El N¨¢poles medita darle a James el '10' de Maradona
La afici¨®n, herida por ver a Sarri en la Juventus, busca ¨ªdolo. El Madrid quiere un traspaso de 50M€; el N¨¢poles, una cesi¨®n. Ancelotti colocar¨ªa al colombiano en el centro de su proyecto.
Ser periodista y pasear por el centro de N¨¢poles supone, en estos d¨ªas, escuchar siempre la misma pregunta: "?Cu¨¢ndo llega?". James Rodr¨ªguez se ha convertido en la obsesi¨®n de los napolitanos desde que hace ya casi un mes AS dio la noticia de su 's¨ª quiero' a Ancelotti. Y poco a poco, en toda Italia tambi¨¦n se habl¨® de una ambiciosa operaci¨®n que ahora dan casi por hecha.
En realidad, a¨²n falta el acuerdo entre De Laurentiis (que confirm¨® estar listo para un "sacrificio importante") y Florentino P¨¦rez, que quiere percibir alrededor de 50 millones de euros por el colombiano. La idea del N¨¢poles es buscar una cesi¨®n (con un coste de 10 millones) y una opci¨®n de compra que puede convertirse en obligatoria (con 30 millones m¨¢s). Jorge Mendes est¨¢ trabajando para contentar a todos. Mientras, N¨¢poles espera. Curiosamente, los partidos de Colombia nunca hab¨ªan tenido tanta audiencia.
Presentaci¨®n 'maradoniana'...
"Desgraciada es la tierra que necesita h¨¦roes". Las palabras de Bertolt Brecht son perfectamente aplicables a la ciudad partenopea, otra vez herida por ver a su ex 'comandante' Sarri al mando de la Juventus. Los napolitanos quieren un nuevo ¨ªdolo y el colombiano, con su clase, ya los enamor¨®: Ancelotti le pondr¨ªa en el centro de su proyecto, que tras una temporada sin t¨ªtulos ahora necesita triunfos. Para James se est¨¢ pensando en una presentaci¨®n maradoniana: el San Paolo, que gracias a la Universiada de julio tendr¨¢ una cara m¨¢s moderna, podr¨ªa albergar un ba?o de masas parecido al que tuvo el legendario 10 argentino el 5 de julio de 1984.
Es m¨¢s: en los ¨²ltimos d¨ªas hasta hubo debate sobre volver a darle vida al dorsal 10, retirado en honor al Pelusa. Algunos est¨¢n de acuerdo, aunque muchos muestran sus dudas. Y eso que en N¨¢poles venerar a otro diez es casi blasfemia...