La gira del Bar?a seg¨²n Valverde: una verdad inc¨®moda

Los ligeros murmullos que Ernesto Valverde escuch¨® mientras daba el discurso de inicio de temporada en el Gamper son relativamente significativos. El Txingurri es un entrenador respetado pero no tiene el respaldo un¨¢nime de un sector de la afici¨®n herido por las eliminaciones de Roma y Liverpool, de las que le responsabilizan en parte. Para Valverde, que sab¨ªa antes del verano que su inicio de temporada ser¨¢ mirado con lupa, no fue buena noticia que el club organizase a prisa y corriendo la gira por Estados Unidos a ¨²ltima hora cuando ya hab¨ªa anunciado otra por Jap¨®n. En lugar de recibir a los rezagados de la Copa Am¨¦rica y tener dos semanas para preparar en Barcelona en el inicio de Liga, la primera semana con la plantilla al completo se la pasar¨¢ subida en un avi¨®n que volver¨¢ a cruzar el charco para hacer entrenamientos poco ortodoxos en Miami y Ann Arbor y jugar dos amistosos metidos con calzador contra el N¨¢poles

El Bar?a har¨¢ casi 40.000 kil¨®metros entre sus dos viajes a Jap¨®n y Estados Unidos y regresar¨¢ el domingo d¨ªa 11 de agosto con menos de una semana para recuperarse antes de un debut de Liga extremadamente exigente en San Mam¨¦s contra el Athletic, un partido que podr¨ªa jugarse el viernes 17 o el s¨¢bado 18. Si se admite que el equipo deber¨¢ sobreponerse al jet-lag de vuelta de Estados Unidos, hasta el mi¨¦rcoles no estar¨¢ cien por cien dispuesto para preparar el choque. "La gira es importante para el club, a nivel econ¨®mico y social. Pero para el equipo es complicado... muchos kil¨®metros y jugadores que no han entrenado. Vamos a ver c¨®mo lo podemos solventar".

Ese amargo "c¨®mo lo podemos solventar" resulta significativo. Valverde desliza que es una gira inc¨®moda pero que tiene que ver con la nueva realidad del Bar?a y de Bartomeu, cuyo comportamiento ha sido m¨¢s implacable este verano. Dolido despu¨¦s de la derrota de Liverpool, tras la que amenaz¨® con terremoto en Can Bar?a, entre los directivos corri¨® m¨¢s fuerte que nunca la idea de que los jugadores hab¨ªan sobrepasado ya el umbral de privilegios y que deber¨ªan acoplarse tambi¨¦n a las necesidades del club. Y que si estas pasaban por ingresar dinero para poder pagar las desorbitadas fichas que en muchos casos se pagan, los jugadores ir¨ªan a Jap¨®n y Estados Unidos y donde hiciera falta para hacer caja. Si se hubieran cumplido los objetivos deportivos, ahora estar¨ªan preparando la Supercopa de Europa. Pero eso no sucedi¨® y les toca cruzar el mundo para hacer imagen de marca. Pero eso no es incompatible con admitir esa verdad inc¨®moda. La gira molesta.