Baggio y los 25 a?os del mayor sufrimiento de su vida
Un 17 de julio de 1994 Roberto Baggio fall¨® el penalti decisivo de la tanda de la final del Mundial de Estados Unidos. Un lance que definir¨ªa su vida.
Veinticinco a?os despu¨¦s Roberto Baggio sigue sin encontrar consuelo. El 17 de julio de 1994,?Roby mand¨® a las gradas su lanzamiento -el quinto- en la tanda final de penaltis que defin¨ªa el campe¨®n del Mundial de Estados Unidos. Baggio, que hab¨ªa comandado a la azzurra hasta la final de Pasadena por sus grandes actuaciones, acab¨® arrodillado sobre el c¨¦sped y llorando de forma descontrolada.?
La final del 10, al contrario que el resto del torneo, no fue ni mucho menos para tirar cohetes. Ni ¨¦l ni Franco Baresi, recuperado en el ¨²ltimo momento para jugar la final, fueron capaces de conectar sobre el Rose Bowl de Los ?ngeles. Tras los noventa reglamentarios y la pr¨®rroga lleg¨® la tanda de penaltis, donde Baggio era el principal especialista, y el que err¨® el disparo. En ese momento solo pens¨® en "tirar fuerte, tirar fuerte, y en no fallar, porque si fallo, me mato".
La historia todo el mundo la conoce, Brasil acabar¨ªa siendo campeona del mundo. "El bal¨®n se elev¨® tres metros y se fue para arriba", explicar¨ªa Baggio. De hecho, Il Divin Codino se lleg¨® a plantear que?"fue Ayrton Senna desde el cielo el que elev¨® la pelota. Es la explicaci¨®n rom¨¢ntica a una acto inexplicable, a no ser por el cansancio". Lo que s¨ª tuvo claro con el devenir de los a?os fue que "los penaltis los fallan los que tienen el coraje de tirarlos. Aqu¨¦l lo fall¨¦ y fue el momento m¨¢s duro de mi carrera, me condicion¨® durante a?os".
Las im¨¢genes posteriores a la derrota conviven como fragmentos en la memoria de Baggio: "No olvidar¨¦ el abrazo de Riva, el afecto del cuerpo t¨¦cnico de la Selecci¨®n, pero yo ya no ten¨ªa la cabeza all¨ª.?Cuando mis compa?eros fueron a cenar, me encerr¨¦ en mi habitaci¨®n". Lo cierto es que veinticinco a?os despu¨¦s el delantero de Caldogno sigue sin "dormir bien por el error".
Considera que "perder en el campo, aunque no lo merezcas, puede ser justo. Pero hacerlo en los penaltis no lo fue. Me pareci¨® inconcebible que cuatro a?os de trabajo se borrasen en tres minutos de penaltis". Un acto tan simple como correr hasta la pelota, dispararla y fallar defini¨® toda una carrera futbol¨ªstica. La de un icono bianconeri, nerazzurri y rossoneri. Todos ellos unieron fuerzas por Italia en esa fat¨ªdica tarde de julio del 94. La del error de Baggio, la de la tragedia deportiva que le acompa?ar¨¢ por siempre.?