal¨®n se ha celebrado entre la plantilla de la Vecchia Signora y se ha observado como una manera de naturalizar el cambio de filosof¨ªa sin que suponga un golpe brusco. Hoy el Sarrismo bianconero tendr¨¢ la mejor prueba de fuego.