El a?o de la pertenencia al H¨¦rcules
No hubo milagro en El Toral¨ªn. El H¨¦rcules ni siquiera se acerc¨® a la gesta. La remontada estaba en chino. El 1-3 del Rico P¨¦rez hizo mucho da?o. Aquellos dos zapatazos de Isi ya forman parte de la historia negra del herculanismo. El ascenso estaba casi imposible, pero Alicante crey¨® por ¨²ltima vez en el equipo de Planagum¨¤. El vestuario, honrado como pocos, se merec¨ªa el voto de confianza. La afici¨®n desplazada (todos los honores para esos 350 valientes) y la ciudad entera que se puso delante de la televisi¨®n estuvieron de diez.
Hace unos meses, editando una p¨¢gina del Valencia de este peri¨®dico, le¨ªa a Conrado Valle hablar del sentimiento de pertenencia a un club, justo en el Centenario. Desde la distancia, sent¨ª envidia y pens¨¦ que eso ser¨ªa imposible de conseguir en el H¨¦rcules. Me equivoqu¨¦. A los pocos meses de aquello el H¨¦rcules floreci¨® y record¨® que est¨¢ vivo, que Alicante vibra con su equipo, sufre y siente. Fueron 27.000 al Rico P¨¦rez hace una semana, pero la ciudad ha sido otra esta temporada. Por eso, hay muchos motivos para estar orgulloso de este H¨¦rcules.
Caer en la final duele, pero dentro de unos a?os esta temporada tiene que ser recordada como la de la pertenencia. Adem¨¢s, Planagum¨¤ y la mayor¨ªa del bloque se han ganado a pulso que se crea en ellos. No ser¨ªa descabellado apostar por una renovaci¨®n colectiva. Cimientos hay e igual en El Toral¨ªn se puso la semilla del ascenso del pr¨®ximo a?o.
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