El "No a Griezmann", un eslogan tan ruidoso como in¨²til
La llegada del franc¨¦s a principios de julio parece inevitable pero el silencio del jugador y el Bar?a contrasta con las numerosas muestras en contra por su fichaje y las dudas del vestuario.


El no a Griezmann es ensordecedor desde muchos sectores del barcelonismo. Desde ex jugadores (Edmilson) hasta antiguos presidentes (Joan Laporta), nuevos candidatos (V¨ªctor Font) y hasta asesores actuales y leyendas del barcelonismo (Carles Rexach), el rechazo al franc¨¦s es rotundo. Hay quienes, como Edmilson y Rexach, basan su desaprobaci¨®n al fichaje en un asunto puramente futbol¨ªstico: el franc¨¦s juega hace a?os en la misma posici¨®n de Messi y no va a haber sitio para los dos. Otros, como Laporta y V¨ªctor Font, basan su no en un asunto sentimental. "No s¨®lo es exagerado su precio; la gente no lo quiere", dijo el pasado viernes Laporta. V¨ªctor Font, precandidato a las elecciones de 2021, consider¨® que un juego como el del a?o pasado en La Decisi¨®n deber¨ªa hacer reflexionar al club y mirar las iniciativas.
Es f¨¢cil pensar que esa frase de Griezmann, "s¨¦ los sacrificios que conllevar¨¢", no tiene que ver s¨®lo con el ajuste de su ficha (de los 23 millones anuales del Atl¨¦tico a los 17 millones seg¨²n algunas fuentes). Puede que tambi¨¦n tenga un fondo de asunci¨®n del rechazo popular que va a recibir en sus primeros d¨ªas de barcelonista. Las encuestas no terminan de manifestarse claramente a su favor. El porcentaje de cul¨¦s satisfechos con su probable fichaje no alcanza el 50 por ciento en ninguno de los sondeos.
No s¨®lo eso. Puede que "los sacrificios que conllevar¨¢" pueda incluso referirse un hipot¨¦tico recibimiento fr¨ªo del vestuario. En contra de los gui?os a favor que recibi¨® de Messi, l¨ªder absoluto del vestuario, y su colega Su¨¢rez en 2018, esta vez nadie ha querido manifestarse de manera favorable a la llegada del jugador franc¨¦s. "No voy a hablar de Griezmann", dijo el argentino displicente en la previa de la final de la Copa del Rey en pleno ruido por una portada del diario Sport que aseguraba que las vacas sagradas no estaban de acuerdo con la llegada de un jugador que el a?o anterior les hab¨ªa dejado con la palabra en la boca.
Frente a eso, ni Griezmann ni el Bar?a pueden hacer nada de momento. No pueden desvelar cu¨¢l ser¨¢ su futuro y est¨¢n obligados a aguantar en la lona el 'punching' al que est¨¢n siendo sometidos sin caer. En cierto sentido, saben que tendr¨¢n su momento si finalmente cuaja el fichaje. Ser¨¢ entonces cuando ellos tomar¨¢n la palabra y frenar¨¢n el ruido. Griezmann podr¨¢ explicar entonces a qu¨¦ sacrificios se refer¨ªa cuando esbozaba su fichaje y el Bar?a podr¨¢ justificar el porqu¨¦ del fichaje de un jugador que, adem¨¢s de moverse hace a?os en la posici¨®n de Messi, humill¨® el sentimiento de su gente en el documental de La Decisi¨®n. Ser¨¢ entonces, tal vez, cuando algunos barcelonistas de siempre como Josep Maria Minguella tengan que mantener su palabra de no ir al Camp Nou mientras Grezmann juegue en el Bar?a. Tal vez entonces se calme todo el ruido generado por la imposibilidad de hacer p¨²blico el acuerdo. De momento, todo hace pensar que el "no a Griezmann" ser¨¢ un eslogan in¨²til porque acabar¨¢ viniendo.