El Stjarnan-Espanyol, un partido oficial libre de polic¨ªa islandesa
No se necesitaron agentes, y eso que acudi¨® incluso el presidente de Islandia. De hecho, s¨ª hubo polic¨ªa, pero catalana: dos Mossos acompa?aron a la expedici¨®n perica.
Una agente tomando un helado con una sonrisa de oreja a oreja. Otro, haciendo ver que multa a un ni?o montado a su vez en un cochecito el¨¦ctrico. Son solo las dos im¨¢genes m¨¢s recientes, las primeras que aparecen, al abrir en la red social Instagram el perfil de la polic¨ªa metropolitana de Reikiavik, L?reglan, pero a su vez un reflejo muy ilustrativo de lo que tambi¨¦n se vio en Stj?rnuv?llur, el estadio del Stjarnan, este jueves ante el Espanyol.
Si ya de por s¨ª es complicado encontrar una patrulla en el centro m¨¢s tur¨ªstico de Reikiavik, directamente ni un solo polic¨ªa island¨¦s se person¨® en la instalaci¨®n, y eso que registr¨® un lleno (1.020 espectadores, con todas las entradas agotadas) y que coincid¨ªan en la grada, sin ning¨²n tipo de separaci¨®n, las aficiones de ambos equipos, con alcohol permitido. Un hecho especialmente singular, la ausencia de agentes locales, si se tiene en cuenta que en juego hab¨ªa una eliminatoria oficial de la Europa League, y que se sublima en el momento en que el presidente de Islandia, Gu?ni Thorlacius J¨®hannesson, decidi¨® personarse en el encuentro. No solo eso, sino que tras saludar a los jugadores en el c¨¦sped se mezcl¨® con los aficionados en la grada, sin mayor acompa?amiento que un ¡®steward¡¯ privado del club local.
De hecho, si hubo en Stj?rnuv?llur dos agentes, pero no de la polic¨ªa islandesa, sino de los Mossos d¡¯Esquadra de paisano. Concretamente, el coordinador de seguridad que trabaja con el Espanyol y otro efectivo de la unidad, acompa?ados por el director de seguridad del club, Antoni Guerra. Una presencia obligada por la UEFA en sus competiciones oficiales. Incluso en uno de los pa¨ªses m¨¢s seguros del mundo.