EURO SUB-21 | ITALIA 3-ESPA?A 1
Demasiada dureza para Espa?a
La Rojita se puso en ventaja con un soberbio gol de Ceballos, pero termin車 superada por una Italia que abus車 de las faltas ante la connivencia del 芍rbitro.
Sab赤amos que iba a haber batalla, que salir del estadio Renato Dall*Ara con los tres puntos nos obligar赤a a dejarnos las u?as. Y as赤 fue. Lo que doli車 especialmente es que el extraordinario arranque de partido, con el soberbio gol de Ceballos, no encontrara continuidad y que Espa?a quedara desdibujada ante una Italia que se creci車 a medida que el 芍rbitro no castig車 su excesiva dureza. El holand谷s Gozubuyuk mir車 para otro lado y la azzurra se dijo, ※esta es la m赤a§. A Espa?a no le queda otra que mirar a Italia y rezar para que pinche en los dos partidos que quedan de primera fase. La Rojita ya no depende de s赤 misma.
Es esta una Eurocopa en la que la primera curva llegaba nada m芍s arrancar el camino. Hablamos de un formato endiablado en el que s車lo el primero de cada grupo tiene el pase asegurado a las semifinales (m芍s el mejor segundo). Luis de la Fuente apost車 por un 4-2-3-1 con Zubeldia y Fabi芍n como el ancla que deb赤a equilibrar a todo el equipo. Se consigui車 desde el primer bal車n en juego. Al poco de comenzar, tras los primeros cinco minutos que se presum赤an de agitaci車n azzurra, De la Fuente intercambi車 cromos en las bandas: Oyarzabal se pas車 de la izquierda a la derecha y Soler sigui車 el viaje inverso. Y est芍bamos en ese baile de posiciones cuando surgieron la magia y Ceballos, que son todo en uno, y su tremendo derechazo a la escuadra de Alex Meret. Una aut谷ntica pintura en una ciudad, Bolonia, en la que el arte escapa incluso de las alcantarillas. El guardameta del N芍poles no pudo hacer otra cosa que recoger el bal車n de las redes y animar a sus compa?eros: "Dai, dai". Pero esa llamada a la reacci車n fue malinterpretada por Calabresi, quien entendi車 que la mejor manera de frenar a Espa?a era frenar a Ceballos y opt車 por un patad車n que le vali車 la amarilla (m芍s bien naranja) y que dej車 maltrecho al de Utrera.
Ese tanto dio paso a los mejores momentos de Espa?a. Italia, mientras, padec赤a en el centro del campo y se mostraba impotente en ataque, donde todo su patrimonio quedaba reducido a las galopadas de Moise Kean.
Chiesa lidera la reacci車n italiana
Sin embargo, la Rojita fue sucumbiendo a la dureza de Italia, tambi谷n al mayor ritmo f赤sico de los locales, cuyo veneno aument車 a medida que abr赤an el campo y buscaban las bandas. En uno de esos ataques, el bal車n le lleg車 a Federico Chiesa, quien lo pinch車 (de casta le viene al galgo, hijo del Enrico que despunt車 en los a?os 90), cambi車 de ritmo y marc車 en lo que se presum赤a un simple centro y se convirti車 en un disparo que Unai Sim車n no supo leer.
Banderas tricolores al viento y reacci車n en serio de los de Luigi Di Biagio, quienes fueron due?os del 迆ltimo tercio de la primera parte, en la que el bal車n le fue esquivo a Espa?a. Mayoral era una isla y Fabi芍n no manejaba el barco. Para colmo, Ceballos se contagi車 y empez車 a hacer eso que le sobra en m芍s de una ocasi車n. El madridista debe aprender a no jugar igual si la sart谷n quema que si no lo hace. Me explico: hay zonas en que se admite el ca?o y el requiebro y otras en las que el f迆tbol aconseja soltar el bal車n a la primera.
La reanudaci車n lleg車 con otro zarpazo italiano, y este literal: una falta de Mandragora a Ceballos que le vali車 la amarilla. Apenas un aperitivo del juego brusco que vendr赤a despu谷s. En medio de esas tarascadas lleg車 la puntilla italiana, el segundo gol (de nuevo Chiesa) y el colmo de colmos, la propina del VAR con el penalti que supuso el 3-1. Demasiado dolor. F赤sico y mental.