El aficionado que prometi¨® en 1963 ir de negro hasta que el Atl¨¦tico Baleares subiese
56 a?os despu¨¦s, Bernat Vallori sigue cumpliendo su promesa. Fall¨® tan solo en tres ocasiones. Ha anunciado que abandonar¨¢ el luto en caso de ascenso.
La ilusi¨®n derruida de un adolescente aficionado de un equipo que descend¨ªa de categor¨ªa. Una promesa al viento por el amor a unos colores. Una historia t¨ªpica, que se da en cada estadio, en cada pa¨ªs, casi todos los a?os. Pero un matiz hace a ¨¦sta diferente. Cinco d¨¦cadas despu¨¦s, aquel juramento permanece. Bernat Vallori-Mas vivir¨¢ en Son Malferit uno de los partidos m¨¢s importantes de su vida. A sus 72 a?os, sue?a con ver a su Atl¨¦tico Baleares en la ¨¦lite para romper con su luto. Un luto de m¨¢s de 50 temporadas.
En la 1962/63, el Atl¨¦tico Baleares descendi¨® de Segunda Divisi¨®n a Tercera (entonces no hab¨ªa Segunda B)?tras perder en el duelo de desempate contra el Algeciras. En aquella ¨¦poca, no hab¨ªa valor doble de los goles en campo contrario y, a pesar de marcar en Andaluc¨ªa, la eliminatoria se decidir¨ªa en 90 minutos a vida o muerte.? Tras ser derrotados, un joven seguidor del club balear har¨ªa una promesa para el recuerdo: "Ir¨¦ al f¨²tbol de negro hasta que el club vuelva a Segunda". En aquel entonces, el aficionado esperaba que el ascenso fuese cuesti¨®n de un par de a?os. Tanto tiempo despu¨¦s, su camiseta oscura ya es patrimonio en Son Malferit.
A pesar de la constancia de Bernat Vallori-Mas en cumplir su promesa a rajatabla, no siempre fue posible. As¨ª lo explic¨® en el diario ?ltima Hora: "Un partido fui de blanco y contra el Gernika fui de verde. Y otra vez porque no ten¨ªa ropa negra. Tambi¨¦n me perd¨ª algunas temporadas porque estuve en la India, en Am¨¦rica y el Tenerife. Del Atl¨¦tico Baleares, lo s¨¦ todo y lo he visto todo. La inauguraci¨®n del Estadi Balear, cuando le rompieron la pierna a Cresp¨ª ante el Birmingham, el primer gol que hicimos en Segunda Divisi¨®n en la campa?a de 1961/62...".
Aun as¨ª, su presencia ya es un cl¨¢sico en el estadio del Atl¨¦tico Baleares. El aficionado cuenta c¨®mo ir de negro ya es una costumbre para ¨¦l y que todo el mundo conoce su historia. Tambi¨¦n que anhela ver al equipo de sus amores en Segunda antes de fallecer. Lo suyo es fidelidad: "El Baleares es lo que m¨¢s quiero adem¨¢s de a m¨ª mismo y a algunas personas". Por ello, ha mantenido su promesa y la seguir¨¢ manteniendo hasta que su club ascienda: "Cuando jugamos contra el Mirand¨¦s en la fase de ascenso me traje una bolsa con una camisa rosa por si acaso".