Volando hacia la Euro

Hay equipo y falta gol. Nada que no supi¨¦ramos. Con tres tantos en la segunda mitad, Espa?a escap¨® a un partido con peligro, jugado a deshora, sacando a los futbolistas casi de la tumbona y ante un adversario sin filo pero de granito. La victoria alumbra el camino a la Euro 2020 y parcialmente el futuro de un equipo todav¨ªa por hacer. Un futuro al que hay que apuntar a Parejo, uno de esos constructores que se extinguen, probablemente a Kepa y al Isco de la segunda parte, que en la Selecci¨®n es el jerarca que nunca ha sido en el Madrid.

Todo en esta Selecci¨®n ofrece a¨²n un aire de provisionalidad, desde el no-pero-s¨ª que vive Luis Enrique a la presentaci¨®n general del proyecto. Cuarenta y tres futbolistas ha llamado el t¨¦cnico para diez partidos y una cuarta parte de ellos ha tenido un paso fugaz, casi inapreciable. La cosa va por el jugador del momento antes que por el jugador del proyecto. Probablemente es consecuencia de la larga resaca por aquella generaci¨®n at¨®mica que fue y ya no es. Y por ah¨ª tambi¨¦n habr¨ªa que situar la suplencia de De Gea, presunto heredero de Casillas y ¨¢ngel ca¨ªdo, a c¨¢mara lenta, tras sus errores en el Mundial. Se interpret¨® la titularidad de Kepa en las Feroe como parte del politiqueo habitual en estas dobles citas, pero se repiti¨® en el Bernab¨¦u. Habr¨¢ que ver si la conclusi¨®n se eleva a definitiva, como parece, y Luis Enrique ha tomado la primera decisi¨®n de gran calado para lo que venga.

El partido, en cualquier caso, no pas¨® cerca de la porter¨ªa de Espa?a, que cambi¨® a ocho futbolistas de los que comparecieron de inicio en el ba?o y masaje de las Feroe. En realidad, el duelo fue lo que se esperaba, un largo asedio ante aquel grupo amarillo y amurallado de Andersson, un t¨¦cnico con apariencia y modales de sargento de marines. Suecia es una roca: espera, molesta, causa impaciencia y espor¨¢dicamente pica. Vive de la desesperaci¨®n del adversario, estrategia leg¨ªtima aunque poco vistosa. Viene a ser la prueba de que un equipo sin figuras puede no verse desfigurado. Para llegar hasta ¨¦l hay que dar muchas vueltas a la manzana.

Un gol mal anulado

Contra aquello percuti¨® Espa?a de forma racheada, con momentos de vendaval y momentos de aburrida calma. La m¨¢xima agitaci¨®n lleg¨® en apenas dos minutos, en los que Olsen despach¨® cuatro buenas paradas a remates de Fabi¨¢n, de lejos; de Parejo, de volea; de Ramos, de cabeza, y de Isco, con la derecha y cruzado, respectivamente. Y a los postres, un gol mal anulado a Rodrigo por fuera de juego de Parejo, su asistente. Lustig lo romp¨ªa por al menos dos metros. Habr¨¢ un d¨ªa en que no podr¨¢ salirse al calle sin el VAR y en que alguien, incluso, acabar¨¢ proponi¨¦ndolo como patrimonio de la humanidad.

En l¨ªneas generales, Espa?a fue irreprochable. No se dej¨® sorprender en las contras, abri¨® el juego a las bandas, se entreg¨® a Parejo, que es buen gu¨ªa para partidos tan herm¨¦ticos, y pis¨® el ¨¢rea de los suecos con frecuencia. Tambi¨¦n hubo momentos en que le perdi¨® la impaciencia y se sinti¨® tentada de mandar centros al ¨¢rea, que se merendaron con gusto los centrales suecos y sus auxiliares. Ni Isco ni Asensio encontraron al inicio pasillos por dentro y Rodrigo se sinti¨® encarcelado. Sin espacios, el delantero del Valencia empeque?ece. Y es que no tuvo pudor la selecci¨®n de Andersson de api?ar dos l¨ªneas defensivas en la frontera de su ¨¢rea y presentar una trinchera ordenada para detener a un equipo con mejores jugadores y el p¨²blico a su favor. Y tampoco se esmeraron en buscar a Forsberg, su futbolista con mejor pie. Claesson, su otro brazo armado, se lesion¨® demasiado pronto.

La segunda parte trajo una notable mejor¨ªa de Isco y la reafirmaci¨®n de Parejo como centrocampista del momento, aunque Espa?a continu¨® d¨¢ndose cabezazos contra aquella pared. El malague?o tuvo dos grandes ocasiones, pero ni su volea ni su disparo cruzado acabaron en la meta de Olsen. El asalto ten¨ªa ya una estad¨ªstica de escalofr¨ªo, 16-0 en c¨®rneres, cuando Asensio, con Morata esperando para relevarle, intent¨® un centro desde la izquierda y Larsson lo cort¨® escandalosamente con la mano. El penalti lo transform¨® Ramos, que ya suma 20 goles en la Selecci¨®n (los mismos que Zarra) y es el pichichi de la era Luis Enrique, buena noticia para ¨¦l y mala para Espa?a.

Ese gol, con media hora por delante, baj¨® el tel¨®n del pleito. A Suecia le alcanz¨® para resistir pero no para responder. Morata se procur¨® otro penalti, transformado por ¨¦l mismo, y Oyarzabal hizo coincidir su debut en la era Luis Enrique con su primer tanto en La Roja. Aun con retraso, la Selecci¨®n se asegur¨® llegar a septiembre sin asignaturas pendientes y con la esperanza de que el verano le traiga un goleador.